viernes, 11 de marzo de 2011

Las empresarias tampiqueñas deben atreverse”

MILENIO

La mujer tamaulipeca y mexicana en general teme salir de su casa, con lo que hace a un lado sus sueños, apuntan propietarias de negocio especializado en piedras y cristales.


Provienen de Maracaibo, Venezuela y se han asentado en Tampico desde hace año y medio. Karla Parra, propietaria de Glam Accesorios, invita a la mujer tampiqueña a atreverse, a ser diferente, a no tener miedo.

“Las tampiqueñas son compradoras compulsivas, quieren tener algo diferente a lo que la compañera tiene al lado.
Es muy común
escuchar
‘no me quiero ver igual que ella’, si bien hay otras que dicen ‘quiero verme como la compañera’ y tratamos de venderles algo no tan igual para que se distinga.
“Felicidades a la mujer tampiqueña que se dedica al hogar, y también a la emprendedora. Deseo que se atreva, que cumpla sus sueños, que no se quede en casa. El miedo hace que haya más cosas negativas, y entra la paranoia.

“Sal de tu casa, atrévete, y trata de usar cosas diferentes. Nosotras ya perdimos el miedo, siempre andamos con cautela pero hay que seguir con tu vida y tus
proyectos.
Permanezcan y tengan paciencia, esto no es para siempre”.

Con respecto a su negocio, Parra explicó que los accesorios que confecciona, junto a su madre y su hermana, han tenido éxito año y medio después de instalarse.

“Empezamos con muchas expectativas, gracias a Dios nos ha ido muy bien, nos encargamos de hacer cosas personalizadas, adecuadas al gusto, al estilo y al presupuesto de la persona.
Iniciamos en un año difícil, pero hemos podido superarlo. También los
precios que manejamos son muy accesibles, además tenemos piedras para quienes hacen accesorios, es un plus que manejamos.

“Lo que se ve se puede transformar a como la clienta quiera; aparte vendemos piedras y cristales a gente que sabe hacer, que tienen alguna idea y quieren empezar su negocio, nosotros le ayudamos”.

Indicó que en su natal Venezuela trabajan con la piedra y el cristal, y su objetivo después de instalarse en México es expandirse, para que sus adornos sean conocidos en otras ciudades y países.

“Somos de Maracaibo; llegamos a Tampico por casualidad, por trabajo, por familia, aquí me casé; es diferente el gusto.
“Apenas estamos convenciendo a las mujeres para que sean un poco más atrevidas, que traten de usar cosas más vistosas, no ordinarias sino elegantes.
Poco a poco lo hemos logrado, porque nos han llegado personas que no se ponían ni un arete, y ahora traen hasta el molcajete, como dicen en México”.

“Tiene que ver mucho la ciudad, aquí la mujer es un poquito indecisa en algunas cosas, pero es nuestra labor convencerlas sobre qué le queda bien, qué es lo mejor para ellas; hay muchas cosas que tienen y que no se dan cuenta”, puntualizó.

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