lunes, 7 de marzo de 2011

Cuerpo mutilado es dejado en plaza de Los Herreras, NL

MILENIO

Según los informes, los restos constaban de 14 partes, las cuales estaban dentro de tres bolsas de plástico negras, salvo las del área del abdomen y el tórax.


Los Herreras, NL.- Junto a un “narcomensaje”, el cuerpo de un hombre hasta el momento no identificado, fue encontrado mutilado y dentro de bolsas de plástico, en la plaza principal del municipio de Los Herreras, Nuevo León.

El
hallazgo fue reportado por varios vecinos, quienes solicitaron la presencia de policías estatales y elementos de la Séptima Zona Militar.

Los hechos trascendieron alrededor de las 00:30 horas del lunes sobre la calle Hidalgo en su esquina con Aldama, en el extremo opuesto del Palacio Municipal y de la comandancia de Policía.

Según los informes, los restos constaban de 14 partes, las cuales estaban dentro de tres bolsas de plástico negras, salvo las del área del abdomen y el tórax.

Elementos de la Policía Estatal de Caminos colocaron cinta amarilla y se mantuvieron a expectativa mientras llegaba el personal de la Agencia Estatal de Investigaciones.

También arribaron oficiales del Ejército Mexicano, quienes formaron un cerco ante el riesgo de que pudieran llegar grupos del crimen organizado a tratar de llevarse el cuerpo.

El cadáver estaba junto a la banqueta de la plaza y frente a una ferretería, ninguna persona pudo aportar datos en torno a las características de quiénes lo abandonaron o el vehículo que tripulaban.

Trascendió que junto al dorso se localizó una cartulina o narcomensaje, firmado por una supuesta célula de la delincuencia organizada.
Fuertemente custodiada por agentes ministeriales, la unidad del Servicio Médico Forense trasladó los restos humanos al anfiteatro del hospital Universitario para los estudios correspondientes.

A mediados del mes de junio de 2010, tres policías que se encontraban en la comandancia de Los Herreras fueron asesinados por un grupo armado que les disparó con armas de alto poder.

Los delincuentes abandonaron un vehículo robado, en el que escribieron el nombre de un cártel del crimen organizado y el apodo de su líder.

Los dos uniformados que quedaron después del atentado, renunciaron ante el temor de un nuevo ataque, por lo que la seguridad en aquella localidad se encuentra desde entonces a cargo de la Policía Estatal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario