CIUDAD DE MÉXICO, México, jun. 24, 2009.-Sin ceremonias ni discursos oficiales inició este día el tercer Remate de Libros en el Auditorio Nacional, en el que se dan cita 130 sellos provenientes de 104 empresas editoriales, quienes esperan vender alrededor de un millón de ejemplares, 300 mil más que en la edición de 2008.
El tianguis, que permanecerá abierto hasta el próximo 2 de julio, tiene como grito de estratagema "Salva un libro, no dejes que lo destruyan!", y bajo esa premisa los libreros sacaron de sus bodegas los títulos que algún día brillaron en la mesa de novedades, luego en la de rebajas y después en la de remates.
Durante un recorrido realizado entre los puestos de libros instalados en el vestíbulo del colosal inmueble del Paseo de la Reforma, se pudo constatar que las casas editoriales literalmente vaciaron sus almacenes, pues se pueden ver títulos recientes, relativamente nuevos y definitivamente de épocas pretéritas.
La idea, señalaron algunos vendedores consultados por "es salvar a todos estos libros de ser convertidos en confeti".
Explicaron que los editores no se pueden deshacer fácilmente de ellos, como podría ser el caso de darlos en donación a bibliotecas públicas, porque ello implicaría pago de impuestos.
Subrayaron que mantenerlos en bodegas es costoso, pues permanentemente se deben mover de su sitio para evitar que el papel se arrugue o deforme por los cambios climáticos.
"La humedad es un gran enemigo de los libros y si no se les mueve constantemente corren el riesgo de adquirir, incluso, hongos dañinos", precisaron.
De esa forma, para evitar que libros de todos los autores conocidos, nacionales y extranjeros, quienes han publicado novela, poesía, ensayo, investigación científica, literatura en general, mapas, recetarios de cocina, libros técnicos y científicos se conviertan en papel multicolor para fiestas, se venden baratos.
En su segunda edición, realizada el año pasado en el mismo sitio, el Remate de Libros vendió alrededor de 700 mil ejemplares y para este año, cuando el público lector ya identifica este mercado editorial, se pronostica una venta que podría alcanzar el millón de ejemplares de libros para niños, jóvenes y adultos.
Lo mismo sucede con la asistencia de lectores voraces, cautivos y ocasionales, pues mientras que en 2008, el máximo día de afluencia contabilizó 22 mil 258 personas, teniendo en promedio 10 mil visitantes, en esta ocasión se espera que el número llegue a las 100 mil personas, de acuerdo con la misma fuente.
El tianguis, que permanecerá abierto hasta el próximo 2 de julio, tiene como grito de estratagema "Salva un libro, no dejes que lo destruyan!", y bajo esa premisa los libreros sacaron de sus bodegas los títulos que algún día brillaron en la mesa de novedades, luego en la de rebajas y después en la de remates.
Durante un recorrido realizado entre los puestos de libros instalados en el vestíbulo del colosal inmueble del Paseo de la Reforma, se pudo constatar que las casas editoriales literalmente vaciaron sus almacenes, pues se pueden ver títulos recientes, relativamente nuevos y definitivamente de épocas pretéritas.
La idea, señalaron algunos vendedores consultados por "es salvar a todos estos libros de ser convertidos en confeti".
Explicaron que los editores no se pueden deshacer fácilmente de ellos, como podría ser el caso de darlos en donación a bibliotecas públicas, porque ello implicaría pago de impuestos.
Subrayaron que mantenerlos en bodegas es costoso, pues permanentemente se deben mover de su sitio para evitar que el papel se arrugue o deforme por los cambios climáticos.
"La humedad es un gran enemigo de los libros y si no se les mueve constantemente corren el riesgo de adquirir, incluso, hongos dañinos", precisaron.
De esa forma, para evitar que libros de todos los autores conocidos, nacionales y extranjeros, quienes han publicado novela, poesía, ensayo, investigación científica, literatura en general, mapas, recetarios de cocina, libros técnicos y científicos se conviertan en papel multicolor para fiestas, se venden baratos.
En su segunda edición, realizada el año pasado en el mismo sitio, el Remate de Libros vendió alrededor de 700 mil ejemplares y para este año, cuando el público lector ya identifica este mercado editorial, se pronostica una venta que podría alcanzar el millón de ejemplares de libros para niños, jóvenes y adultos.
Lo mismo sucede con la asistencia de lectores voraces, cautivos y ocasionales, pues mientras que en 2008, el máximo día de afluencia contabilizó 22 mil 258 personas, teniendo en promedio 10 mil visitantes, en esta ocasión se espera que el número llegue a las 100 mil personas, de acuerdo con la misma fuente.
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