EL HERALDOCon herramientas que se consiguen en cualquier ferretería, un manual de uso y mucha paciencia, usted en la comodidad de su hogar puede armar su propio avión, una práctica en la que Chihuahua tiene varios ejemplos, como el ingeniero Alberto Chretín, quien en la cochera de su hogar ya ha construido 3 aviones y está en proceso del cuarto.
El timón de dirección, el estabilizador vertical y los horizontales, el compensador, los elevadores, todo el avión en general viene en un kit armable que se puede mandar pedir a los Estados Unidos, y que con mucha paciencia puede armar una sola persona en menos de un año.
Chretín Castillo tiene, aunque no lo crea, 15 años armando un avión experimental de 4 cilindros, enfriado con agua y aire, de 540 libras de peso, 32 pies de ancho por 50 de largo, en la cochera de su hogar, colgado del techo está el fuselaje, las alas cuelgan en las paredes y los motores aún están dentro de sus cajas.
"Han pasado 15 años porque el trabajo no lo ha permitido", comenta el también secretario de Economía de Chihuahua, "pues la gran mayoría del trabajo lo realizo en 3 o 4 meses seguidos de trabajo", pero sus labores profesionales no le han permitido dar un nuevo gran avance.
El manual va diciendo los pasos, donde el tiempo es el principal enemigo en la construcción de este avión que desarmado tiene un costo aproximado de 32 mil dólares, y ya en vuelo puede llegar a superar los 100 mil dólares.
Como ingeniero, Alberto Chretín, manifestó su afición por la mecánica, con gusto tomaba las herramientas y le daba "una pasadita" a su avión, mientras explicaba las partes de esta maquinaria.
En sus inicios la reparación de motocicletas fue su primer hobby, hasta que llegó el momento de comprar su primer avión, hace ya más de 30 años, el cual armó y vendió a un amigo.
"La ventaja del avión experimental es que tú los armas, los vuelas, les das mantenimiento, tienes la seguridad de que todo está bien, te da la seguridad de que está bien armado, es un gusto, una pasión que te llena por completo", comentó.
Se dijo afortunado de que Chihuahua sea un estado donde la aviación ya es una prioridad, una industria que ha crecido enormemente, y considera un sueño realizado donde se da el primer paso para que en el estado surjan los próximos impulsores de la aviación internacional.
En una vista rápida, este avión es muy parecido a los que se producen en empresas como Cessna, sólo que son las grandes industrias quienes los tienen documentados, los hacen en serie, están certificados y los hacen para la aviación comercial.
Ante la pregunta de cómo no dejar este proyecto por la paz luego de 15 años de trabajo, Chretín Castillo, señaló que primero se tiene que tener una visión del producto terminado, luego darle especial atención a los detalles y siempre contar con algo de ayuda, ya sean familiares o incluso vecinos, es importante para seguir avanzando.
"En verano tenía un refrigerador pequeño con algo de bebidas, y creo era la temporada cuando más voluntarios se acercan a ayudar, aunque la verdad no faltan los amigos y mucho menos los buenos vecinos", agregó.
Hablando de "cómplices", la principal ha sido su esposa, Rossana, quien desde antes de casarse ya compartía esta afición por armar aviones, por volarlos, pero también con alguna inquietud de vez en cuando.
"Cuando éramos novios, mi esposa me presentaba como una persona que armaba y volaba sus propios aviones, pero ya más en confianza me preguntaba si el seguro de vida me cubría este pasatiempo", narró de manera amena y entre risas.
Al preguntarle si luego de 15 años, cuánto faltará para terminarlo, Chretín Castillo fue muy sincero en responder: "Si me pongo a trabajar seguido en unos 3 meses lo termino, pero creo que mejor hablamos cuando se acabe el sexenio".
Las noches de desvelo, las noches de insomnio las ha pasado en esta cochera, en "el hoyo", como cariñosamente se le dice entre su familia a este lugar, un lugar lleno de herramientas, tubos y motores, pero a su vez lleno de sueños e ilusiones. Lleno de pasión y entrega, de paciencia y esfuerzo, los cuales se coronan en los aires chihuahuenses, pues con herramientas que se consiguen en cualquier ferretería, un manual de uso y mucha paciencia, usted en la comodidad de su hogar puede armar su propio avión.
El timón de dirección, el estabilizador vertical y los horizontales, el compensador, los elevadores, todo el avión en general viene en un kit armable que se puede mandar pedir a los Estados Unidos, y que con mucha paciencia puede armar una sola persona en menos de un año.
Chretín Castillo tiene, aunque no lo crea, 15 años armando un avión experimental de 4 cilindros, enfriado con agua y aire, de 540 libras de peso, 32 pies de ancho por 50 de largo, en la cochera de su hogar, colgado del techo está el fuselaje, las alas cuelgan en las paredes y los motores aún están dentro de sus cajas.
"Han pasado 15 años porque el trabajo no lo ha permitido", comenta el también secretario de Economía de Chihuahua, "pues la gran mayoría del trabajo lo realizo en 3 o 4 meses seguidos de trabajo", pero sus labores profesionales no le han permitido dar un nuevo gran avance.
El manual va diciendo los pasos, donde el tiempo es el principal enemigo en la construcción de este avión que desarmado tiene un costo aproximado de 32 mil dólares, y ya en vuelo puede llegar a superar los 100 mil dólares.
Como ingeniero, Alberto Chretín, manifestó su afición por la mecánica, con gusto tomaba las herramientas y le daba "una pasadita" a su avión, mientras explicaba las partes de esta maquinaria.
En sus inicios la reparación de motocicletas fue su primer hobby, hasta que llegó el momento de comprar su primer avión, hace ya más de 30 años, el cual armó y vendió a un amigo.
"La ventaja del avión experimental es que tú los armas, los vuelas, les das mantenimiento, tienes la seguridad de que todo está bien, te da la seguridad de que está bien armado, es un gusto, una pasión que te llena por completo", comentó.
Se dijo afortunado de que Chihuahua sea un estado donde la aviación ya es una prioridad, una industria que ha crecido enormemente, y considera un sueño realizado donde se da el primer paso para que en el estado surjan los próximos impulsores de la aviación internacional.
En una vista rápida, este avión es muy parecido a los que se producen en empresas como Cessna, sólo que son las grandes industrias quienes los tienen documentados, los hacen en serie, están certificados y los hacen para la aviación comercial.
Ante la pregunta de cómo no dejar este proyecto por la paz luego de 15 años de trabajo, Chretín Castillo, señaló que primero se tiene que tener una visión del producto terminado, luego darle especial atención a los detalles y siempre contar con algo de ayuda, ya sean familiares o incluso vecinos, es importante para seguir avanzando.
"En verano tenía un refrigerador pequeño con algo de bebidas, y creo era la temporada cuando más voluntarios se acercan a ayudar, aunque la verdad no faltan los amigos y mucho menos los buenos vecinos", agregó.
Hablando de "cómplices", la principal ha sido su esposa, Rossana, quien desde antes de casarse ya compartía esta afición por armar aviones, por volarlos, pero también con alguna inquietud de vez en cuando.
"Cuando éramos novios, mi esposa me presentaba como una persona que armaba y volaba sus propios aviones, pero ya más en confianza me preguntaba si el seguro de vida me cubría este pasatiempo", narró de manera amena y entre risas.
Al preguntarle si luego de 15 años, cuánto faltará para terminarlo, Chretín Castillo fue muy sincero en responder: "Si me pongo a trabajar seguido en unos 3 meses lo termino, pero creo que mejor hablamos cuando se acabe el sexenio".
Las noches de desvelo, las noches de insomnio las ha pasado en esta cochera, en "el hoyo", como cariñosamente se le dice entre su familia a este lugar, un lugar lleno de herramientas, tubos y motores, pero a su vez lleno de sueños e ilusiones. Lleno de pasión y entrega, de paciencia y esfuerzo, los cuales se coronan en los aires chihuahuenses, pues con herramientas que se consiguen en cualquier ferretería, un manual de uso y mucha paciencia, usted en la comodidad de su hogar puede armar su propio avión.
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