martes, 17 de enero de 2012

Con el Decreto 1630 del 2011, se establecieron restricciones para la utilización de teléfonos celulares robados o extraviados en el país.


EL TIEMPO



A Elisa Barragán, española que estudia en Bogotá, le habían advertido que no usara su celular por la calle porque se lo podrían robar.

Sin embargo, la recomendación quedó corta y se sumó a la larga lista de víctimas del robo de teléfonos móviles en Colombia.

“El ladrón venía en una bicicleta por la carrera séptima. Metió la mano en mi bolso y sacó el móvil”, recuerda Barragán, quien ya recuperó su tarjeta SIM pero no tiene un teléfono para usarla.

El flagelo del robo de celulares obligó al Gobierno a expedir a mediados del año pasado una serie de medidas para luchar contra este delito. Según las cifras entregadas por Asociación de Operadores Móviles de Colombia (Asomóvil), en 2010 se registró un promedio mensual de 138.818 reportes de hurto de celular, mientras que en 2011 (datos hasta agosto) se redujo a 123.643.

LA LISTA POSITIVA

Con el Decreto 1630 del 2011, se establecieron restricciones para la utilización de teléfonos celulares robados o extraviados en el país. Uno de los puntos más importantes del decreto obliga a los operadores la creación de dos bases

de datos: una positiva, en la que se incluyan los celulares legales; y otra negativa, compuesta por los números de móviles robados o extraviados, para que no puedan ser activados.

“En julio de este año la lista positiva debe estar funcionando con todos los stocks de celulares que hay en el país”, explica Carlos Andrés Rebellón, director ejecutivo de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC).

Según los expertos consultados por la CRC, la creación de una base robusta de teléfonos legales permitirá reducir en un 60 por ciento el hurto de móviles este año, ya que se cerrarían filas para la comercialización de teléfonos robados.

El ministro de las TIC, Diego Molano, resalta la importancia de una lista positiva consolidada. “Aunque el ladrón logre cambiar el IMEI (código internacional de identificación del celular) no lo podrá activar, porque ese registro no aparecerá en la lista positiva lo que significa que ese aparato está por fuera de la legalidad”.

En esa sintonía, el general Rodolfo Palomino, director de Seguridad Ciudadana de la Policía, hace un llamado a la ciudadanía para que se abstenga de comprar celulares de segunda mano, ya que estos pueden ser robados y podrían llegar a ser acusados del delito de receptación que da cárcel.

CERRAR FRONTERAS, OTRO DE LOS PASOS A SEGUIR

Evitar que los teléfonos que se roben en el exterior entren al país de manera legal es otro punto determinante. Las medidas emprendidas por el Gobierno para evitar el robo de celulares deben ser refrendadas con la cooperación de los países vecinos, ya que gran parte de los aparatos hurtados se ‘exporta’ al resto del continente.

El tema consiste en que los celulares robados en Colombia, que acá no pueden ser activados, son enviados a países del continente.

Ante la presión de las autoridades, los ladrones optan por desarmar los equipos y sólo enviar la tarjeta madre, dejando en el país las carcasas, teclados y demás componente del teléfono.

De igual manera, los ladrones envían a Colombia las tarjetas madre y acá ensamblan los teléfonos con los componentes que no enviaron.

“Hay que evaluar qué medidas restrictivas se deben imponer en el comercio con otros países para evitar la llegada de aparatos robados, y para evitar que ‘exportemos’ los móviles hurtados”, afirma Carlos Andrés Rebellón, director ejecutivo de la CRC.

El ministro de las TIC, Diego Molano, explica que ya hay acuerdos con Brasil, Ecuador y México para compartir bases de datos de teléfonos robados, que evitan que se activen en cada uno de sos países.

“Vamos a lograr acuerdo con todos los países de la región”, asegura.

El general Rodolfo Palomino, director de Seguridad Ciudadana, dice que ha “habido avances importantes” con los países vecinos en esta materia, pero señala que se deben cerrar todos los frentes para evitar el comercio intrarregional de teléfonos hurtados.

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