jueves, 21 de mayo de 2009

Celebran 300 años de antigua Basílica de Guadalupe

Notimex
CIUDAD DE MÉXICO, México, mayo 20, 2009.- El cardenal Norberto Rivera Carrera ofició una misa para conmemorar los 300 años de la edificación de la antigua Basílica de Guadalupe y encomendó a la protección de la Virgen el templo y sus visitantes.
Durante la ceremonia religiosa de cerca de dos horas se leyó el decreto por el cual el cardenal Rivera Carrera, acompañado del nuncio Christophe Pierre, declaró a partir del primero de mayo de 2009 a la misma fecha del 2010 año jubilar.
Con el decreto se le otorgan indulgencias plenarias a quienes visiten dicho templo durante este periodo, subrayó en su homilía ante decenas de feligreses que se congregaron al interior del también llamado Expiatorio a Cristo Rey.
El también arzobispo primado de México relató la historia del inmueble que por 267 años albergó la imagen de la Virgen de Guadalupe, luego de abrir sus puertas el 1 de mayo de 1709.
Rivera Carrera inició su sermón mencionando que la reprogramación de la ceremonia religiosa para conmemorar el tricentenario del templo, se debió a las restricciones sanitarias provocadas por el brote de influenza.
Recordó que la antigua Basílica de Guadalupe fue el cuarto templo que se construyó para la veneración de la imagen impresa en la tilma de San Juan Diego y la única que permanece en pie, gracias a los trabajos arquitectónicos y de restauración realizados a partir de 1976.
Por ello agradeció los esfuerzos de autoridades civiles, federales y locales, empresas y particulares que han contribuido para que la obra se preservara a partir de un sinnúmero de acciones de restauración que continuarán hasta el año 2012.
"Mi reconocimiento para autoridades civiles federales y locales, así como a empresas y particulares que han contribuido con generosidad, interés y profesionalismo para esta obra y para quienes han de seguir ayudándonos en las acciones de restauración", señaló.
En su homilía, desde el altar recién renovado, Rivera Carrera también se refirió a las formas de acercarse a Dios, una de las cuales es "compartiendo nuestra vida con los demás, sobre todo con los más necesitados".
Al término de la misa el rector de la antigua Basílica de Guadalupe, Pedro Agustín Rivera, también agradeció a las autoridades por la restauración del templo.
En particular agradeció a los directivos del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes del Instituto Nacional de Antropología e Historia, así como a la fundación Sumando Amor, encargada de recabar aportaciones para su restauración.
Una vez terminada la misa, el cardenal junto con el nuncio y el rector del templo encendieron las luces exteriores del mismo y pudieron apreciar los juegos pirotécnicos que fueron lanzados al cielo como parte de la celebración.
A pesar de que en el atrio de la Basílica se colocaron sillas para que fueran ocupadas por los feligreses éstas permanecieron vacías debido a que la lluvia ahuyentó a los visitantes.

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