EL HERALDOQuerétaro, Qro. (OEM-Informex).- A ser congruentes entre las palabras y los hechos, entre las propuestas y los votos, llamó el presidente Felipe Calderón, quien insistió a los partidos políticos representados en el Congreso a entender con sentido de vital importancia, de urgencia, los cambios que necesita México.
Les pidió ser capaces de derrotar los miedos, los complejos, los prejuicios, los nacionalismos exacerbados, los mitos políticos, las faltas de coherencia y de consistencia que se dan en la política mexicana, para decidir lo que tiene que decidirse.
Y afirmó que contra lo que pudiera pensarse, "en el último año de mi gobierno que está por iniciar en diciembre, estoy absolutamente decidido a seguir impulsando los cambios que México necesita".
Consideró que hace algunos años, hacer reformas en el país era conveniente, era bueno para crecer más. Hoy ante un escenario difícil, hoy es absolutamente indispensable, "porque necesitamos cambiarle la máquina a nuestro coche. Hay reformas que tienen qué hacerse ya no por conveniencia sino por necesidad, porque si México quiere salir bien de la turbulencia evidente que se ve en el mundo, necesita ser más competitivo y capaz de atraer más inversiones", afirmó.
Durante su participación a los postres de la comida en el marco de la Novena Edición México Cumbre de Negocios, Prioridades para una Nueva Era, reiteró que se requieren las reformas laboral y energética; la de asociaciones público-privadas; la laboral; otra en materia de propiedad rural; en materia de telecomunicaciones; reformas para acelerar el mercado interno y otra de transparencia.
¿Pero por qué no se llevan a la práctica? "Porque no hay correspondencia entre las palabras y los hechos. O más específicamente, entre las propuestas y los votos en el Congreso, porque todavía no se construye una mayoría de representantes y legisladores que sean capaces de impulsar los cambios. O si se quiere, también, porque una mayoría se opone en los hechos, en los votos, a esos cambios".
Contundente, el presidente Calderón dijo que algunos se oponen abiertamente de palabra y de obra. Otros los apoyan decididamente, de palabra y de obra y otros de palabra pero no de obra. "Hay quien dice sí, pero la afirmación no se corresponde con la decisión política de hacer. Es un poco el problema mexicanísimo del Son de la Negra: "...A todos diles que sí, pero no les digas cuando. Así me dijiste a mí..."
Fue claro al señalar que en el actual escenario hay un proceso de desaceleración de la economía global que va a enfrentar México en los próximos 10 años. "En una aldea global no es pensable que un país pueda cerrar sus ojos y sus fronteras a la realidad mundial".
Les pidió ser capaces de derrotar los miedos, los complejos, los prejuicios, los nacionalismos exacerbados, los mitos políticos, las faltas de coherencia y de consistencia que se dan en la política mexicana, para decidir lo que tiene que decidirse.
Y afirmó que contra lo que pudiera pensarse, "en el último año de mi gobierno que está por iniciar en diciembre, estoy absolutamente decidido a seguir impulsando los cambios que México necesita".
Consideró que hace algunos años, hacer reformas en el país era conveniente, era bueno para crecer más. Hoy ante un escenario difícil, hoy es absolutamente indispensable, "porque necesitamos cambiarle la máquina a nuestro coche. Hay reformas que tienen qué hacerse ya no por conveniencia sino por necesidad, porque si México quiere salir bien de la turbulencia evidente que se ve en el mundo, necesita ser más competitivo y capaz de atraer más inversiones", afirmó.
Durante su participación a los postres de la comida en el marco de la Novena Edición México Cumbre de Negocios, Prioridades para una Nueva Era, reiteró que se requieren las reformas laboral y energética; la de asociaciones público-privadas; la laboral; otra en materia de propiedad rural; en materia de telecomunicaciones; reformas para acelerar el mercado interno y otra de transparencia.
¿Pero por qué no se llevan a la práctica? "Porque no hay correspondencia entre las palabras y los hechos. O más específicamente, entre las propuestas y los votos en el Congreso, porque todavía no se construye una mayoría de representantes y legisladores que sean capaces de impulsar los cambios. O si se quiere, también, porque una mayoría se opone en los hechos, en los votos, a esos cambios".
Contundente, el presidente Calderón dijo que algunos se oponen abiertamente de palabra y de obra. Otros los apoyan decididamente, de palabra y de obra y otros de palabra pero no de obra. "Hay quien dice sí, pero la afirmación no se corresponde con la decisión política de hacer. Es un poco el problema mexicanísimo del Son de la Negra: "...A todos diles que sí, pero no les digas cuando. Así me dijiste a mí..."
Fue claro al señalar que en el actual escenario hay un proceso de desaceleración de la economía global que va a enfrentar México en los próximos 10 años. "En una aldea global no es pensable que un país pueda cerrar sus ojos y sus fronteras a la realidad mundial".
No hay comentarios:
Publicar un comentario