lunes, 17 de octubre de 2011

Mantiene EU operaciones encubiertas en México


EL HERALDO DE CHIHUAHUA

México está en un papel "delicado" después del caso Estados Unidos-Irán-Arabia Saudita, porque a nivel de la propia presidencia estadunidense las operaciones del FBI y la DEA en territorio mexicano, se han dado sin ningún límite, contrapeso ni escrutinio público legislativo nacional.

Y, además, porque el suceso (la reciente deportación del presunto terrorista estadunidense de origen iraní, Manssor Arbabsiar) "habla mucho de cómo los diseños de las operaciones encubiertas en los Estados Unidos siguen teniendo no solamente un carácter extraterritorial indiscriminado, sino que ponen en riesgo a nivel masivo la vida de civiles, particularmente mexicanos, so pretexto de una mejor inteligencia y espionaje. Es una especie de crisis de los organismos de inteligencia para penetrar los cárteles y a la vez como un descrédito de los circuitos de construcción de operaciones antinarco".

Pedro Isnardo de la Cruz, especialista en el tema de seguridad nacional y narcotráfico de la Universidad Nacional Autónoma de México, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, hace el planteamiento.

En cuanto al escenario general de donde se derivó el caso en cuestión, el especialista considera:

"La política de Estados Unidos en Medio Oriente, particularmente en el Oriente próximo, se está replanteando de manera sustancial lo cual habla, tanto de las implicaciones que ha tenido la guerra en Irak y el retiro de las tropas estadunidenses, como lo que es la población shiíta que tiene presencia mayoritaria tanto en Irak como en Irán. Requieren resolver cómo habrán de enfrentarse los escenarios tanto terroristas como posteriores a la ausencia de una presencia protagónica de los Estados Unidos en Irak, a partir de las consecuencias que de 2003 a la fecha, se tienen en la guerra con Irak".

-Pero en este caso, México de cierta forma, es involucrado en un conflicto que no le compete y que podría tener repercusiones en cuanto a las relaciones con Irán. ¿Cuál es su opinión?

-Es correcto. Es un conflicto que solamente con una crisis que tiene que ver con la seguridad, como se está presentando, implicaría una mayor presencia tanto diplomática como de las instituciones del Gobierno mexicano en la política exterior y en la estrategia de prevención de atentados, como presuntamente se presentó en cuanto a las embajadas de Arabia Saudita e Israel en Estados Unidos.

-¿México es, entonces, un lugar estratégico para los Estados Unidos en cuanto al combate al terrorismo?

-Sí, en la medida en que se pueden utilizar las circunstancias facilitadoras de atentados a través de los propios cárteles o de patrocinios financieros para perpetrar atentados en territorio estadunidense. En esa edida, México sería formalmente presentado como un espejo de actualización de la misma guerra contra el terrorismo.

-Pero en tal caso México saldría perdiendo, porque ya se ha empezado a hablar de enviar a nuestro país otro tipo de ayuda como la militar, dicho por Rick Perry, aunque también ha habido ciertas alusiones de parte de funcionarios militares de Estados Unidos, como el subsecretario del Ejército, Joseph Westphal ¿O no?

-El problema fundamental es: cuál es la agenda real en política exterior del Gobierno mexicano y cuál es la agenda de riesgos donde impliquen posicionamientos constitucionales, soberanos y sobre todo públicamente planteados a la sociedad mexicana, en cuanto al nivel, profundidad, intensidad y de secrecía de la cooperación que se da con las instituciones de los Estados Unidos y particularmente con el Gobierno de Washington.

(Por cierto que, en febrero de este año, durante un foro con estudiantes del Instituto de Política Hinckley, de la Universidad de Utah, el señor Westphal señaló que los narcotraficantes mexicanos son "una forma de insurgencia" que puede intentar tomar el Gobierno de México, por lo que Washington debería estar preparado para actuar en consecuencia. Al respecto la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) realizó un llamado a los altos funcionarios estadunidenses para abstenerse de emitir declaraciones, comentarios y opiniones sin contar con todos los elementos respecto del combate al narcotráfico y crimen organizado).

* Una relación con EU "delicadamente crítica"

Constantemente los especialistas plantean la problemática, como fue el caso del Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C. que después de una de tantas crisis diplomáticas indicó: "El tema de fondo no está en si existen opiniones divergentes o no en la administración de Obama respecto a México, sino en reducir la incertidumbre que causan en nuestro país cada vez que se vuelven públicas. Una característica recurrente de la política exterior mexicana en los últimos años es la enorme incapacidad para definir, con precisión, cuál es el interés nacional. En la medida en que México defina con claridad qué quiere lograr de su relación con Estados Unidos, sabrá mejor cómo reaccionar ante determinadas declaraciones. Y esto incluye el tema de seguridad. El siguiente paso sería encontrar qué es relevante para Estados Unidos y accionar una plataforma conjunta".

Por ello, en la entrevista para El Sol de México, preguntamos al académico de la UNAM Pedro Isnardo de la Cruz si sería necesario que la Secretaría de Relaciones Exteriores informe debida, amplia y correctamente sobre cuál es la actual política que tiene en materia de seguridad con los Estados Unidos y si también se requeriría que dicha secretaría amplíe, extienda o reduzca su política en cuanto a la seguridad con los Estados Unidos.

-Sobre todo describir realmente el nivel de cooperación y el nivel de los compromisos, así como el tipo de pactos que hay con el Gobierno norteamericano en esa materia, respondió.

-¿Hasta ahora no se han dado a conocer los convenios en ese renglón y solamente se han dejado entrever o cómo ha sido?

-En este momento no hay más que formalismos en materia técnica y tecnológica en cuanto a la actualización del Plan Mérida, pero no existe realmente una dinámica donde la confidencialidad en los acuerdos esté bajo escrutinio del Congreso de la Unión.

-¿Cómo observa usted las relaciones México-Estados Unidos en estos momentos?

-Delicadamente críticas, en la medida en que parecen más cuestiones de acuerdos, que un sistema de cooperación donde la información, la confianza y la credibilidad de las instituciones y donde la maduración de los propios organismos y personal de inteligencia, tanto civil como militar del lado mexicano, así como entre los "staffs" correspondientes de México y de Estados Unidos, se conduzcan no solamente con apego a sus respectivos sistemas constitucionales, sino también bajo reglas y sistemas de información creíbles, capaces de prevenir atentados al más alto nivel, dada la realidad crítica en materia de seguridad que tenemos en México.

-¿Usted cree que se está haciendo a un lado a la diplomacia mexicana para llegar a acuerdos entre gobiernos o entre organismos de seguridad?

-Sí, la parte de la diplomacia está siendo irrelevante. En realidad se privilegia la militarización, la conquista de objetivos de corto plazo para ofrecer a la opinión pública detenciones, decomisos y eliminación de prácticas importantes que construyen, sobre todo, vasos comunicantes mucho más importantes fundamentalmente a nivel de las sociedades civiles de ambos países.

* Recuperar diplomáticos

Y como desconocemos si el Gobierno mexicano, a través de su cancillería procederá...

-¿Cómo debería actuar el Gobierno de México en estos momentos, sea a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores o de otra forma?

-Primero recuperar el papel de los funcionarios diplomáticos más experimentados, con una conciencia de nación mucho más clara; tener el Gobierno mexicano una posición más digna frente al estadunidense y perfilar una agenda con el consenso tanto de los legisladores, como de actores, académicos y sectores sociales, con visión de la historia estadunidense, de lo que es justamente la agenda nacional de México y sobre todo la visión de los ejes de real cooperación entre ambas naciones.

-¿Será que también está impidiendo arribar a esos estadios el gran problema de crisis económica que tiene Estados Unidos y la debilidad que presenta en las encuestas Barack Obama?

-Es correcto. Es una forma de buscar oxigenación coyuntural a corto plazo, dada la premura por obtener respaldos de todos los sectores y sobre todo evidenciar que hay un liderazgo real estadunidense.

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