EL HERALDO DE CHIHUAHUA
Ciudad de México.- En México quince estados de la República no cuentan con una ley de prevención y eliminación de la discriminación, aseguró la diputada federal perredista Claudia Edith Anaya Mota, presidenta de la Comisión Especial Sobre No Discriminación de la Cámara de Diputados.
En entrevista con El Sol de México, dijo que seis de cada diez personas considera que la riqueza es el factor que más divide a la sociedad, seguido por los partidos políticos y la educación. Pero la discriminación también tiene que ver con los indígenas, los niños, la discapacidad, los adultos mayores y las preferencias sexuales.
Se pronunció por fortalecer el marco legal para hacerlo general y no permitir que se discrimine a nadie por su condición. Y el Poder Legislativo tiene que garantizar en todas las leyes que no exista la discriminación en ningún sector; el Poder Ejecutivo dar el sustento a estas leyes con políticas públicas que sean para todos, empezando con educación, salud y empleo.
Propuso un cambio de cultura y ese cambio es la igualdad de todos. Crear los cambios desde los niños, desde la educación primaria, de lo contrario se tendrá un país más polarizado y con mayores desigualdades.
En el marco del Día Nacional Contra la Discriminación, dijo que la igualdad de los derechos es prevenir y erradicar la discriminación, que es cuando se margina a una persona y limita el disfrute de alguno de sus derechos.
Explicó: Hay dos tipos de discriminación, la que está vinculada a la intolerancia, que son las personas que tienen una religión distinta, los migrantes, los que tienen Sida o aquellos con diferente sexualidad. Y otra que está vinculada a la percepción de las capacidades, es decir, los niños, los adultos mayores, los indígenas y los discapacitados, porque se les consideran que no o ya no pueden trabajar, como son los casos de los adultos y niños.
Al respecto, apuntó que seis de cada diez personas opinan que los niños deben tener los derechos que les da la ley, mientras que tres de cada diez considera que deben tener los derechos que sus padres les quieran dar. Poco más de tres por ciento considera que los niños no tienen derechos porque son menores de edad.
Anaya Mota destaca que según encuestas, cuatro de cada diez mexicanos no estarían dispuestos a permitir que en su casa vivan personas homosexuales; tres de cada diez afirman lo mismo en el caso de personas que viven con Sida.
La diputada federal perredista señaló que una de cada diez personas opina que las autoridades deben reubicar a los protestantes, una de cada 20 que deben obedecer lo que decidió la mayoría y sacar a los protestantes. En contraste, más de la mitad afirma que se deben defender los derechos de los no católicos y vivir allí. Tres de cada diez personas que pertenecen a alguna minoría religiosa consideran que su principal problema es el rechazo, la falta de aceptación, la discriminación y la desigualdad; mientras que una proporción similar considera que su principal problema son las burlas, las críticas y la falta de respeto; solamente el siete por ciento considera que no tiene problema por su religión.
En cuanto a los indígenas, Claudia Edith Anaya Mota resaltó que el principal problema que perciben las minorías étnicas es la discriminación, seguido de la pobreza, además de que el dialecto (lengua) representa uno de sus problemas.
Las niñas, niños y adolescentes señalan problemas con mayor frecuencia, los golpes, insultos y burlas.
Los adultos mayores, cuatro de cada diez aluden la dificultad para laborar, el acceso a la salud, así como la discriminación e intolerancia. Seis de cada diez señala que sus ingresos no son suficientes para cubrir sus necesidades.
Respecto a la discapacidad, los tres problemas que más señalan son el desempleo, la discriminación y el no ser autosuficiente; se menciona en menor medida los problemas relacionados con la salud, la carencia de espacios públicos adecuados y el respeto a sus derechos.
La diputada perredista dijo, con relación a las trabajadoras del hogar, una tercera parte de las que se dedican al hogar, señalan como problema principal los bajos salarios, seguido de abuso, maltrato, humillación y discriminación.
Citó como ejemplo que una ley que discrimina es la Ley del IMSS al no permitir la seguridad social a las trabajadoras del hogar; y en transporte también se discrimina porque no hay espacios especiales para discapacitados.
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