EL HERALDO DE CHIHUAHUA
Mayor que la del 2009: investigador del ITESM Provocada por políticos incapaces, delincuencia, corrupción, economía informal y el crimen organizado
Chihuahua, Chihuahua.- "La incapacidad de la clase política, la informalidad, la delincuencia, el crimen organizado y la corrupción -afirmó José Luis de la Cruz Gallegos, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey- llevaron al país al borde de una recesión mayor a la que un par de años atrás provocó la pérdida de poco más de 100 mil empleos en el estado de Chihuahua".
EH: De la noche a la mañana vemos un desajuste en la estabilidad de la economía. ¿Qué significa este cambio para la población?
JC: Significa que el escenario de desaceleración está pronto a convertirse en uno recesivo.
La turbulencia financiera a nivel internacional ha provocado movimientos poco alentadores en los tipos de cambio, lo que refleja que los capitales han comenzado a buscar mejores condiciones de inversión para salir de México; así como la certeza que inversionistas y especuladores tienen en torno a que la economía global avanza hacia una nueva recesión.
EH: ¿Una recesión similar a la ocurrida en el 2009?
JC: Una recesión con matices más preocupantes porque los esfuerzos para la recuperación del empleo han sido insuficientes como para volver a expresar que la recesión va a ser un catarrito. El alto número de personas sin trabajo indica que la tasa de desempleo se mantiene en los mismos índices que se registraron durante la crisis pasada, aunado a que siguen sin recuperarse los empleos perdidos, razón por la que la recesión significaría una pérdida mayor de plazas de trabajo.
EH: ¿Será entonces mayor?
JC: De arribar la recesión el mayor impacto se sentirá en el ámbito social porque se producirá un aumento en los niveles de pobreza que se han convertido en la inestabilidad que merma la capacidad para alcanzar el objetivo de volver a vivir en un ambiente de paz social. Si una persona emigra por la falta de empleo será la consecuencia más positiva que puede ocurrir a partir de la recesión; si una persona se queda buscará la manera de sobrevivir y la responsabilidad es evitar que una de sus opciones sea sumarse a la delincuencia que nutre al crimen organizado.
EH: ¿Las reservas internacionales pueden aliviar la situación?
JC: Un discurso que omita señalar para qué sirven las reservas internacionales tiene una finalidad ajena a reconocer que la adversidad es un momento para avanzar a partir de la crisis económica, aunque primero reconociendo lo que ha hecho vulnerable a todo el país. Las reservas ni siquiera están al alcance de la autoridad federal para su inversión en el sector productivo de México. Sirven para estabilizar al tipo de cambio, las tasas de interés y los mercados bursátiles, aunque son inútiles para contener los efectos más dañinos de la crisis: desempleo, cierre de empresas, fuga de capitales y otros ajenos al Banco de México.
EH: ¿Qué acciones deben emprenderse para contener al desempleo?
JC: Antes que nada reconocer que el manejo de las instituciones públicas en los tres niveles de Gobierno no ha sido el más adecuado para construir condiciones de invulnerabilidad financiera. El Gobierno tiene en mente aumentar sus ingresos declarando con optimismo que la situación económica permitirá el crecimiento mientras que la realidad indica que habrá recesión porque desde hace 30 años no existe el avance hacia el ideal de prosperidad que continuamente se promete a los mexicanos. La autoridad a cargo de la administración de los recursos públicos tiene que reducir el gasto corriente para invertir en lo que sea realmente productivo para el desarrollo humano de las comunidades. Hay que dejar de pensar en incrementos a las remuneraciones de los servidores públicos para destinar los ahorros al fortalecimiento de la economía interna recuperando la idea de impulsar una reforma fiscal, misma que no aparece en la agenda de los diputados federales, a pesar de que representa una alternativa viable para estimular la aparición, crecimiento y permanencia de las empresas mexicanas.
EH: Sin embargo se plantea la aparición de nuevos impuestos por parte del Gobierno Federal.
JC: El Impuesto Empresarial a Tasa Única ha sobrevivido en perjuicio de las empresas porque grava su flujo financiero y limita su capacidad de inversión, razón por la que el pago único del Impuesto sobre la Renta permitiría tener un escenario más manejable para motivar a los empresarios a cumplir con el gravamen, ofreciendo recursos que la autoridad tiene que reinvertir en infraestructura o servicios. Y sabiendo que las administraciones estatales no ejercen con eficacia los recursos públicos, así como tampoco se muestran transparentes para un ejercicio sustentable del presupuesto. Otra alternativa es desaparecer o reducir la tasa del Impuesto sobre Nómina. Eso obligará a un aseo de las finanzas y a la reducción de los gastos improductivos, mientras que las empresas podrían invertir en la expansión del negocio, ofrecer más empleo y ofrecer mejores salarios a los trabajadores que representarán al motor de su éxito empresarial.
Si aumenta el salario, aumenta el consumo, aumenta la producción, aumenta el empleo, aumenta el pago de impuestos y se fortalecen las finanzas públicas para nutrir ese círculo virtuoso, siempre con mayor transparencia e inversión en rubros productivos, abandonando gastos superfluos como las asesorías o viáticos, por mencionar algunos ejemplos.
EH: ¿Qué postura tienen que asumir las empresas ante la recesión?
JC: Una crisis es una oportunidad de buscar nuevas alternativas de negocios tanto para las empresas como para las familias. Lo importante es no dejar de invertir aunque la recesión obligará a ser más cautelosos en el gasto porque a pesar de la adversidad económica la autoridad federal no reducirá el costo de los principales insumos para la generación de la riqueza, incluidos los combustibles o la energía eléctrica. La clave es buscar otros nichos de mercado desde el ámbito de competencia de cada uno de los negocios.
EH: A pesar de la crisis permanece la tendencia de buscar la atracción de más empresas de manufactura.
JC: Es esta entidad hay un elemento preocupante en la víspera de una posible crisis económica. En Juárez se observa una concentración sectorial y regional de la industria que ofrece empleo, ubicada en una municipalidad con un problema de seguridad que provoca inestabilidad social y económica, que además depende de las decisiones que se tomarán a causa de la desaceleración económica en Estados Unidos. Eso obliga a que haya un replanteamiento de las actividades económicas vinculando los esfuerzos de los tres niveles de Gobierno con el sector privado para detonar nuevos polos de desarrollo en la entidad. Asimismo mantener a la maquiladora aunque buscando que el sector educativo propicie su avance hacia la producción de tecnología, conocimiento y marcas propias, que son el verdadero negocio de la industria. Esa coordinación permitirá que en el paso del tiempo la industria local replique el fenómeno que impulsa a países como China, Brasil o Corea.
EH: ¿La deuda de los gobiernos será otro factor negativo?
JC: Endeudarse nunca será un problema si los recursos de la banca de desarrollo o comercial se invierten en el desarrollo de los sectores productivos. Sin embargo, se percibe en el ambiente que los municipios o los estados adquieren la deuda para cumplir con el pago de otra deuda. Lamentablemente el futuro nos alcanzó, dejamos de invertir en la detonación de nuevos polos de desarrollo y ahora lo más viable es aumentar los impuestos para tener los recursos necesarios para pagar la ineficacia del sector público. El otro problema es que todavía los gobiernos no han adoptado los mecanismos de evaluación adecuados para ejercer los recursos, se tolera la opacidad y se hace imposible definir la eficiencia de una administración municipal, estatal o federal. Así que en resumen la recesión económica en ninguna manera es un tema coyuntural, sino que todos los rezagos impulsarán con mayor velocidad a la crisis económica.
EH: ¿Habría entonces más inseguridad social?
JC: Vemos que los indicadores nos hablan de que más personas apuestan por sumarse a la economía informal que, si bien es poco dañina, limita las inversiones que en desarrollo social tienen que realizarse para evitar que la familia como célula de cohesión social se rompa en perjuicio de toda la comunidad. A causa de que en 1980 comenzó esta fractura cada vez con mayor frecuencia llegamos finalmente a un escenario donde las recurrentes crisis económicas nos llevaron además a perder un poder adquisitivo que ya ni siquiera el salario puede ofrecernos en retribución al trabajo. La otra opción es que un grupo de personas opte por la ilegalidad que nutre al crimen organizado como consecuencia del dinamismo económico que nos trajo además una crisis de inseguridad en todo el país.
EH: Y noticia es que comienza el proceso electoral.
JC: Entre las oportunidades se encuentra precisamente que las empresas opten por desarrollar nuevos negocios, las familias cuiden sus fuentes de ingresos, recorten gastos improductivos y se cuiden de contraer deudas que supongan la perdida de la mayor parte de sus ingresos. En el caso de los actores políticos inevitablemente se demanda que aquellos en el poder adopten mayor responsabilidad en el uso de los recursos públicos, sean transparentes y cumplan metas fundamentales para el encauzar la economía hacia un crecimiento sostenido. Aquellos que aspiran al poder deben reconocer que, con o sin ellos en un puesto de elección popular, los problemas económicos y sociales van a persistir, provocando la necesidad de que los ciudadanos elijan a las nuevas autoridades observando a quienes realmente presenten alternativas reales, medibles y evaluables para la recuperación del empleo y los factores que permitirán aumentar la calidad de vida en nuestro país.
Hace falta un nuevo pacto social y compromisos definidos por y para que la sociedad aspire nuevamente a mejores tiempos, porque la nación no se encuentra en una situación como para volver a soñar a partir de falsas promesas de bonanza y prosperidad.
Mayor que la del 2009: investigador del ITESM Provocada por políticos incapaces, delincuencia, corrupción, economía informal y el crimen organizado
Chihuahua, Chihuahua.- "La incapacidad de la clase política, la informalidad, la delincuencia, el crimen organizado y la corrupción -afirmó José Luis de la Cruz Gallegos, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey- llevaron al país al borde de una recesión mayor a la que un par de años atrás provocó la pérdida de poco más de 100 mil empleos en el estado de Chihuahua".
EH: De la noche a la mañana vemos un desajuste en la estabilidad de la economía. ¿Qué significa este cambio para la población?
JC: Significa que el escenario de desaceleración está pronto a convertirse en uno recesivo.
La turbulencia financiera a nivel internacional ha provocado movimientos poco alentadores en los tipos de cambio, lo que refleja que los capitales han comenzado a buscar mejores condiciones de inversión para salir de México; así como la certeza que inversionistas y especuladores tienen en torno a que la economía global avanza hacia una nueva recesión.
EH: ¿Una recesión similar a la ocurrida en el 2009?
JC: Una recesión con matices más preocupantes porque los esfuerzos para la recuperación del empleo han sido insuficientes como para volver a expresar que la recesión va a ser un catarrito. El alto número de personas sin trabajo indica que la tasa de desempleo se mantiene en los mismos índices que se registraron durante la crisis pasada, aunado a que siguen sin recuperarse los empleos perdidos, razón por la que la recesión significaría una pérdida mayor de plazas de trabajo.
EH: ¿Será entonces mayor?
JC: De arribar la recesión el mayor impacto se sentirá en el ámbito social porque se producirá un aumento en los niveles de pobreza que se han convertido en la inestabilidad que merma la capacidad para alcanzar el objetivo de volver a vivir en un ambiente de paz social. Si una persona emigra por la falta de empleo será la consecuencia más positiva que puede ocurrir a partir de la recesión; si una persona se queda buscará la manera de sobrevivir y la responsabilidad es evitar que una de sus opciones sea sumarse a la delincuencia que nutre al crimen organizado.
EH: ¿Las reservas internacionales pueden aliviar la situación?
JC: Un discurso que omita señalar para qué sirven las reservas internacionales tiene una finalidad ajena a reconocer que la adversidad es un momento para avanzar a partir de la crisis económica, aunque primero reconociendo lo que ha hecho vulnerable a todo el país. Las reservas ni siquiera están al alcance de la autoridad federal para su inversión en el sector productivo de México. Sirven para estabilizar al tipo de cambio, las tasas de interés y los mercados bursátiles, aunque son inútiles para contener los efectos más dañinos de la crisis: desempleo, cierre de empresas, fuga de capitales y otros ajenos al Banco de México.
EH: ¿Qué acciones deben emprenderse para contener al desempleo?
JC: Antes que nada reconocer que el manejo de las instituciones públicas en los tres niveles de Gobierno no ha sido el más adecuado para construir condiciones de invulnerabilidad financiera. El Gobierno tiene en mente aumentar sus ingresos declarando con optimismo que la situación económica permitirá el crecimiento mientras que la realidad indica que habrá recesión porque desde hace 30 años no existe el avance hacia el ideal de prosperidad que continuamente se promete a los mexicanos. La autoridad a cargo de la administración de los recursos públicos tiene que reducir el gasto corriente para invertir en lo que sea realmente productivo para el desarrollo humano de las comunidades. Hay que dejar de pensar en incrementos a las remuneraciones de los servidores públicos para destinar los ahorros al fortalecimiento de la economía interna recuperando la idea de impulsar una reforma fiscal, misma que no aparece en la agenda de los diputados federales, a pesar de que representa una alternativa viable para estimular la aparición, crecimiento y permanencia de las empresas mexicanas.
EH: Sin embargo se plantea la aparición de nuevos impuestos por parte del Gobierno Federal.
JC: El Impuesto Empresarial a Tasa Única ha sobrevivido en perjuicio de las empresas porque grava su flujo financiero y limita su capacidad de inversión, razón por la que el pago único del Impuesto sobre la Renta permitiría tener un escenario más manejable para motivar a los empresarios a cumplir con el gravamen, ofreciendo recursos que la autoridad tiene que reinvertir en infraestructura o servicios. Y sabiendo que las administraciones estatales no ejercen con eficacia los recursos públicos, así como tampoco se muestran transparentes para un ejercicio sustentable del presupuesto. Otra alternativa es desaparecer o reducir la tasa del Impuesto sobre Nómina. Eso obligará a un aseo de las finanzas y a la reducción de los gastos improductivos, mientras que las empresas podrían invertir en la expansión del negocio, ofrecer más empleo y ofrecer mejores salarios a los trabajadores que representarán al motor de su éxito empresarial.
Si aumenta el salario, aumenta el consumo, aumenta la producción, aumenta el empleo, aumenta el pago de impuestos y se fortalecen las finanzas públicas para nutrir ese círculo virtuoso, siempre con mayor transparencia e inversión en rubros productivos, abandonando gastos superfluos como las asesorías o viáticos, por mencionar algunos ejemplos.
EH: ¿Qué postura tienen que asumir las empresas ante la recesión?
JC: Una crisis es una oportunidad de buscar nuevas alternativas de negocios tanto para las empresas como para las familias. Lo importante es no dejar de invertir aunque la recesión obligará a ser más cautelosos en el gasto porque a pesar de la adversidad económica la autoridad federal no reducirá el costo de los principales insumos para la generación de la riqueza, incluidos los combustibles o la energía eléctrica. La clave es buscar otros nichos de mercado desde el ámbito de competencia de cada uno de los negocios.
EH: A pesar de la crisis permanece la tendencia de buscar la atracción de más empresas de manufactura.
JC: Es esta entidad hay un elemento preocupante en la víspera de una posible crisis económica. En Juárez se observa una concentración sectorial y regional de la industria que ofrece empleo, ubicada en una municipalidad con un problema de seguridad que provoca inestabilidad social y económica, que además depende de las decisiones que se tomarán a causa de la desaceleración económica en Estados Unidos. Eso obliga a que haya un replanteamiento de las actividades económicas vinculando los esfuerzos de los tres niveles de Gobierno con el sector privado para detonar nuevos polos de desarrollo en la entidad. Asimismo mantener a la maquiladora aunque buscando que el sector educativo propicie su avance hacia la producción de tecnología, conocimiento y marcas propias, que son el verdadero negocio de la industria. Esa coordinación permitirá que en el paso del tiempo la industria local replique el fenómeno que impulsa a países como China, Brasil o Corea.
EH: ¿La deuda de los gobiernos será otro factor negativo?
JC: Endeudarse nunca será un problema si los recursos de la banca de desarrollo o comercial se invierten en el desarrollo de los sectores productivos. Sin embargo, se percibe en el ambiente que los municipios o los estados adquieren la deuda para cumplir con el pago de otra deuda. Lamentablemente el futuro nos alcanzó, dejamos de invertir en la detonación de nuevos polos de desarrollo y ahora lo más viable es aumentar los impuestos para tener los recursos necesarios para pagar la ineficacia del sector público. El otro problema es que todavía los gobiernos no han adoptado los mecanismos de evaluación adecuados para ejercer los recursos, se tolera la opacidad y se hace imposible definir la eficiencia de una administración municipal, estatal o federal. Así que en resumen la recesión económica en ninguna manera es un tema coyuntural, sino que todos los rezagos impulsarán con mayor velocidad a la crisis económica.
EH: ¿Habría entonces más inseguridad social?
JC: Vemos que los indicadores nos hablan de que más personas apuestan por sumarse a la economía informal que, si bien es poco dañina, limita las inversiones que en desarrollo social tienen que realizarse para evitar que la familia como célula de cohesión social se rompa en perjuicio de toda la comunidad. A causa de que en 1980 comenzó esta fractura cada vez con mayor frecuencia llegamos finalmente a un escenario donde las recurrentes crisis económicas nos llevaron además a perder un poder adquisitivo que ya ni siquiera el salario puede ofrecernos en retribución al trabajo. La otra opción es que un grupo de personas opte por la ilegalidad que nutre al crimen organizado como consecuencia del dinamismo económico que nos trajo además una crisis de inseguridad en todo el país.
EH: Y noticia es que comienza el proceso electoral.
JC: Entre las oportunidades se encuentra precisamente que las empresas opten por desarrollar nuevos negocios, las familias cuiden sus fuentes de ingresos, recorten gastos improductivos y se cuiden de contraer deudas que supongan la perdida de la mayor parte de sus ingresos. En el caso de los actores políticos inevitablemente se demanda que aquellos en el poder adopten mayor responsabilidad en el uso de los recursos públicos, sean transparentes y cumplan metas fundamentales para el encauzar la economía hacia un crecimiento sostenido. Aquellos que aspiran al poder deben reconocer que, con o sin ellos en un puesto de elección popular, los problemas económicos y sociales van a persistir, provocando la necesidad de que los ciudadanos elijan a las nuevas autoridades observando a quienes realmente presenten alternativas reales, medibles y evaluables para la recuperación del empleo y los factores que permitirán aumentar la calidad de vida en nuestro país.
Hace falta un nuevo pacto social y compromisos definidos por y para que la sociedad aspire nuevamente a mejores tiempos, porque la nación no se encuentra en una situación como para volver a soñar a partir de falsas promesas de bonanza y prosperidad.
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