sábado, 17 de septiembre de 2011

Mascotas de narcos, un problema para las instituciones en México

DIARIO.COM



Toluca— Tres monos ardilla –una especie muy pequeña– vivieron durante años entre lujos en una hacienda de 6.5 hectáreas (16 acres) rodeada de jardines extravagantes y establos para purasangre.

Había más de 200 animales –desde mulas hasta pavorreales y avestruces– en esta hacienda ubicada en el centro de México, y otros cientos de especies estaban en dos propiedades conexas, muchas en espacios opulentos.

También se encontraron en estos lugares objetos que nada tenían que ver con fauna, como fusiles de asalto AK–47, pistolas Beretta, cientos de otras armas y cocaína.

El dueño de la hacienda era Jesús “El Rey” Zambada, uno de los jefes del poderoso cártel narcotraficante de Sinaloa, quien al igual que otros capos de las drogas tenía un gusto especial por las especies exóticas.

Apenas dos días antes de la captura de Zambada, la policía había confiscado dos tigres y dos leones de una casa que utilizaba una banda narcotraficante en las afueras boscosas de la Ciudad de México.

A medida que aumenta la captura de jefes del hampa, también aumentan las mascotas que les son confiscadas y retiradas de las jaulas doradas en las que se encontraban para trasladarlas a espacios más modestos en zoológicos del país.

Esta situación causa dificultades a algunas instituciones que se hacen cargo de la llegada de los animales, pero por otro lado, brinda a los amantes de los animales en México la oportunidad de admirar un tesoro de criaturas nuevas.

Al igual que Zambada –aprehendido en octubre de 2008– los monos ardilla permanecen en custodia estatal, pero en el Zoológico de Zacango, en el estado de México, vecino de la capital del país. Los monos emiten sus chirridos mientras los niños los contemplan embelesados.

Estos animales vivían antes en “un espacio grande construido de materiales de buena calidad”, dijo Manlio Nucamendi, coordinador del zoológico. “Pero no tenían la dieta ni la atención médica correctas”.

Las fuerzas antinarcóticos se han topado con los zoológicos privados de los cárteles del narcotráfico y en estos lugares han encontrado tigres, panteras y leones entre otros animales o especies exóticas.

La Procuraduría General de la República, que supervisa las confiscaciones a los grupos narcotraficantes, no facilitó la cifra exacta de animales decomisados, pero cualquiera que sea el número, éste es muy alto y ha representado un desafío a las autoridades para encontrarles albergue.

“Dentro de los recursos limitados del gobierno mexicano, se han emprendido bastantes acciones para garantizar el bienestar de estos animales”, dijo Adrián Reuter Cortés, de la representación en México del World Wildlife Fund, un grupo conservacionista. “Pero incluso los zoológicos tienen cupo limitado y no pueden acoger a todos los animales”.

El gobierno recurre de manera ordinaria a la asistencia de los zoológicos porque éstos tienen la experiencia, el equipo y los vehículos para el transporte de animales grandes, dijo Frank Carlos Camacho, director ejecutivo del parque de fauna salvaje Africam Safari, cercano a la ciudad de Puebla, en el centro de México, y presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México, A.C.

“Implica cierto peligro el manejo de animales como felinos grandes, osos y herbívoros grandes”, expresó Camacho. Dijo que se ha enterado del hallazgo de jirafas, búfalos y camellos en los narcozoológicos.

Igual que en la película “Scarface” de 1983 sobre el hampa, los jefes narcotraficantes tienen zoológicos privados como símbolos de posición y poder, y como muestra de su opulencia.

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