CNNMEXICOCIUDAD DE MÉXICO— Luego de más de siete horas de discusión, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) logró imponer este miércoles su proyecto de Reforma Política en la Comisión de Puntos Constitucionales.
Por mayoría de votos, los priistas consiguieron dejar fuera la reelección inmediata de legisladores y alcaldes, además de eliminar la posibilidad de que el presidente de la República aplique el veto al Presupuesto de Egresos de la Federación y no permitir la reconducción presupuestal.
El proyecto de dictamen –que todavía deberá discutirse en conjunto con la Comisión de Gobernación- avaló ocho de los 11 temas que contenía la minuta que fue enviada por el Senado de la República.
Entre los puntos que se aprobaron está la posibilidad de que existan las candidaturas ciudadanas para que las personas que no pertenecen a ningún partido político puedan participar en los procesos electorales.
Sin embargo, este punto quedó como optativo para las diferentes entidades del país, pues fue dejado por los diputados a la decisión de las legislaturas locales, quienes tendrán que legislar para que se pueda concretar su ejecución.
Se aprobó también que los ciudadanos tengan la posibilidad de enviar iniciativas al Congreso de la Unión. Para que un conjunto de ciudadanos tenga acceso a esta posibilidad será necesario contar con el apoyo del 0.13% (actualmente 99, 007 ciudadanos) del listado nominal –el Senado proponía que el porcentaje fuera del 0.25 (190,399 ciudadanos).
La consulta popular también quedó dentro del esquema aprobado. Será el presidente de la República, el 33% de los integrantes de cualquiera de las Cámaras o un grupo de ciudadanos que cuente con el apoyo del 1% de los electores de la lista nominal quienes podrán iniciar ese procedimiento.
Los diputados aprobaron también que, en caso de falta absoluta del presidente de la República, sea el secretario de Gobernación, el secretario de Hacienda o el secretario de Relaciones Exteriores –en ese orden, cada uno a falta del anterior- quienes lo sustituyan en el cargo en tanto el Congreso se erige en Colegio Electoral y designa a un presidente interino, provisional o sustituto, según sea el caso.
El proyecto de dictamen incluye también la posibilidad de que, cuando el presidente de la República ha resultado electo y no puede tomar protesta ante el Congreso de la Unión, pueda hacerlo ante el Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Este punto fue apoyado por el PAN y el PRD –este último se había manifestado en contra al principio.
Se aprobó también la figura de iniciativa preferente, que se refiere a la posibilidad de que el presidente de la República pueda señalar dos de sus iniciativas como prioritarias para ser aprobadas en un periodo ordinario de sesiones, y para las que el Congreso tendrá a más tardar 30 días para dictaminar.
Además aprobaron que el Senado ratifique a los comisionados de los órganos reguladores del Estado: la Comisión Reguladora de Energía; la Comisión Federal de Competencia (Cofeco); y la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).
Finalmente, la Comisión de Puntos Constitucionales avaló aumentar el piso de votación mínima para mantener la cláusula de gobernabilidad en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal de un 30 a un 40%.
Estos puntos aún estarán en discusión, pues en los próximos días la Comisión de Puntos Constitucionales deberá trabajar en conjunto con la Comisión de Gobernación –y tener la opinión de la Comisión de Participación Ciudadana- para que se apruebe el dictamen.
Una vez aprobado, será llevado al pleno de la Cámara baja, donde deberá tener el voto de las dos terceras partes de los diputados (333 votos), ya que se trata de cambios a la Constitución Mexicana.
La reforma política ha ido perdiendo aspectos fundamentales conforme avanza en el interminable camino legislativo.
Cuando la dictaminó el Senado, quedó fuera la posibilidad de realizar elecciones con una segunda vuelta en elecciones cerradas, como ocurre en países como Argentina, Colombia y Chile y que podrían terminar con el problema de legitimidad en caso de elcciones cerradas, como fue el caso de 2006, donde Felipe Calderón ganó por 0.56% de los votos.
También se dejó fuera desde su aprobación en el Senado la reducción del Congreso, acotar el fuero legislativo y la ratificación de los miembros del gabinete por parte del congreso.
Resuelven votación bajo presión
El tema más álgido de la discusión de la Reforma Política fue la reelección consecutiva de legisladores y alcaldes que, al final, el PRI logró eliminar.
Luego de un intenso debate en el que estuvieron presentes activistas que estaban a favor de la reelección, uno a uno los legisladores expresaron el sentido de su voto. En una primera ronda, la votación quedó empatada 14 votos contra 14. De último momento llegó la diputada perredista Dina Herrera Soto, quien sin conocer muy bien qué se votaba, al ver que sus compañeros votaban a favor, lo hizo ella también.
Al quedar empatada la votación, el reglamento de la Cámara baja señala que se debe volver a votar.
Antes de la segunda votación, el vicecoordinador priista José Ramón Martel –quien no forma parte de la Comisión- llegó al salón donde se desarrollaba la discusión y se sentó junto a Dina Herrera, la diputada perredista que no estaba muy segura de apoyar la reelección. Ahí la instruyó para que votara en contra de la reelección.
“Diles en contra”, dijo Martel a Herrera, tal como consta en una grabación en poder de CNNMéxico.
Al escuchar eso, el panista Mario Alberto Becerra Pocoroba, que se encontraba sentado al otro lado de Herrera Soto, reclamó la injerencia y la presión del priista contra la diputada perredista.
“Quiero dejar constancia de que el diputado Martel está tratando de inducir el voto de la diputada desde hace 10 minutos; aquí si estamos tratando de jugar, que el señor se vaya”, denunció el panista.
Martel no hizo ningún comentario y sólo agachó la cabeza.
Así, la legisladora perredista decidió cambiar el sentido de su voto y convertirlo en una abstención, y dijo que no recibió ninguna coacción.
“Me rebelo a aceptar que se piense que soy una persona que no razona, claro que razono, la gente que me conoce sabe que soy un ser pensante”, dijo Herrera al anunciar su abstención.
De inmediato, los activistas que se encontraban presentes increparon a la legisladora perredista.
“¡Vendida!” “¡No sabe lo que está votando!”, le reclamaron algunos de los presentes.
Minutos más tarde, Herrera Soto reclamó los reproches que recibió de los activistas y dijo que ella nunca ha estado a favor de la reelección.
“No se vale que la gente que está aquí presente traiga grupos y esos grupos me estén presionando; me molestó que ustedes insinuaran que tanto el diputado Martel como el diputado Pocoroba estaban coaccionando mi voto, eso es mentira”, dijo antes de abandonar la discusión, a la que regresaría unos minutos más tarde.
Tras ella salieron también algunos de los activistas presentes, entre ellos Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la organización Alto al Secuestro, quien dijo que las organizaciones civiles prepararán movilizaciones para cobrar “el agravio” en las urnas el próximo año.
“Traían muy bien armado su teatrito y yo lo que exhorto es a cobrarle a cada uno de los diputados y a cada una de las fracciones parlamentarias lo que acabamos de vivir.
"Le dieron la espalda a la democracia, le dieron la espalda a la ciudadanía, se les olvida por qué están aquí en este recinto”, señaló Miranda de Wallace.
Más tarde, en entrevista, José Ramón Martel negó haber presionado a Herrera Soto y dijo que sólo la llamó a seguir sus convicciones.
“Le comenté a Dina que qué estaba pasando y me dijo que ella quería votar en el sentido del no a la reelección y sí a una consulta.
“Le dije: ‘Dina, yo creo que tú debes defender tu libertad, nadie puede venir a presionarte para que cambies el sentido de tu voto pero sobre todo, nadie tiene derecho a venir a que claudiques de tus ideales, de tu forma de pensar’”, relató Martel.
Pero por esa abstención, la reelección ya había quedado fuera del dictamen que se discutía.
Armando Ríos Piter, coordinador de los legisladores del PRD, dijo que el voto de los perredistas sería a favor de la reelección, por lo que ante su abstención, Herrera Soto será relevada de la Comisión de Puntos Constitucionales y en su lugar se enviará a Israel Madrigal, otro legislador por Michoacán –suplente de Julio César Godoy, el diputado desaforado por sus presuntos vínculos con la delincuencia organizada.
Por mayoría de votos, los priistas consiguieron dejar fuera la reelección inmediata de legisladores y alcaldes, además de eliminar la posibilidad de que el presidente de la República aplique el veto al Presupuesto de Egresos de la Federación y no permitir la reconducción presupuestal.
El proyecto de dictamen –que todavía deberá discutirse en conjunto con la Comisión de Gobernación- avaló ocho de los 11 temas que contenía la minuta que fue enviada por el Senado de la República.
Entre los puntos que se aprobaron está la posibilidad de que existan las candidaturas ciudadanas para que las personas que no pertenecen a ningún partido político puedan participar en los procesos electorales.
Sin embargo, este punto quedó como optativo para las diferentes entidades del país, pues fue dejado por los diputados a la decisión de las legislaturas locales, quienes tendrán que legislar para que se pueda concretar su ejecución.
Se aprobó también que los ciudadanos tengan la posibilidad de enviar iniciativas al Congreso de la Unión. Para que un conjunto de ciudadanos tenga acceso a esta posibilidad será necesario contar con el apoyo del 0.13% (actualmente 99, 007 ciudadanos) del listado nominal –el Senado proponía que el porcentaje fuera del 0.25 (190,399 ciudadanos).
La consulta popular también quedó dentro del esquema aprobado. Será el presidente de la República, el 33% de los integrantes de cualquiera de las Cámaras o un grupo de ciudadanos que cuente con el apoyo del 1% de los electores de la lista nominal quienes podrán iniciar ese procedimiento.
Los diputados aprobaron también que, en caso de falta absoluta del presidente de la República, sea el secretario de Gobernación, el secretario de Hacienda o el secretario de Relaciones Exteriores –en ese orden, cada uno a falta del anterior- quienes lo sustituyan en el cargo en tanto el Congreso se erige en Colegio Electoral y designa a un presidente interino, provisional o sustituto, según sea el caso.
El proyecto de dictamen incluye también la posibilidad de que, cuando el presidente de la República ha resultado electo y no puede tomar protesta ante el Congreso de la Unión, pueda hacerlo ante el Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Este punto fue apoyado por el PAN y el PRD –este último se había manifestado en contra al principio.
Se aprobó también la figura de iniciativa preferente, que se refiere a la posibilidad de que el presidente de la República pueda señalar dos de sus iniciativas como prioritarias para ser aprobadas en un periodo ordinario de sesiones, y para las que el Congreso tendrá a más tardar 30 días para dictaminar.
Además aprobaron que el Senado ratifique a los comisionados de los órganos reguladores del Estado: la Comisión Reguladora de Energía; la Comisión Federal de Competencia (Cofeco); y la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).
Finalmente, la Comisión de Puntos Constitucionales avaló aumentar el piso de votación mínima para mantener la cláusula de gobernabilidad en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal de un 30 a un 40%.
Estos puntos aún estarán en discusión, pues en los próximos días la Comisión de Puntos Constitucionales deberá trabajar en conjunto con la Comisión de Gobernación –y tener la opinión de la Comisión de Participación Ciudadana- para que se apruebe el dictamen.
Una vez aprobado, será llevado al pleno de la Cámara baja, donde deberá tener el voto de las dos terceras partes de los diputados (333 votos), ya que se trata de cambios a la Constitución Mexicana.
La reforma política ha ido perdiendo aspectos fundamentales conforme avanza en el interminable camino legislativo.
Cuando la dictaminó el Senado, quedó fuera la posibilidad de realizar elecciones con una segunda vuelta en elecciones cerradas, como ocurre en países como Argentina, Colombia y Chile y que podrían terminar con el problema de legitimidad en caso de elcciones cerradas, como fue el caso de 2006, donde Felipe Calderón ganó por 0.56% de los votos.
También se dejó fuera desde su aprobación en el Senado la reducción del Congreso, acotar el fuero legislativo y la ratificación de los miembros del gabinete por parte del congreso.
Resuelven votación bajo presión
El tema más álgido de la discusión de la Reforma Política fue la reelección consecutiva de legisladores y alcaldes que, al final, el PRI logró eliminar.
Luego de un intenso debate en el que estuvieron presentes activistas que estaban a favor de la reelección, uno a uno los legisladores expresaron el sentido de su voto. En una primera ronda, la votación quedó empatada 14 votos contra 14. De último momento llegó la diputada perredista Dina Herrera Soto, quien sin conocer muy bien qué se votaba, al ver que sus compañeros votaban a favor, lo hizo ella también.
Al quedar empatada la votación, el reglamento de la Cámara baja señala que se debe volver a votar.
Antes de la segunda votación, el vicecoordinador priista José Ramón Martel –quien no forma parte de la Comisión- llegó al salón donde se desarrollaba la discusión y se sentó junto a Dina Herrera, la diputada perredista que no estaba muy segura de apoyar la reelección. Ahí la instruyó para que votara en contra de la reelección.
“Diles en contra”, dijo Martel a Herrera, tal como consta en una grabación en poder de CNNMéxico.
Al escuchar eso, el panista Mario Alberto Becerra Pocoroba, que se encontraba sentado al otro lado de Herrera Soto, reclamó la injerencia y la presión del priista contra la diputada perredista.
“Quiero dejar constancia de que el diputado Martel está tratando de inducir el voto de la diputada desde hace 10 minutos; aquí si estamos tratando de jugar, que el señor se vaya”, denunció el panista.
Martel no hizo ningún comentario y sólo agachó la cabeza.
Así, la legisladora perredista decidió cambiar el sentido de su voto y convertirlo en una abstención, y dijo que no recibió ninguna coacción.
“Me rebelo a aceptar que se piense que soy una persona que no razona, claro que razono, la gente que me conoce sabe que soy un ser pensante”, dijo Herrera al anunciar su abstención.
De inmediato, los activistas que se encontraban presentes increparon a la legisladora perredista.
“¡Vendida!” “¡No sabe lo que está votando!”, le reclamaron algunos de los presentes.
Minutos más tarde, Herrera Soto reclamó los reproches que recibió de los activistas y dijo que ella nunca ha estado a favor de la reelección.
“No se vale que la gente que está aquí presente traiga grupos y esos grupos me estén presionando; me molestó que ustedes insinuaran que tanto el diputado Martel como el diputado Pocoroba estaban coaccionando mi voto, eso es mentira”, dijo antes de abandonar la discusión, a la que regresaría unos minutos más tarde.
Tras ella salieron también algunos de los activistas presentes, entre ellos Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la organización Alto al Secuestro, quien dijo que las organizaciones civiles prepararán movilizaciones para cobrar “el agravio” en las urnas el próximo año.
“Traían muy bien armado su teatrito y yo lo que exhorto es a cobrarle a cada uno de los diputados y a cada una de las fracciones parlamentarias lo que acabamos de vivir.
"Le dieron la espalda a la democracia, le dieron la espalda a la ciudadanía, se les olvida por qué están aquí en este recinto”, señaló Miranda de Wallace.
Más tarde, en entrevista, José Ramón Martel negó haber presionado a Herrera Soto y dijo que sólo la llamó a seguir sus convicciones.
“Le comenté a Dina que qué estaba pasando y me dijo que ella quería votar en el sentido del no a la reelección y sí a una consulta.
“Le dije: ‘Dina, yo creo que tú debes defender tu libertad, nadie puede venir a presionarte para que cambies el sentido de tu voto pero sobre todo, nadie tiene derecho a venir a que claudiques de tus ideales, de tu forma de pensar’”, relató Martel.
Pero por esa abstención, la reelección ya había quedado fuera del dictamen que se discutía.
Armando Ríos Piter, coordinador de los legisladores del PRD, dijo que el voto de los perredistas sería a favor de la reelección, por lo que ante su abstención, Herrera Soto será relevada de la Comisión de Puntos Constitucionales y en su lugar se enviará a Israel Madrigal, otro legislador por Michoacán –suplente de Julio César Godoy, el diputado desaforado por sus presuntos vínculos con la delincuencia organizada.
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