jueves, 17 de noviembre de 2011

Reforzarán nuestro país y Uruguay lazos sociales políticos y comerciales



EL HERALDO DE CHIHUAHUA



Guadalajara, Jal.- En una cálida mañana tapatía, el presidente Felipe Calderón dio la bienvenida oficial al país a su homólogo de la República Oriental del Uruguay, José Mujica Cordano. Quien agradeció al México que supo darle refugio, techo, comida y raíces "a muchos compatriotas que buscaron el amparo de esta República". Y le pidió que México no se resigna a estar lejos y que no se aleje jamás de las familias que integran las repúblicas latinoamericanas.

Desde el patio mayor de este imponente Instituto Cultural Cabañas, obra del insigne Manuel Tolsá y donde en su capilla guarda el tesoro de los murales de José Clemente Orozco, sobre todo el "Hombre de Fuego", el presidente Calderón a quien acompañó su esposa, la señora Margarita Zavala, agradeció al mandatario uruguayo "el enorme esfuerzo para realizar esta primera visita de Estado a México, sobre todo tan cerca de que entró en vigor la Asociación Estratégica entre ambas naciones, el pasado 21 de septiembre".

El presidente Calderón le dijo a su invitado que con este encuentro se fortalecerán los lazos y valores compartidos. "Esta es su casa. Lo recibimos con los brazos abiertos, con mucho cariño, con mucho respeto y con gran admiración".

"Lo recibimos en este maravilloso edificio, declarado por la UNESCO, Patrimonio Cultural de la Humanidad, que no sólo es único en su diseño, sino también por sus murales, obras de José Clemente Orozco, de los más relevantes artistas plásticos que ha dado México y que plasmó en este edificio, la historia de nuestra nación, describiendo la Conquista, la Colonia y los tiempos modernos.

El Ejecutivo federal comentó que aquí está plasmado, en sus muros, el derrotero de México para encontrar su libertad, el más grande patrimonio de nuestra nación.

Así, enfatizó que mexicanos y uruguayos "Nos reconocemos y unimos en los ideales de libertad. Nos reconocemos y unimos en los ideales de la democracia y de justicia. Nos reconocemos y unimos en los ideales que enarbolaron héroes universales de la talla de José Artigas y de Miguel Hidalgo.

Se dijo convencido de que mexicanos y uruguayos trabajarán juntos, como siempre lo hemos hecho, para abrir nuevas sendas de libertad y justicia a nuestros pueblos, para construir un futuro compartido de esperanza y de prosperidad, para estrechar nuestra profunda identidad latinoamericana, de la cual los mexicanos nos sentimos profundamente orgullosos.

Esta visita confirma el amplio entendimiento político que caracteriza esta relación entre las dos naciones así como la voluntad de mantener siempre viva, nuestra amistad y solidaridad, manifestó el presidente Calderón.

* Muy poeta el Presidente

Más poeta que presidente de la República Oriental del Uruguay, el señor Mujica Cordano, agradeció la bienvenida y comentó: "Nuestra venida, naturalmente y no somos tan poetas como desinteresados para recorrer tantos kilómetros, busca unir en un abrazo a estos dos pueblos".

Directo, con palabras más bien comedidas, el Primer Mandatario uruguayo le dijo al presidente Felipe Calderón que "tienen allá en el sur, que habla castellano y piensa en la misma lengua, un pueblo y una sociedad amiga que no se resigna a que México esté lejos y que siempre no sólo serán amigos, sino que tenderán la mano para que México no se aleje jamás de las familias, de las Repúblicas que piensan en castellano o en formas parecidas".

Hombre mayor, quien por quebrantos de salud no podía resistir la altura de la Ciudad de México y resulta que la de esta capital tapatía, resultó amigable.

Visita de Estado, en la que propio Jefe de Estado de la República Oriental del Uruguay reconoció que esta visita no obedece a que son poetas o desinteresados, para hacer tantos kilómetros. "Nos alberga un interés profundo. Tenemos necesidades comerciales como cualquier sociedad y pueblo y miramos a México".

Y enfatizó: "Tenemos que unir en un abrazo y agradecer la bienvenida, porque señor Presidente, nadie va a desconfiar del imperialismo uruguayo, hasta por una razón de dimensiones".

Alertó contra la globalización, que es un hecho que no equivale a fraternidad y justicia, sino que equivale a que los más fuertes establecen en gran medida sus parámetros.

Llamó a que América Latina tenga una voz para defender sus intereses en común "no para ofender a nadie sino para tener una fuerza de presencia en un ámbito internacional, que cada día estrujan más y más".

Luego indicó que si hay una de las tradiciones más hondas que ha quedado como reflejo de nuestra formación y nuestro conocimiento histórico es que México, casi como nadie, ha cultivado a lo largo de muchas décadas, una política de brazos abiertos para todos los perseguidos del mundo, al ofrecer su sociedad, su convivencia y exigiendo siempre una cosa elemental: que no se introduzcan en los pleitos internos de México.

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