sábado, 12 de noviembre de 2011

La sequía en el norte de México afecta a las poblaciones indígenas

CNNMEXICO


Unos 3,000 de los 10,000 niños que habitan en El Mezquital, un municipio de Durango, presentan desnutrición

EL MEZQUITAL, Durango — El norte de México vive la peor sequía en 70 años, lo que, además de la industria, afecta a las poblaciones indígenas asentadas ahí, que dependen de la agricultura y la ganadería.

Una de ellas es El Mezquital, un municipio de unos 30,000 habitantes en el estado de Durango, donde predominan comunidades indígenas de tepehuanos, huicholes, coras y mexicaneros.

Según las autoridades locales, al menos el 30% de los niños que hay en el poblado ya presentan señales de desnutrición, “algunos de forma más severa que otros", dijo Faustino Reyes, alcalde de la ciudad, a CNNMéxico.

El funcionario asegura que hay escasez de agua y alimentos básicos como el maíz y el frijol y acusa que los apoyos del gobierno federal han sido inconstantes.

El titular del programa social contra la pobreza Oportunidades, en Durango, Sergio Tejeda, asegura que cada dos meses entregan becas económicas desde 1,500 hasta 4,000 pesos en estos poblados, además de ayuda alimentaria, pero los tepehuanos dijeron a CNNMéxico que no han recibido este beneficio desde hace cuatro meses.

La entrega de víveres es complicada, debido a que gran parte de las comunidades indígenas de El Mezquital están ubicadas en puntos de difícil acceso, en medio de la Sierra Madre Occidental, una cadena montañosa en el oeste mexicano.

El pueblo de Candelaria del Alto, donde viven unos 500 tepehuanos y el frío puede llegar hasta los cero grados centígrados, se ve diferente en comparación al año pasado.

"No tenemos dinero, agua, comida, ni trabajo. Los niños se van a la escuela sin comer y se están enfermando, ya están flacos", contó Rito, un campesino que posee unas 80 hectáreas, donde su familia siempre ha sembrado maíz. De las seis vacas que poseían, ya solo viven dos que solo pueden alimentarse de nopales (cactus).

Irene Limones, la doctora encargada de la clínica comunitaria en Candelaria del Alto y quien asiste en el pueblo hasta ocho días cada mes, de los 200 niños indígenas que conforman la comunidad, 17 ya presentan problemas severos de desnutrición y están en riesgo de morir en caso de no alimentarse debidamente.

En una temporada normal, reciben atención médica en promedio dos o tres menores desnutridos.

Limones dice que es urgente que lleguen los víveres por parte de las autoridades federales, "antes de que inicie la racha de muertes”.

“Abajo, en los otros pueblos, hay niños que tienen el mismo problema y sus padres ignoran la gravedad de la situación. Por hambre se están enfermando los pequeños y después será la gente mayor. Urge que apoyen con alimento a los indígenas".

Otro caso es el de Juan, un hombre de 87 años que debe caminar un kilómetro para traer agua de un estanque que está a unos días de secarse. Uno de sus nietos presenta tercer grado de desnutrición, lo que ocurre cuando el peso corporal del enfermo es menor al 60% del esperado para la edad.

"No tenemos alimento, tengo miedo porque esto nunca había pasado". Juan está por vender la última vaca de 20 cabezas de ganado que tenía hace dos meses.

Este miércoles, las autoridades federales activaron los primeros programas para reducir las consecuencias de la sequía.

Los estados afectados son Durango, Chihuahua, Baja California, Coahuila, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas y Zacatecas, cuyos gobiernos ya solicitaron a la Cámara de Diputados la constitución de un Fondo Especial de Atención a la Sequía por 10,000 millones de pesos en el Presupuesto de Egresos 2012.

Mientras, la Secretaría de Desarrollo Social activó un programa de abastecimiento para 1,500 comunidades en 28 entidades del país, incluido Durango.

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