TELEVISA
El cardenal Norberto Rivera pide a criminales arrepentirse para alcanzar perdón; lanza un 'ya basta' a la violencia
CIUDAD DE MÉXICO, México.- En la solemnísima Misa Crismal de Jueves Santo, el cardenal Norberto Rivera hizo un llamado enérgico y suplicante a los criminales para que se conviertan y dejen de matar, extorsionar y corromper.
El arzobispo primado de México les recordó que la vida humana es sagrada, por lo cual nadie puede destruirla o vejarla sin ofender a Dios y condenarse eternamente, pero al mismo tiempo les hizo ver que tienen una esperanza de perdón si se arrepienten.
La Misa Crismal, en la que se consagran los Santos Oleos y que sirve para refrendar la comunión entre los sacerdotes y su obispo y con la comunidad a la que sirven, fue aprovechada por el jerarca para clamar un "ya basta" a la "descomunal y demencial violencia" que se vive en el país.
Lamentó que el grito de miles de compatriotas no alcance a romper la sordera de los criminales ni de las autoridades corruptas, o de aquellos que pudiendo hacer algo, sólo contemplan o huyen ante la ambición desmedida de quienes quieren dinero y codicia, origen diabólico de tantas calamidades y sufrimientos.
Reiteró que la misión de la Iglesia ante estas condiciones es preservar la fe, dar ánimo y esperanza para hacer renacer la caridad, el perdón y el amor fraterno.
En su homilía desde el Altar Mayor de la Catedral Metropolitana, Norberto Rivera advirtió que la única salida a la crisis presente es abrazar los valores del Evangelio, la misericordia, la conversión y el amor.
El jerarca católico hizo un llamado a los criminales para que se conviertan, dejen de hacer el mal y aprendan a hacer el bien, "pues de otra manera emprenderán el camino a la condenación eterna".
En esta celebración de Jueves Santo participó todo el presbiterio de la Arquidiócesis de México, cuyos miembros renovaron sus promesas sacerdotales frente a su pastor.
De igual forma se bendijeron también los santos óleos de los enfermos y de los catecúmenos, al tiempo que fue consagrado el Santo Crisma.
Por la tarde, siguiendo los ritos de Semana Santa, el cardenal Norberto Rivera presidirá la ceremonia de la Cena del Señor y posteriormente se realizará la Hora Santa frente al Monumento Eucarístico.
CIUDAD DE MÉXICO, México.- En la solemnísima Misa Crismal de Jueves Santo, el cardenal Norberto Rivera hizo un llamado enérgico y suplicante a los criminales para que se conviertan y dejen de matar, extorsionar y corromper.
El arzobispo primado de México les recordó que la vida humana es sagrada, por lo cual nadie puede destruirla o vejarla sin ofender a Dios y condenarse eternamente, pero al mismo tiempo les hizo ver que tienen una esperanza de perdón si se arrepienten.
La Misa Crismal, en la que se consagran los Santos Oleos y que sirve para refrendar la comunión entre los sacerdotes y su obispo y con la comunidad a la que sirven, fue aprovechada por el jerarca para clamar un "ya basta" a la "descomunal y demencial violencia" que se vive en el país.
Lamentó que el grito de miles de compatriotas no alcance a romper la sordera de los criminales ni de las autoridades corruptas, o de aquellos que pudiendo hacer algo, sólo contemplan o huyen ante la ambición desmedida de quienes quieren dinero y codicia, origen diabólico de tantas calamidades y sufrimientos.
Reiteró que la misión de la Iglesia ante estas condiciones es preservar la fe, dar ánimo y esperanza para hacer renacer la caridad, el perdón y el amor fraterno.
En su homilía desde el Altar Mayor de la Catedral Metropolitana, Norberto Rivera advirtió que la única salida a la crisis presente es abrazar los valores del Evangelio, la misericordia, la conversión y el amor.
El jerarca católico hizo un llamado a los criminales para que se conviertan, dejen de hacer el mal y aprendan a hacer el bien, "pues de otra manera emprenderán el camino a la condenación eterna".
En esta celebración de Jueves Santo participó todo el presbiterio de la Arquidiócesis de México, cuyos miembros renovaron sus promesas sacerdotales frente a su pastor.
De igual forma se bendijeron también los santos óleos de los enfermos y de los catecúmenos, al tiempo que fue consagrado el Santo Crisma.
Por la tarde, siguiendo los ritos de Semana Santa, el cardenal Norberto Rivera presidirá la ceremonia de la Cena del Señor y posteriormente se realizará la Hora Santa frente al Monumento Eucarístico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario