viernes, 8 de abril de 2011

6 horas de bloqueo... y la autoridad nunca llegó

MILENIO

El conflicto surgió por el proyecto de Ferromex de colocar una malla de 45 metros. No hubo diálogo, por lo que los inconformes se retiraron con la advertencia de regresar hoy.

Por seis horas, vecinos de la zona centro bloquearon los accesos al distribuidor vial del Boulevard Allende, sin que llegara una autoridad para terminar con la situación, o poner orden; en el sitio se registraron dos riñas y tres conatos más, además del caos vial.

A las 10 de la mañana, ya hacía un calor infernal debajo del distribuidor vial del Boulevard Allende, columna vertebral del municipio de Altamira. Los vecinos iban decididos a todo, llevaban sillas, cuerdas, pancartas y sombrillas.

La verdad es que, al principio, eran poco más de 50 manifestantes, quienes en primera instancia bloquearon los accesos laterales del distribuidor vial.

La queja versa en que Ferromex decidió cercar 45 metros de sus derechos de vía, lo que impedirá el acceso a los automóviles por debajo del puente, sitio que, además, es el patio de maniobras de la empresa.

La situación afectará el acceso a por lo menos 30 colonias, cuyos moradores ahora tendrán que rodear para poder llegar a sus casas.

Los vecinos estuvieron tranquilos por dos horas; tenían la esperanza de que llegara una autoridad, pese a que el bloqueo de las laterales no provocó gran caos vehicular.

Mientras, César Gallegos, quien encabezaba la protesta, llama una y otra vez por celular.

Tras dos horas de bloqueo de los accesos laterales, no llegaron siquiera unidades de Tránsito, para avisar a los automovilistas lo que ocurría.


El sol quemaba más ya era medio día, y nadie del Ayuntamiento se había presentado para dialogar con los manifestantes, quienes tras una reunión, comenzaron a mover sillas y mecates, y justo cuando todos pensaban que ya se había terminado el movimiento, se instalaron en los accesos superiores.

Entonces, el tráfico vehicular comenzó, y los automovilistas comenzaron a pelear con los manifestantes, quienes ya para entonces reclamaban la presencia del alcalde, Pedro Carrillo, mientras discutían y abucheaban a los que habían quedado atrapados en el tráfico.

Como pudieron, algunos automovilistas, atrapados en el carril de sur a norte, en contra ruta decidieron bajar del puente, otros se brincaron el camellón para tomar el carril contrario; todo ello sin que Tránsito estuviera presente.

Una hora más tarde, por fin apareció una patrulla de Tránsito, pero tal parece que no fue informada del bloqueo, pues quedó atrapada en el tráfico del puente. Así que los agentes tuvieron que bajar de su unidad y comenzar a coordinar acciones para que su camioneta pudiera salir.

Justo, en ese momento, un automovilista molesto bajó de su camioneta, e intentó hablar con un regidor para pedir que quitaran a los manifestantes, pero fue ignorado, no le quedó más que retirarse del lugar.

En la discusión, uno de los manifestantes tocó el rostro de un comerciante de tortas, que había manifestado tener pérdidas de venta por el bloqueo; éste, unos minutos después, llegó con un palo, queriendo golpear a su agresor y se agarraron a golpes. Fueron separados por los mismos vecinos, pues no había alguna autoridad, que pusiera orden a la situación.

Como a la una de la tarde llegaron dos elementos más de Tránsito en una patrulla, para desviar el tráfico de norte a sur, y una patrulla de la Policía Metropolitana que se paró a tres cuadras del lugar.

Ya para entonces, los manifestantes habían dejado pasar algunos autobuses, y en todo momento accedieron a que ambulancias y los Bomberos pasaran. Para las dos de la tarde nadie del municipio, ni el alcalde, que sostenía una reunión, ni el secretario técnico, ni el ejecutivo, ni el de Desarrollo Urbano u Obras Públicas habían entablado diálogo con los manifestantes.

A las tres de la tarde, los inconformes decidieron retirarse del lugar, pero amenazaron con bloquear de nuevo, hoy a partir de las siete de la mañana, situación que, advirtieron, repetirán los siguientes días, hasta que sean escuchados por las autoridades municipales. Esta situación comenzó el lunes 4 de abril, luego que empezaran los trabajos para la rehabilitación de las vías que cruzan bajo el distribuidor vial del Boulevard Allende, y que se anunciara la instalación de una malla, que impediría el paso a los automóviles por debajo del puente.

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