GUADALAJARA, México, nov 27, 2009.- El alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, dijo hoy que ganar la guerra a los carteles mexicanos del narcotráfico requerirá "mucho más que dos o tres (helicópteros) Blackhawks", en alusión a la Iniciativa Mérida.
"Nuestros propios políticos han armado a los carteles", lamentó Villaraigosa en el discurso que presentó en la cátedra Julio Cortázar de la Universidad de Guadalajara, acompañado por el escritor mexicano Carlos Fuentes.
El político, de raíces mexicanas, se encuentra en Guadalajara para promocionar la participación de Los Ángeles en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), que se extiende desde mañana hasta el próximo 6 de diciembre.
El alcalde angelino, que habló en español, propuso la prohibición federal en Estados Unidos de las armas de asalto estilo militar, revocada por el Gobierno del anterior presidente, George W. Bush.
De acuerdo con las autoridades de México, la mayoría de las armas -el 90 por ciento, citó Villaraigosa- incautadas a los sicarios de la droga fueron compradas en Estados Unidos, donde es posible conseguirlas legalmente.
Gran parte de los decomisos corresponde a fusiles de alto poder; el AK-47, llamado "cuerno de chivo" en México, es una de las armas habituales del narcotráfico, cualquiera que sea el cartel.
A través de la Iniciativa Mérida, el Gobierno estadounidense proporcionará a México en el trienio 2008-2010 armamento y capacitación por valor de 1,400 millones de dólares para la lucha antidroga.
En esta dotación se incluyen helicópteros de combate Blackhawk, de ahí la alusión de Villaraigosa.
La violencia de los carteles ha dejado en tres años más de 15 mil muertos en México, especialmente en la frontera norte, de acuerdo con cifras extraoficiales.
Los carteles mexicanos, según el alcalde angelino, ya dominan el mercado de venta de droga al por mayor en Estados Unidos. El país está considerado el primer consumidor de drogas en el mundo.
El 70 por ciento de los ingresos de los señores mexicanos de la droga, apuntó Villaraigosa, procede de la venta de marihuana a EU. "Nosotros estamos enriqueciendo a los carteles", admitió.
Durante sus visitas a México este año, tanto el presidente estadounidense, Barack Obama, como su secretaria de Estado, Hillary Clinton, han concedido que el ascenso de los carteles y la lucha antidroga han de ser una responsabilidad compartida con México.
Villaraigosa afirmó que la guerra contra el narcotráfico afectará a la prosperidad de ambos países, que puede potenciarse más estrechando lazos comerciales, para asegurar "un doble triunfo".
El político se mostró también partidario de aprobar de una vez por todas una reforma migratoria para "sacar a doce millones de personas de las sombras".
En este sentido abundó asimismo el escritor Carlos Fuentes, impulsor de la cátedra Julio Cortázar junto al Nobel colombiano de Literatura, Gabriel García Márquez.
Ambos donaron la asignación económica que el Gobierno da a los creadores -García Márquez reside en México desde hace décadas- para establecer la cátedra en 1994.
"La migración es una realidad, merece una legalidad que nos sea útil a todos", dijo Fuentes. Concibió en la obligación de México de dotar a sus ciudadanos de oportunidades de empleo para ayudar al desarrollo de la nación, ya que los que se van a Estados Unidos lo hacen en muchas ocasiones por falta de oportunidades.
El literato, que tomará parte en varias actividades de la FIL (el año pasado fue el gran homenajeado en ella), apoyó "construir México de abajo hacia arriba", refundando la República.
"Nuestros propios políticos han armado a los carteles", lamentó Villaraigosa en el discurso que presentó en la cátedra Julio Cortázar de la Universidad de Guadalajara, acompañado por el escritor mexicano Carlos Fuentes.
El político, de raíces mexicanas, se encuentra en Guadalajara para promocionar la participación de Los Ángeles en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), que se extiende desde mañana hasta el próximo 6 de diciembre.
El alcalde angelino, que habló en español, propuso la prohibición federal en Estados Unidos de las armas de asalto estilo militar, revocada por el Gobierno del anterior presidente, George W. Bush.
De acuerdo con las autoridades de México, la mayoría de las armas -el 90 por ciento, citó Villaraigosa- incautadas a los sicarios de la droga fueron compradas en Estados Unidos, donde es posible conseguirlas legalmente.
Gran parte de los decomisos corresponde a fusiles de alto poder; el AK-47, llamado "cuerno de chivo" en México, es una de las armas habituales del narcotráfico, cualquiera que sea el cartel.
A través de la Iniciativa Mérida, el Gobierno estadounidense proporcionará a México en el trienio 2008-2010 armamento y capacitación por valor de 1,400 millones de dólares para la lucha antidroga.
En esta dotación se incluyen helicópteros de combate Blackhawk, de ahí la alusión de Villaraigosa.
La violencia de los carteles ha dejado en tres años más de 15 mil muertos en México, especialmente en la frontera norte, de acuerdo con cifras extraoficiales.
Los carteles mexicanos, según el alcalde angelino, ya dominan el mercado de venta de droga al por mayor en Estados Unidos. El país está considerado el primer consumidor de drogas en el mundo.
El 70 por ciento de los ingresos de los señores mexicanos de la droga, apuntó Villaraigosa, procede de la venta de marihuana a EU. "Nosotros estamos enriqueciendo a los carteles", admitió.
Durante sus visitas a México este año, tanto el presidente estadounidense, Barack Obama, como su secretaria de Estado, Hillary Clinton, han concedido que el ascenso de los carteles y la lucha antidroga han de ser una responsabilidad compartida con México.
Villaraigosa afirmó que la guerra contra el narcotráfico afectará a la prosperidad de ambos países, que puede potenciarse más estrechando lazos comerciales, para asegurar "un doble triunfo".
El político se mostró también partidario de aprobar de una vez por todas una reforma migratoria para "sacar a doce millones de personas de las sombras".
En este sentido abundó asimismo el escritor Carlos Fuentes, impulsor de la cátedra Julio Cortázar junto al Nobel colombiano de Literatura, Gabriel García Márquez.
Ambos donaron la asignación económica que el Gobierno da a los creadores -García Márquez reside en México desde hace décadas- para establecer la cátedra en 1994.
"La migración es una realidad, merece una legalidad que nos sea útil a todos", dijo Fuentes. Concibió en la obligación de México de dotar a sus ciudadanos de oportunidades de empleo para ayudar al desarrollo de la nación, ya que los que se van a Estados Unidos lo hacen en muchas ocasiones por falta de oportunidades.
El literato, que tomará parte en varias actividades de la FIL (el año pasado fue el gran homenajeado en ella), apoyó "construir México de abajo hacia arriba", refundando la República.
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