CIUDAD DE MÉXICO, México, sep. 16, 2009.- El sobrevuelo de seis aviones y el lanzamiento de paracaidistas, enmarcados con el saludo militar de la banda de guerra, desprendieron gritos de asombro y aplausos al inicio del desfile militar en el Zócalo capitalino.
La planeación de aterrizaje sobre la plancha del Zócalo de una decena de paracaidistas del Ejército Mexicano durante 10 minutos provocó en ratos gritos y aplausos, así como momentos de silencio por la sorpresa que despertó durante la ejecución de su descenso.
De nuevo se escucharon gritos de emoción de los asistentes al aparecer entre los edificios del Centro Histórico tres helicópteros que descendieron en la plancha de la Plaza de la Constitución.
Mientras la gente buscaba un espacio para admirar el desfile militar, los vendedores "hicieron su agosto" con la venta de cornetas, telescopios y binoculares, que en menos de una hora aumentaron de precio de cinco a 20 pesos.
La planeación de aterrizaje sobre la plancha del Zócalo de una decena de paracaidistas del Ejército Mexicano durante 10 minutos provocó en ratos gritos y aplausos, así como momentos de silencio por la sorpresa que despertó durante la ejecución de su descenso.
De nuevo se escucharon gritos de emoción de los asistentes al aparecer entre los edificios del Centro Histórico tres helicópteros que descendieron en la plancha de la Plaza de la Constitución.
Mientras la gente buscaba un espacio para admirar el desfile militar, los vendedores "hicieron su agosto" con la venta de cornetas, telescopios y binoculares, que en menos de una hora aumentaron de precio de cinco a 20 pesos.
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