Un coche está abandonado en el desierto mexicano a la afueras de Ciudad Juárez, con las puertas y la cajuela abiertas. Dentro de ella, debajo de una sábana, hay un cuerpo. Con las manos atadas. Con una bala en la cabeza.
Esa fue la presentación para el periodista freelance Jeff Antebi de la guerra entre los cárteles de la droga en Ciudad Juárez. El fotógrafo de 40 años, también conocido por ser el fundador de la empresa de música Waxploitation, viajó allá para observar y documentar la violencia que se ha tomado la que muchos llaman la ciudad más violenta del hemisferio occidental.
“Cuando llegué a Juárez”, dice Antebi, “en cuestión de una hora oyendo las comunicaciones policiales, un cuerpo había sido encontrado. Y tal vez 30 minutos después, otro más”.
“Y luego otro cuerpo más. Y para el final del día, había 10. El día siguiente, 10. El día siguiente, 10”.
Más de 2,000 personas han sido asesinadas en Juárez en lo que va de este año, según la policía. Sólo esta semana, dos estudiantes de la Universidad de Texas en El Paso fueron asesinados allá.
El gobierno mexicano estima que alrededor de 28,000 personas han sido asesinadas por los cárteles desde 2007, cuando el presidente mexicano Felipe Calderón les declaró la guerra. Tropas del ejército entraron al combate, y el nivel de violencia de los cárteles ha aumentado dramáticamente en respuesta.
“Los cárteles matan indiscriminadamente”, dice Antebi.
Él llegó a la escena del crimen el pasado diciembre, justo para la temporada navideña. En el pasado, él había fotografiado muchos lugares en donde las personas viven en pobreza y desesperanza, desde los campos de gitanos en Europa hasta las barriadas en Haití y Brasil. Pero en Ciudad Juárez, dice, hay un sentido particular de terror. “Para el residente común promedio de Juárez, su vida está en peligro todos los días”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario