CIUDAD DE MÉXICO, México, abr. 11, 2010.- La Arquidiócesis Primada de México aseguró que ni el Evangelio, ni Cristo, ni su Iglesia están en crisis y, por el contrario, siguen siendo una gran propuesta para la renovación de la humanidad.
En el portal del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), expuso que la Iglesia puede ser desprestigiada por algunos pésimos sacerdotes, quienes con sus malos testimonios y pecados -que en algunos casos también son graves delitos- afectan a los demás.
De igual forma enfrenta las debilidades, los crímenes y pecados de algunos de sus miembros, que el papa Benedicto XVI ha tenido la audacia de denunciar y condenar.
Incluso la Iglesia puede ser debilitada por muchos de sus innegables enemigos externos, que buscan cualquier motivo para atacarla y desplazarla de su presencia pública, al tratar de negarle toda autoridad moral, expuso.
Recordó que el papa Juan Pablo II reconoció que las "fuerzas del mal" pueden actuar en la comunidad cristina, pero también atacan desde afuera a la misma institución y provocan persecuciones, difamaciones o infinidad de obstáculos para impedir su acción.
En el mismo rubro su editorial hace notar lo que llamó "el linchamiento social" lanzado contra la Iglesia Católica, sobre todo en los medios de comunicación, muchas veces deja a esta institución sin derecho a juicio, sin oportunidad de réplica ni concesión alguna.
Pero "los que vaticinan el inminente fin de la Iglesia Católica morirán y sus furiosas críticas y malévolos deseos quedarán en el olvido", mientras que la Iglesia permanecerá firme hasta el final de los tiempos, aseguró la Arquidiócesis.
En este ambiente señaló que la comunidad cristiana debe reflexionar, aceptar sus culpas con humildad y renovarse en su camino de la historia, al tiempo que la Iglesia se purifica de sus debilidades y vuelve a sus más auténticos motivos.
"Con humildad debe aceptar sus culpas, con confianza debe retomar su tarea en el servicio a Cristo y al Evangelio para la propia salvación y la salvación del mundo", enfatizó la Arquidiócesis Primada de México.
De igual forma recordó que "la Iglesia no está para hacer defensa de sí misma, sino para defender los ideales del Evangelio y las propuestas de auténtica realización humana", como el respeto a la vida, a la familia y al matrimonio, así como para preocuparse por los más pobres e indefensos.
En el portal del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), expuso que la Iglesia puede ser desprestigiada por algunos pésimos sacerdotes, quienes con sus malos testimonios y pecados -que en algunos casos también son graves delitos- afectan a los demás.
De igual forma enfrenta las debilidades, los crímenes y pecados de algunos de sus miembros, que el papa Benedicto XVI ha tenido la audacia de denunciar y condenar.
Incluso la Iglesia puede ser debilitada por muchos de sus innegables enemigos externos, que buscan cualquier motivo para atacarla y desplazarla de su presencia pública, al tratar de negarle toda autoridad moral, expuso.
Recordó que el papa Juan Pablo II reconoció que las "fuerzas del mal" pueden actuar en la comunidad cristina, pero también atacan desde afuera a la misma institución y provocan persecuciones, difamaciones o infinidad de obstáculos para impedir su acción.
En el mismo rubro su editorial hace notar lo que llamó "el linchamiento social" lanzado contra la Iglesia Católica, sobre todo en los medios de comunicación, muchas veces deja a esta institución sin derecho a juicio, sin oportunidad de réplica ni concesión alguna.
Pero "los que vaticinan el inminente fin de la Iglesia Católica morirán y sus furiosas críticas y malévolos deseos quedarán en el olvido", mientras que la Iglesia permanecerá firme hasta el final de los tiempos, aseguró la Arquidiócesis.
En este ambiente señaló que la comunidad cristiana debe reflexionar, aceptar sus culpas con humildad y renovarse en su camino de la historia, al tiempo que la Iglesia se purifica de sus debilidades y vuelve a sus más auténticos motivos.
"Con humildad debe aceptar sus culpas, con confianza debe retomar su tarea en el servicio a Cristo y al Evangelio para la propia salvación y la salvación del mundo", enfatizó la Arquidiócesis Primada de México.
De igual forma recordó que "la Iglesia no está para hacer defensa de sí misma, sino para defender los ideales del Evangelio y las propuestas de auténtica realización humana", como el respeto a la vida, a la familia y al matrimonio, así como para preocuparse por los más pobres e indefensos.
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