CIUDAD DE MÉXICO, México, mar. 22, 2010.- El embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhan, reconoció que los hechos de Ciudad Juárez, donde perdieron la vida tres personas vinculadas con el consulado estadounidense, 'tendrá un impacto' en la reunión de funcionarios de alto nivel.
Entrevistado en la víspera de la Reunión de Alto Nivel México-Estados Unidos contra la Delincuencia Organizada, el diplomático mexicano destacó que, si bien la reunión estaba prevista de antemano, los hechos de Ciudad Juárez incidirán en las deliberaciones.
Explicó que, desde su punto de vista, ambos gobiernos deben focalizar esfuerzos, ahondar la cooperación, garantizar que dé resultados y entender el fenómeno de la violencia fronteriza como problema bilateral.
'Es decir, no vamos a poder detener la violencia en Ciudad Juárez si en El Paso (Texas) no cerramos las cuentas bancarias, las casas de los familiares de los delincuentes y no les quitamos las visas', acotó.
En ese sentido, Arturo Sarukhan consideró que los homicidios en aquella ciudad fronteriza deben considerarse como 'un acicate' para garantizar la cooperación con acciones de procuración de justicia y mitigación de la violencia en ambos lados de la línea fronteriza.
Comentó que los cuatro pilares en que han venido trabajando los subsecretarios desde septiembre que se reunieron en Nueva York y por mandato de los cancilleres, son: frontera segura, disminución de la violencia, combate al narcotráfico y restitución del tejido social.
Insistió que lo importante es que la cooperación se traduzca en, verdaderamente, cerrarle el paso a este flagelo, de la mano con los tres niveles de gobierno en México y con la sociedad en su conjunto.
Sin embargo, el diplomático mexicano (quien participará también en la reunión de este martes, al igual que su homólogo estadunidense, Carlos Pascual), aclaró que en ningún momento se plantearía la posibilidad de desplegar al ejército norteamericano en México.
Aseguró que se trata de una cooperación en las vías que se han venido trabajando, de mejorar las capacidades de prevención a la farmacodependencia, combate a la delincuencia y mejoramiento en la procuración de justicia.
'No hay ninguna intención de autorizar el despliegue castrense estadunidense en territorio mexicano, ninguna', insistió.
Cabe destacar que la reunión del martes estaba prevista de antemano. Inclusive, originalmente se pensó hacerla en diciembre de 2009, pero problemas de agendas de los funcionarios lo impidieron.
Entrevistado en la víspera de la Reunión de Alto Nivel México-Estados Unidos contra la Delincuencia Organizada, el diplomático mexicano destacó que, si bien la reunión estaba prevista de antemano, los hechos de Ciudad Juárez incidirán en las deliberaciones.
Explicó que, desde su punto de vista, ambos gobiernos deben focalizar esfuerzos, ahondar la cooperación, garantizar que dé resultados y entender el fenómeno de la violencia fronteriza como problema bilateral.
'Es decir, no vamos a poder detener la violencia en Ciudad Juárez si en El Paso (Texas) no cerramos las cuentas bancarias, las casas de los familiares de los delincuentes y no les quitamos las visas', acotó.
En ese sentido, Arturo Sarukhan consideró que los homicidios en aquella ciudad fronteriza deben considerarse como 'un acicate' para garantizar la cooperación con acciones de procuración de justicia y mitigación de la violencia en ambos lados de la línea fronteriza.
Comentó que los cuatro pilares en que han venido trabajando los subsecretarios desde septiembre que se reunieron en Nueva York y por mandato de los cancilleres, son: frontera segura, disminución de la violencia, combate al narcotráfico y restitución del tejido social.
Insistió que lo importante es que la cooperación se traduzca en, verdaderamente, cerrarle el paso a este flagelo, de la mano con los tres niveles de gobierno en México y con la sociedad en su conjunto.
Sin embargo, el diplomático mexicano (quien participará también en la reunión de este martes, al igual que su homólogo estadunidense, Carlos Pascual), aclaró que en ningún momento se plantearía la posibilidad de desplegar al ejército norteamericano en México.
Aseguró que se trata de una cooperación en las vías que se han venido trabajando, de mejorar las capacidades de prevención a la farmacodependencia, combate a la delincuencia y mejoramiento en la procuración de justicia.
'No hay ninguna intención de autorizar el despliegue castrense estadunidense en territorio mexicano, ninguna', insistió.
Cabe destacar que la reunión del martes estaba prevista de antemano. Inclusive, originalmente se pensó hacerla en diciembre de 2009, pero problemas de agendas de los funcionarios lo impidieron.
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