martes, 10 de abril de 2012

México demanda experiencia, no improvisación: Peña Nieto



EL HERALDO



Puerto Progreso, Yuc.- Dueños de aceras y arroyo miles hacen un horizonte que oscila, vibra; marcha. Muchedumbre que avanza. Son miles los que se adueñan de vallas y las convierten en privilegiado mirador. Ahí se acodan; esperan. Aguardan horas por vivir un instante. Se vive la antigua costumbre de conversar en el quicio de la puerta. Unas sillas bastan. Abuelas y nietos se esperanzan. "Por aquí pasará". "¿A qué hora llegará Peña Nieto?" Nadie parece tener prisa.

Enrique Peña Nieto sí. Por eso fervoroso, vehemente arenga:

"¡Ya llegó el momento del cambio! ¡No podemos dejarlo pasar! ¡Esta es la oportunidad de cumplir la esperanza que México anhela! ¡Quiero servir a Yucatán y todos los mexicanos!"

Enrique Peña Nieto llena la tarde tropical de gritos, exclamaciones, suspiros, arrebatos, risas. Él se contorsiona. Una y otra vez detiene y rehace su camino. "Gracias... Gracias...", dice. Y sonríe. Y lanza el pulgar derecho -decidido y retador-. Se eleva en travesaños. Trepa hasta lo alto de las vallas que lo protegen. Descubre gentíos que están cerca del mar. Utiliza sillas para que todos vean que los saluda y los aprecia.

"Por que yo no vengo a hacer promesas que no pueda cumplir... Ni busco un aplauso fácil ni barato... .

"No voy, no vamos -incluye a Rolando Zapata- a gobernar a golpes de improvisación. México demanda Gobierno con experiencia".

Enrique Peña Nieto ve la estrecha vía que transitó a golpe de abrazos, fotos, sonrisas, promesas, guiños. Quisiera tener mil manos para aceptar las miles que se le tienden. Al final de esa ruta ondea la Bandera Nacional. Suave brisa la mece:

"He aquí nuestro símbolo de identidad, unidad y cohesión. Aquí vine por primera vez, a este mismo sitio a dar apoyo, aliento y compañía a Ivone Ortega. A su gobernadora. Aquí está Ivone. ¿Recuerdas Ivone?"

¡Claro que Ivone recuerda! ¿Cómo olvidar a esta muchedumbre que le pone ritmo y tiempo y compás a lo que oye y dice. Transforma el sonoro Viva Peña Nieto en estribillo de conga o rumba. Y el regocijo estremece; mece.

"Para eso es la campaña -precisa el doctor Luis Videgaray Caso. Para que el candidato crezca y crezca. Trabajo de mucho tiempo. De años. ¿Se imagina? Condición física, disciplina. Fortaleza. Y aún así todo se revisa. A diario. Lo único que no podemos hacer es confiarnos. Nada de descuidarnos."

Enrique Peña Nieto da a los yucatecos -"quiero que me tengan por hijo de esta tierra; por un yucateco más", les pide y alborota- cuentas de su campaña por la Presidencia de la República.



w Que Rolando Zapata tiene gran parecido con Cassius Clay

"México está detenido; frenado. Tengo en los oídos las palabras de una mujer que hace un instante me dijo: 'Por favor, preocúpese y ocúpese de que nuestros hijos tengan un empleo'. Y es que el pobre crecimiento, el más pobre en 12 años de la economía de México acarreó la falta de empleo. La escasez de oportunidades. La falta de inversión."

Y tras una pausa:

"Y para qué hablar ya de la violencia y su cauda de muertos..."

Duele a la muchedumbre el luto nacional. Los muertos de aquí y allá. Pesa y duele la sangre.

"Y más todavía los millones de nuevos pobres. Estos años recientes arrojaron a la condición de miserables a 12 millones de mexicanos.

"¡Por eso ya no queremos vivir así!"- casi ruge Peña Nieto.

Y hace rugir a la muchedumbre. Ya se halla lista -bien lo intuye Peña Nieto- para responder.

"¿Están ustedes de acuerdo con el cambio que propongo?

"¿Probaremos que sí se puede?"

Entonces ese mar humano se agita. Alza los brazos. Abre su bocaza. Grita su adhesión. Se agita. Como si únicamente esperara la señal de Enrique Peña Nieto para ponerse en marcha.

"Aquí estuvimos -recuerda un memorioso bien informado-. Cuando el PAN se sentía dueño de Yucatán. Cuando este hombre inició su peregrinaje y se echó por todo el país para que la gente lo conociera."

Luis Videgaray Caso se mueve a ritmo del candidato. Da dos tres pasos y casi de inmediato es alcanzado:

"Que le habla el candidato, señor..."

"En realidad tenemos un muy buen equipo -describe el coordinador general de la Campaña por el Cambio-. Cala en las multitudes la mediocridad de lo vivido. Lo que se vive. Es palpable la desesperanza de la población. Y el despertar de una conciencia que revela que no es justo, que no hay razón para vivir así."

Enrique Peña Nieto comparte apachurrones, pescozones, jaloneos, y palmadas con la gobernadora Ivone Ortega y el candidato a sucederla Rolando Zapata. Éste es un joven político que guarda notable parecido con Cassius Clay. Sí. Con el excampeón mundial de los pesos pesados. Sucesor de Joe Louis, Rocky Marciano, Floyd Patterson e Ingemar Johanson.

Rolando Zapata tiene estatura y complexión de recio pugilista. Ágil, vivaz, macizo. Sonríe. Acude al llamado de Enrique Peña Nieto.

"Ven a tomarte la foto. Así lo quieren las muchachas..."

Y el licenciado Jorge Corona se muda en reportero gráfico. Le faltan manos para recibir sobres, cartas, recados. Peticiones sin fin para el candidato. Enrique Peña Nieto transpira a mares. Abraza, besuquea, sonríe. Y se seca el empapado rostro. Y así vuelta a empezar.

Sobre la espléndida -casi inmaculada de tan lisitas y bien cuidada que estaba- superficie los organizadores colocaron 6 sillas. Muebles de buena madera. Sillas sobrias. Algo más tarde alguien decidió que se verían mucho mejor con los asientos forrados; acojinados. Y se buscaron y pusieron buenos almohadones. Quedaron las sillas como la mítica -archifotografiada- mecedora del presidente John F. Kennedy en la Casa Blanca.

"Estampida Musical" hacía retumbar fondos marinos. Un circo anunciaba su presencia. El remate de un mástil centro de una carpa. La fachada del Bar Mocambo y Olga Apartamentos quedaban a la altura de los ojos de Enrique Peña Nieto.



w El "zeppelín" de Emilio Gamboa, igualito al de Luis Echeverría

Flotaba lento, suave, indiferente un medio dirigible. Una muestra de "zeppelín". "C.N.O.P." La ceneopé en tricolor. Y muy cerca del globo ¡Emilio Gamboa Patrón!

"Se parece mucho al dirigible que usó Luis Echeverría en su campaña. Con la leyenda: "Arriba y Adelante" ¿Es el mismo Emilio?

Emilio Gamboa Patrón ríe. De golpe y porrazo recuerda lo que vivió el día 25 de septiembre de 1981. Las horas del destape de don Miguel de la Madrid. "Un gran mexicano. Un hombre de bien. ¿Te acuerdas? Desde entonces nos conocemos."

Emilio Gamboa Patrón obsequió entonces al candidato De la Madrid unas finas camisas muy de estos lares. No la guayabera clásica. Una camisa que en el cuello lucía la MMH.

Y don Jorge Carlos Ramírez Marín mirándolo todo. Preocupado:

"Quiero que salga la Iniciativa de la Policía Fronteriza. Queda poco tiempo a este periodo. Este martes estaré en San Lázaro. Ya nos quedan pocas sesiones."

Uno del círculo de Enrique Peña Nieto:

"Es una garantía Ramírez Marín. Se las sabe en serio. Le pone pasión y gusto a lo que hace. Trabaja con fibra y gusto. 'Teje bonito'."

Y Rolando Zapata se planta ante la muchedumbre -era un horizonte frente y detrás de Enrique Peña Nieto. Una suerte de enorme hormiguero. Un larguísimo cortejo.

"Me preguntan -dice en su cierre Enrique Peña Nieto- que cuántos y cuáles compromisos firmaré en Yucatán. Haré los que hagan falta. Pues para eso estoy mirando y oyendo a la gente.

Luego se tardó horas en saludar y saludar. Sonreír. Y agradecer.

Un yucateco más. Enrique Peña Nieto

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