lunes, 12 de diciembre de 2011

En México, 26 iglesias católicas son saqueadas cada semana


EL DIARIO DE CHIHUAHUA



El robo de arte sacro se incrementó en un 600 por ciento en los últimos años; es decir, 26 iglesias católicas son saqueadas cada semana en promedio, situación que se agudiza en estados como Chihuahua, Nuevo León y Coahuila, por lo que la Cámara de Diputados podría votar en los próximos días el dictamen de la Comisión de Justicia, que sanciona con penas de cinco a 15 años de prisión a quien incurra en este delito.

El diputado proponente de la iniciativa, Juan Pablo Jiménez Concha, del grupo parlamentario del PRI, señaló -al fundamentar la propuesta- que de acuerdo con cifras recientes de la Interpol, México se ha convertido en la nación latinoamericana con más casos de robo de patrimonio cultural eclesiástico.

Lo anterior, agregó, debido a que “resulta muy atractivo para las organizaciones delictivas nacionales e internacionales, que no tengamos una legislación en materia de robo de arte sacro, para hacer frente a los grupos criminales, responsables de actos cada vez más violentos e incluso, de la pérdida de vidas”.

En las consideraciones se expone que, en promedio, cada semana son asaltadas 26 iglesias católicas, lo que representa un aumento de este ilícito del 600 por ciento en los últimos 20 años; y además el 42 por ciento de los atracos está vinculado con el crimen organizado, que encuentra en el comercio ilegal de arte sacro un vehículo para el financiamiento o el lavado de dinero.

De acuerdo con informes elaborados por las propias autoridades católicas, se ha determinado que 21 por ciento de los atacantes a los templos son ladrones exprés, quienes toman objetos o saquean alcancías en menor escala; mientras que, 42 por ciento son “profesionales” del robo organizado, especializados en arte sacro, y el 37 por ciento, atacan los templos por intolerancia religiosa.

Se señala que se ha detectado toda una red bien estructurada de delincuentes que operan de manera sistemática en la zona centro, occidente, bajío y norte del país, quienes poseen catálogos de obras de arte que muestran a sus clientes y difunden el material a través de Internet.

El robo de arte sacro ocurre en prácticamente todas las entidades; sin embargo, las que concentran la mayor cantidad de denuncias son Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, Durango, Sinaloa, Sonora, Guerrero, Michoacán, Veracruz, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Guanajuato, Querétaro, Jalisco, Aguascalientes, Colima, Zacatecas, San Luis Potosí y las zonas mexiquenses de Texcoco, Teotihuacán y Tlalnepantla; así como las delegaciones Benito Juárez, Cuauhtémoc, Iztapalapa y Venustiano Carranza, en la capital mexicana.

El dictamen, además, establece la creación del registro nacional de arte sacro, que será regulado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El INAH realizará la inscripción y catalogación de los bienes muebles artísticos de carácter religioso, ubicados en centros de culto propiedad de la Federación o que estén bajo custodia de cualquier asociación civil o religiosa.

El dictamen reforma el Código Penal Federal y establece que el delito se sancionará con cinco a 15 años de prisión y la reparación del daño, a quien sustraiga bienes muebles que formen parte del catálogo de arte sacro del INAH.

La pena se aumentará hasta en una tercera parte si quien participa material o intelectualmente en la sustracción de dichos bienes labora o laboró en el INAH, en el inmueble donde se encontraba la pieza sustraída o en alguna dependencia que por sus funciones se le facilitara tener acceso a ésta.

De igual manera, se le impondrán penas de cinco a 15 años de prisión a quien después de la ejecución del robo, y sin haber participado en éste, posea, enajene o trafique de cualquier manera, adquiera o reciba, los instrumentos, objetos o productos del robo, a sabiendas de esta circunstancia.

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