viernes, 26 de noviembre de 2010

corrupción, desde Michoacán hasta el DF


CNNMexico

NOTA DEL EDITOR: Este reportaje sobre la corrupción en el Cutzamala, el sistema hidráulico que dota de agua potable al Estado de México y el Distrito Federal, ganó el segundo lugar en el Concurso Periodístico “Agua: El más esencial de los recursos naturales”, otorgado por la agencia de noticias IPS y la compañía brasileña AmBev.

Con el título “Esto no es una pipa”, el artículo de Liliana Chávez se publicó originalmente en la edición de mayo de 2010 de la revista Chilango, de Grupo Expansión.

Esto no es una pipa; me remito de inmediato a la frase de Magritte cuando veo al chico que conduce la pipa alejarse de Insurgentes y adentrarse en calles de polvo, piedras y tierra árida. A sus 22 años, su trabajo es la carencia.

Cada minuto arriba de la pipa, la ciudad es menos ciudad y más incertidumbre. Calle Maravillas Número 2. Magdalena Petlacalco. Tlalpan. El conductor de la pipa conoce el camino hacia la casa de su jefe, donde entregará 8,000 litros de agua en una casa que se anuncia como “Purificadora La Esperanza”. El negocio huele a alberca pública recién desinfectada.

Estaciona la pipa y desenreda una larga manguera negra cuyos poros abiertos forman ya un charco en la acera. No hay cisterna: el conductor de la pipa llena tanques de potabilización. Tiene cuatro años trabajando así con don Felipe Nava, propietario de seis pipas concesionadas a la delegación Tlalpan.

Dos trabajadores empapados limpian a manguerazos la mugre y la tierra de un montón de garrafones. Después los llenarán con el agua de la pipa que trajo Ramiro y que se anuncia como “de manantial”.

Luego aplicarán el detalle fino: una etiqueta pirata de Electropura o Bonafont para sellar el garrafón. Listo. A distribuir en casas, tienditas de la esquina; hasta el DIF viene por su dotación, que vende más barato como un servicio a las familias del barrio que siguen sin agua y sin dinero para comprarla a precio regular.

Pero me estoy adelantando. Más tarde tendremos que volver a la historia de las pipas, pero por el momento, basta con decir que esta historia no comienza aquí, en Topilejo, en las colonias con calles de terracería que viven al margen de la metrópoli, sino en un pueblo cercano a Zitácuaro, Michoacán, en la primera presa del
Sistema Cutzamala.

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