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La Procuraduría General de Justicia capitalina ejercitará acción penal en breve contra Javier Covarrubias González, quien asesinó a sus dos hijos e intentó ocultar el hecho bajo el argumento de que se los habían robado en Tepito.
Autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) confirmaron que el inculpado será consignado por su probable responsabilidad en el delito de homicidio calificado diversos dos, con la calificativa de crimen con razón de parentesco.
En este caso, el Ministerio Público solicitará al Juez Penal en turno una pena de 50 años de prisión por cada uno de los crímenes, justificada en las respectivas agravantes consideradas por el Código Penal del Distrito Federal vigente.
Estudios periciales y dictámenes psiquiátricos ordenados por la representación social concluyeron que Covarrubias González estaba con plenitud de conciencia y de facultades mentales al momento de asfixiar a sus dos hijos: Isis Liliana y Darien Isaí.
Por lo anterior, para la PGJDF el detenido puede ser considerado como imputable de los mencionados ilícitos, sin lugar a posibles atenuantes relacionadas con el delito de lo que se le responsabiliza.
En un inicio, el presunto homicida sostuvo que sus hijos habían sido robados en la colonia Morelos, afirmaciones que derivaron en una serie de disturbios principalmente en las inmediaciones del Barrio de Tepito, que concluyeron con más de 70 jóvenes detenidos.
No obstante, la PGJDF detectó inconsistencias en los señalamientos de Javier Covarrubias, por lo que éste modificó su versión asegurando que había vendido a los menores; sin embargo, el hallazgo de los cuerpos de ambos corroboró que los había asesinado.
Autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) confirmaron que el inculpado será consignado por su probable responsabilidad en el delito de homicidio calificado diversos dos, con la calificativa de crimen con razón de parentesco.
En este caso, el Ministerio Público solicitará al Juez Penal en turno una pena de 50 años de prisión por cada uno de los crímenes, justificada en las respectivas agravantes consideradas por el Código Penal del Distrito Federal vigente.
Estudios periciales y dictámenes psiquiátricos ordenados por la representación social concluyeron que Covarrubias González estaba con plenitud de conciencia y de facultades mentales al momento de asfixiar a sus dos hijos: Isis Liliana y Darien Isaí.
Por lo anterior, para la PGJDF el detenido puede ser considerado como imputable de los mencionados ilícitos, sin lugar a posibles atenuantes relacionadas con el delito de lo que se le responsabiliza.
En un inicio, el presunto homicida sostuvo que sus hijos habían sido robados en la colonia Morelos, afirmaciones que derivaron en una serie de disturbios principalmente en las inmediaciones del Barrio de Tepito, que concluyeron con más de 70 jóvenes detenidos.
No obstante, la PGJDF detectó inconsistencias en los señalamientos de Javier Covarrubias, por lo que éste modificó su versión asegurando que había vendido a los menores; sin embargo, el hallazgo de los cuerpos de ambos corroboró que los había asesinado.
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