miércoles, 30 de junio de 2010

Exhibirán la montura que usó Zapata cuando lo asesinaron


La vieja y maltrecha silla de montar, forrada con pergamino y aplicaciones de cuero repujado, que atestiguó el asesinato a traición del general Emiliano Zapata Salazar, es pieza clave de la exposición "Zapata en Morelos", que se presentará en el Museo Nacional de Historia, en el Castillo de Chapultepec, a principios de julio.La silla fue obsequiada al Caudillo del Sur, junto con el caballo alazán de nombre As de Oros, por el general carrancista Jesús Guajardo, quien a la postre se convertiría en su verdugo, recordó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta).Indicó que la historia oral cuenta que durante la mañana del jueves 10 de abril de 1919, Zapata estuvo rondando la Hacienda de San Juan Chinameca, en Morelos, indeciso de entrar porque desconfiaba de Guajardo, quien insistentemente enviaba emisarios para invitarlo a comer.Finalmente, hacia las 2:10 de la tarde, aceptó la propuesta, montó su caballo y escoltado por 10 hombres el general se dirigió hacia la entrada de la finca.El INAH señaló que el mayor Reyes Avilés, quien esa tarde estuvo presente, contó la siguiente versión:"Lo seguimos 10, tal como lo ordenara (Zapata), quedando el resto de la gente muy confiada, sombreándose debajo de los árboles y con las carabinas enfundadas."La guardia formada parecía preparada para hacerle los honores. El clarín tocó tres veces llamada de honor, y al apagarse la última nota, al llegar el general en jefe al dintel de la puerta, de la manera más alevosa, más cobarde, más villana, a quemarropa, sin dar tiempo para empuñar las pistolas, los soldados que presentaban armas, descargaron dos veces sus fusiles y nuestro inolvidable general Zapata cayó para no levantarse más".El INAH asegura que la suerte que corrió la silla tras el asesinato de Zapata es un misterio irresuelto, pues de aquella emboscada su caballo As de Oros salió indemne del ataque y se llevó en el lomo la montura.Se desconoce en qué momento llegó a manos de Gil Muñoz Zapata, sobrino del jefe revolucionario.Lo cierto -agregó el organismo- es que permaneció en su casa hasta 1956, año en que fue entregada al gobierno de Morelos con la intención de que se exhibiera en el Museo de la Revolución del Sur, en Tlaltizapán, Morelos, lugar que fuera el cuartel general zapatista.Pero en diciembre de 1976, el entonces gobernador, Armando León Bejarano, la regaló al entonces presidente José López Portillo, quien desde ese momento la mantuvo guardada en su casa.Fue hasta 32 años después, el 13 de agosto del 2008, que Sasha Montenegro, viuda de López Portillo, la devolvió al gobierno del estado para finalmente ser expuesta en el Museo de la Revolución del Sur. A partir de entonces inició un proceso de restauración en el Centro INAH-Morelos.La exposición, en la que se presentará esta silla de montar en el Castillo de Chapultepec, tiene como eje central los objetos personales del general revolucionario, entre ellos la ropa y el sombrero que portaba el tráfico día de su asesinato.También figuran la baraja que el jefe revolucionario amarraba a su traje con un listón, su talismán que era una piedra ágata, su cama y algunas armas, entre ellas la pistola que Francisco Villa le regaló el día de su encuentro en Xochimilco; y su rifle, el cual lleva grabado su nombre a un costado.Asimismo, dos fotografías inéditas, una de cuando el revolucionario era niño y otra de su rostro joven que se dice le envió a una novia, así como obras plásticas elaboradas por artistas contemporáneos que dan cuenta de la geografía morelense que transformó el caudillo

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