Chilpancingo.- El secretario de Asuntos Indígenas, Marcos Matías Alonso, alertó sobre el aumento de casos de enfermos de VIH-Sida en poblaciones indígenas de la región de La Montaña, por la migración de jornaleros agrícola al norte del país.
Convocó a las secretarías del gabinete estatal a la construcción de un frente común a favor de los jornaleros agrícolas, quienes en su ir y venir en busca de empleo se han contagiado del VIH-SIDA y han infectado a sus esposas, en el caso de los hombres.
De acuerdo con cifras oficiales, por lo menos 35 mil jornaleros agrícolas emigran a los campos de cultivos de los estados del norte en busca de empleo y de mejores ingresos.
Detalló que en lo que va de este año han emigrado 25 mil personas, especialmente de las regiones de La Montaña, Costa Chica y Costa Grande.
Por las condiciones infrahumanas en las que trabajan, por lo menos ochos migrantes indígenas han muerto, porque no se les proporcionan garantías por parte de los dueños de los campos, enfatizó.
Matías Alonso informó que el ir y venir de los indígenas ha provocado el crecimiento de las enfermedades, especialmente del VIH-Sida.
Explicó que también prevalece el riesgo de que los cultivos ilícitos tengan un incremento en las localidades rurales, debido a la falta de oportunidades de empleo.
El funcionario destacó que el estado tiene una tarea muy importante en torno a erradicar la migración de los jornaleros agrícolas, a través de la puesta en marcha proyectos productivos que garanticen empleos y la permanencia de los pobladores en sus lugares de origen.
Convocó a las secretarías del gabinete estatal a la construcción de un frente común a favor de los jornaleros agrícolas, quienes en su ir y venir en busca de empleo se han contagiado del VIH-SIDA y han infectado a sus esposas, en el caso de los hombres.
De acuerdo con cifras oficiales, por lo menos 35 mil jornaleros agrícolas emigran a los campos de cultivos de los estados del norte en busca de empleo y de mejores ingresos.
Detalló que en lo que va de este año han emigrado 25 mil personas, especialmente de las regiones de La Montaña, Costa Chica y Costa Grande.
Por las condiciones infrahumanas en las que trabajan, por lo menos ochos migrantes indígenas han muerto, porque no se les proporcionan garantías por parte de los dueños de los campos, enfatizó.
Matías Alonso informó que el ir y venir de los indígenas ha provocado el crecimiento de las enfermedades, especialmente del VIH-Sida.
Explicó que también prevalece el riesgo de que los cultivos ilícitos tengan un incremento en las localidades rurales, debido a la falta de oportunidades de empleo.
El funcionario destacó que el estado tiene una tarea muy importante en torno a erradicar la migración de los jornaleros agrícolas, a través de la puesta en marcha proyectos productivos que garanticen empleos y la permanencia de los pobladores en sus lugares de origen.
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