miércoles, 16 de febrero de 2011

Viudas desenterrarían a mineros con recursos propios


MILENIO

San Juan de Sabinas, Coahuila.- La pasividad del gobierno y el ejemplo chileno impulsó a las viudas de los mineros caídos en Pasta de Conchos a intentar financiar con sus recursos –más lo que puedan conseguir- el rescate de los cuerpos de quienes fueran sus maridos.

Este sábado, que se cumplirán cinco años de que 65 hombres quedaron sepultados tras un derrumbe en la Mina 8 del poblado coahuilense, los deudos iniciarán con la campaña Un peso por rescate.

La actividad busca financiar, en primera instancia, los trabajos de desagüe de la mina, de acuerdo con Tomasa Martínez Almaguer viuda de Reyes Cuevas y una de las mujeres que encabeza el proyecto.

Luego de una reunión con representantes de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, deudos de los mineros informaron que, aunque los funcionarios escucharon sus demandas, no fijaron fechas ni medidas para iniciar con el rescate de los cuerpos.

Aunque la demanda de las viudas de desenterrar los restos de sus seres queridos surgió desde aquel 19 de febrero de 2006, el rescate de 33 mineros chilenos, ocurrido hace cinco meses, les dio una esperanza.

“Lo hicimos a la chilena, lo hicimos bien”, dijo a los medios de comunicación el Presidente de Chile, Sebastián Piñeira tras el rescate financiado por el gobierno de Chile; ahora, estas viudas, buscan hacerlo a la mexicana, con sus propios fondos.

Insisten en que la extracción de los restos se puede llevar a cabo y argumentan que el hecho de que las autoridades se nieguen a llevar a cabo la recuperación de los cadáveres se debe a que quieren evitar que el asunto sea retomado por la opinión pública.

“Traíamos nosotros a gente trabajando al interior de la mina, desaguando la mina para hacer nosotros el rescate. Como el gobierno nunca nos hizo caso (…) de forma independiente, vamos a financiarlo”, dijo Tomasa Martínez.

Desde este jueves, los dolientes permanecieron en el campamento instalado tras la reja que los separa de los restos de sus seres queridos, donde cuelgan ramos de flores de los barrotes.

A las 2:00 am del sábado, hora en que ocurrió la explosión que causara el derrumbe en Pasta de Conchos, las familias planean soltar 65 globos blancos al cielo.

Uno de esos globos representa a José Ramón Hernández Ramos. Su viuda, Juana María Azuela Lozano, recordó cuando Ramón le dijo que no se levantara temprano, que hacía mucho frío, que no se apurara por la comida porque él les llevaría barbacoa para desayunar y además prepararía café caliente.

A cinco años del incidente, Juana María y sus tres hijos, ya no esperan la barbacoa y el café sino darle un entierro digno a Ramón, aunque sea con sus propios recursos.

El Delegado Especial en Coahuila por el Sindicato Minero Nacional, Javier Martínez Valadez, explicó: “los mineros somos hermanos de lucha, de la clase trabajadora y como todavía siguen los restos aquí, nosotros seguimos pugnando porque esta situación que se dio en la Región Carbonífera se reabra”.

Culpó a la negligencia de parte de la empresa y a la “indiferencia del gobierno federal”.

En la víspera de que se cumpla un lustro de la tragedia minera ocurrida en México, se hablaba de la posible visita de un grupo de mineros de Chile pero hasta el momento no se tiene su presencia confirmada.

A la par de la misa que se celebrará a las 10:00 de la mañana del sábado, se realizarán otras actividades como una marcha en la Ciudad de México, en la que se visitará a la Grupo México, concesionario de la mina.

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