EL HERALDO
Ciudad de México.- Raúl Vera, obispo de Saltillo, afirmó que México se ha convertido en un Estado fallido por el narcoestado, al permitir que pecados como la desigualdad, la corrupción y la impunidad se enquisten tanto en las instituciones como en la sociedad.
Durante la presentación del libro "País de los muertos", el obispo aseguró que de seguir la corrupción y la violencia nunca se alcanzará una democracia.
"Que se resumen en las ansias de poder de quienes ya lo tienen de una u otra forma, se trata sobre todo de una desigualdad estructural y sistemática, de un Estado fallido, que algunas autoras y autores y yo mismo considerados que ha llegado a hacer de narcoestado", explicó.
El presidente del Consejo Directivo del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas convocó a la sociedad a no individualizar y pedir el fin de la guerra amañada e inútil que el Gobierno federal emprende contra el narcotráfico.
Se pronunció por ponerle nombre y cara a los 35 mil muertos de este sexenio, así como darles voz a sus familiares y el pueblo consternado pues todos los mexicanos somos víctimas potenciales de esta guerra.
"Víctimas no solamente son los llamados efectos colaterales de esta guerra inútil y amañada, víctimas son los familiares de los mineros muertos, sus hermanos y hermanas.
Víctimas potenciales somos todos los mexicanos, todas las mexicanas que vivimos en un país en donde las acciones de funcionarios de todo nivel se realizan al amparo de la corrupción y la impunidad generalizada".
Raúl Vera destacó que ha sido testigo de esas injusticias que están escritas en el libro. Como ejemplo, recordó la matanza de Acteal, en la cual paramilitares se adentraron en la zona zapatista de los Altos de Chiapas el 22 de diciembre de 1997.
Como resultado hubo 45 muertos, entre los que se encontraron niños y mujeres embarazadas. Rememoró cómo estaban los cuerpos amontonados y cuál fue el veredicto de las instancias de justicia: los muertos fueron el resultado de un conflicto entre ellos.
Es decir, ellos mismos tuvieron la culpa de morir."¿Cómo es posible -reprochó- que tengamos un país para acomodar muertos, en lugar de organizar una sociedad para los vivos?".
Y se respondió: "Esto sucede porque la impunidad es un elemento que alimenta el crimen".
El obispo de Saltillo mencionó que la persona fallecida no es la víctima, porque las víctimas son las esposas y los hijos de los mineros fallecidos, los padres de cada uno de los niños de la Guardería ABC, las familias asesinadas por completo en la matanza de Acteal, víctimas son los padres de los jóvenes que murieron en la discoteca News Divine.
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