México.- Una mexicana de 19 años cumple hoy nueve días en huelga de hambre frente a la embajada británica en México para reclamar una invitación a la boda del príncipe Guillermo de Inglaterra y su prometida Kate Middleton.
"Después de ir a la boda del príncipe Guillermo, podré morirme en paz", dijo a Efe Estíbaliz Chávez Guzmán, que en estos días de protesta ha bajado ya siete kilos de peso.
A pocos metros de la entrada principal de la embajada, la estudiante Chávez tiene montada una tienda de campaña donde duerme y guarda sus pertenencias.
Junto a ella coloca a diario un retrato del príncipe y su prometida y una serie de panfletos en los que se pregunta: "¿Me dejarán morir sólo por no darme una invitación a la boda real?".
Cuestionada por Efe acerca de si, a la vista de la situación de extrema violencia que atraviesa México, no hay motivos más serios e importantes para ponerse en huelga de hambre, sonríe y se limita a decir: "si todos lucharan por sus sueños, el mundo sería mucho mejor".
En otro de los carteles, escrito en inglés, explica que es una joven de pocas posibilidades económicas pero que sus deseos por ir a Londres traspasan "todo límite", por lo que haría todo, "hasta lo imposible", por acompañar a los príncipes el día de su boda.
Para ella, asistir a un enlace real ha sido el sueño de toda su vida, especialmente si se trata de la monarquía inglesa, ya que la admiración que siente por la fallecida princesa Diana de Gales la lleva desde niña en la sangre.
"Mi madre me enseñó a quererla desde que tengo uso de razón", dijo.
Estíbaliz Chávez entregó ayer a funcionarios de la embajada británica una carta dirigida a la embajadora Judith Macgregoren en la que explica sus razones para ir a la boda y reconoce que comprende que su petición "no es normal, pero sí profunda".
Ahora la joven está a la espera de una respuesta "contundente y clara" que le permita saber si cumplirá o no su sueño, y mientras tanto anuncia que permanecerá frente a la oficina diplomática sin comer "hasta que ya no pueda más".
"No los creo capaces de dejarme morir. Deberían entender que no sólo me harían un favor a mí, sino que tendrían la oportunidad de limpiar su imagen después de lo ocurrido con los presentadores de Top Gear", comentó.
La estudiante se refería a un programa de la televisión británica en el que recientemente se hicieron comentarios sobre México que fueron considerados ofensivos en este país.
"Después de ir a la boda del príncipe Guillermo, podré morirme en paz", dijo a Efe Estíbaliz Chávez Guzmán, que en estos días de protesta ha bajado ya siete kilos de peso.
A pocos metros de la entrada principal de la embajada, la estudiante Chávez tiene montada una tienda de campaña donde duerme y guarda sus pertenencias.
Junto a ella coloca a diario un retrato del príncipe y su prometida y una serie de panfletos en los que se pregunta: "¿Me dejarán morir sólo por no darme una invitación a la boda real?".
Cuestionada por Efe acerca de si, a la vista de la situación de extrema violencia que atraviesa México, no hay motivos más serios e importantes para ponerse en huelga de hambre, sonríe y se limita a decir: "si todos lucharan por sus sueños, el mundo sería mucho mejor".
En otro de los carteles, escrito en inglés, explica que es una joven de pocas posibilidades económicas pero que sus deseos por ir a Londres traspasan "todo límite", por lo que haría todo, "hasta lo imposible", por acompañar a los príncipes el día de su boda.
Para ella, asistir a un enlace real ha sido el sueño de toda su vida, especialmente si se trata de la monarquía inglesa, ya que la admiración que siente por la fallecida princesa Diana de Gales la lleva desde niña en la sangre.
"Mi madre me enseñó a quererla desde que tengo uso de razón", dijo.
Estíbaliz Chávez entregó ayer a funcionarios de la embajada británica una carta dirigida a la embajadora Judith Macgregoren en la que explica sus razones para ir a la boda y reconoce que comprende que su petición "no es normal, pero sí profunda".
Ahora la joven está a la espera de una respuesta "contundente y clara" que le permita saber si cumplirá o no su sueño, y mientras tanto anuncia que permanecerá frente a la oficina diplomática sin comer "hasta que ya no pueda más".
"No los creo capaces de dejarme morir. Deberían entender que no sólo me harían un favor a mí, sino que tendrían la oportunidad de limpiar su imagen después de lo ocurrido con los presentadores de Top Gear", comentó.
La estudiante se refería a un programa de la televisión británica en el que recientemente se hicieron comentarios sobre México que fueron considerados ofensivos en este país.
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