MILENIOEl Presidente reconoce que el narcotráfico no desaparecerá, pero insiste en que no hay más alternativa que atacarlo con todo, por lo que su aspiración es legarle a México instituciones de seguridad renovadas.
México.- Al anunciar la promulgación de la ley antisecuestro, el presidente Felipe Calderón atribuyó a la pasividad e irresponsabilidad del pasado el que la delincuencia sea “el desafío más grande que enfrentamos los mexicanos”.
Aseguró que “el país fue quedándose poco a poco sin instituciones de seguridad y justicia confiables y eficaces” para combatir delitos, y que “la falta de acción a tiempo propició que el problema de la criminalidad alcanzara niveles intolerables e inadmisibles”.
Por otra parte, en entrevista con Joaquín López-Dóriga en Radio Fórmula, el mandatario admitió que no aspira a desaparecer el narcotráfico ni el consumo de drogas, pero no hay más alternativa que enfrentarlo con todo.
Promulgación de la ley
Durante el anuncio de la promulgación de la ley antisecuestro, el mandatario federal afirmó que “la falta de acción, la irresponsabilidad y la pasividad convirtieron a la delincuencia en el desafío más grande que enfrentamos los mexicanos”.
Consideró que las autoridades no pueden darle la espalda al ciudadano. “Nada justifica que se abandone a la sociedad a su suerte y, peor aún, que incluso en algunos casos las propias autoridades o las policías se unan a los delincuentes para extorsionar o secuestrar. Eso no podía ni puede seguir ocurriendo”, advirtió.
En Los Pinos, acompañado de los titulares de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y la Procuraduría General de la República, Arturo Chávez, así como del vocero de seguridad, Alejandro Poiré, entre otros, el Presidente insistió en que su gobierno ha encarado con decisión el desafío del crimen para recuperar la paz y seguridad.
Una vez más refutó a quienes afirman que lo mejor hubiera sido no meterse con los delincuentes. “Por el contrario, estimo que ese ha sido precisamente el error, que proviene de la inacción, de la facilidad y en ciertos casos de la complicidad”.
Tras afirmar que “sí se puede vencer a la criminalidad”, el titular del Ejecutivo consideró la ley antisecuestro como un gran paso en ese sentido e indicó que “México gana” con el nuevo ordenamiento, porque permitirá atacar con mayor eficacia y contundencia este ilícito.
Por ello, ante legisladores como Tomás Torres Alejandro Zapata Perogordo, Calderón agradeció al Congreso la aprobación de esta ley.
Asumir los costos
Mientras, en la entrevista con Joaquín López-Dóriga, el Presidente expresó su aspiración de legarle a México instituciones de seguridad renovadas, porque no aspira a desaparecer el narcotráfico ni el consumo de drogas,
Dijo que se ve a sí mismo como un gobernante que asumió los costos y se decidió a enfrentar a la delincuencia con todo.
“Sé que el narcotráfico en sí mismo, el consumo de drogas no va a desaparecer, ni tampoco esa es mi aspiración. Ojalá eso ocurriera, pero no es mi aspiración política y de gobierno”
Una vez más señaló que no había alternativa, sino entrarle al tema de la seguridad a pesar de los costos.
Sobre las críticas que ha recibido de los priistas por su mensaje del domingo anterior, cuando llamó a evitar la tragedia de regresar al pasado, Calderón aclaró que no se refirió “ni a personas ni a partidos, sino a problemas” de impunidad y complicidad que están asociados “con el pasado”.
La delincuencia, expuso, se fue “acomodando muy a todo dar en la complicidad y yo honestamente no podía ni podré ser nunca cómplice”. Yo simplemente “quise contrastar lo que estamos haciendo con lo que encontramos, y sí creo que tenemos que dejar atrás ese pasado de complicidad”.
En la entrevista, ofrecida a dos días de cumplir cuatro años al frente del gobierno, Calderón afirmó que se propone que la elección presidencial de 2012 sea un proceso lo más sensato posible, competido muy intensamente, pero donde la victoria o derrota sea reconocida en un ambiente democrático.
Acerca de la renovación de la dirigencia del PAN, dijo que será la primera vez que estará ausente desde 1984, porque viajará a Buenos Aires, e insistió en que no tiene favorito, que los cinco candidatos “son buenos gallos”.
Y aprovechó para pedir a los consejeros de su partido “que se dejen de filias y fobias”, piensen en quién puede negociar con otros partidos políticos y tener interlocución.
Aseguró que “el país fue quedándose poco a poco sin instituciones de seguridad y justicia confiables y eficaces” para combatir delitos, y que “la falta de acción a tiempo propició que el problema de la criminalidad alcanzara niveles intolerables e inadmisibles”.
Por otra parte, en entrevista con Joaquín López-Dóriga en Radio Fórmula, el mandatario admitió que no aspira a desaparecer el narcotráfico ni el consumo de drogas, pero no hay más alternativa que enfrentarlo con todo.
Promulgación de la ley
Durante el anuncio de la promulgación de la ley antisecuestro, el mandatario federal afirmó que “la falta de acción, la irresponsabilidad y la pasividad convirtieron a la delincuencia en el desafío más grande que enfrentamos los mexicanos”.
Consideró que las autoridades no pueden darle la espalda al ciudadano. “Nada justifica que se abandone a la sociedad a su suerte y, peor aún, que incluso en algunos casos las propias autoridades o las policías se unan a los delincuentes para extorsionar o secuestrar. Eso no podía ni puede seguir ocurriendo”, advirtió.
En Los Pinos, acompañado de los titulares de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y la Procuraduría General de la República, Arturo Chávez, así como del vocero de seguridad, Alejandro Poiré, entre otros, el Presidente insistió en que su gobierno ha encarado con decisión el desafío del crimen para recuperar la paz y seguridad.
Una vez más refutó a quienes afirman que lo mejor hubiera sido no meterse con los delincuentes. “Por el contrario, estimo que ese ha sido precisamente el error, que proviene de la inacción, de la facilidad y en ciertos casos de la complicidad”.
Tras afirmar que “sí se puede vencer a la criminalidad”, el titular del Ejecutivo consideró la ley antisecuestro como un gran paso en ese sentido e indicó que “México gana” con el nuevo ordenamiento, porque permitirá atacar con mayor eficacia y contundencia este ilícito.
Por ello, ante legisladores como Tomás Torres Alejandro Zapata Perogordo, Calderón agradeció al Congreso la aprobación de esta ley.
Asumir los costos
Mientras, en la entrevista con Joaquín López-Dóriga, el Presidente expresó su aspiración de legarle a México instituciones de seguridad renovadas, porque no aspira a desaparecer el narcotráfico ni el consumo de drogas,
Dijo que se ve a sí mismo como un gobernante que asumió los costos y se decidió a enfrentar a la delincuencia con todo.
“Sé que el narcotráfico en sí mismo, el consumo de drogas no va a desaparecer, ni tampoco esa es mi aspiración. Ojalá eso ocurriera, pero no es mi aspiración política y de gobierno”
Una vez más señaló que no había alternativa, sino entrarle al tema de la seguridad a pesar de los costos.
Sobre las críticas que ha recibido de los priistas por su mensaje del domingo anterior, cuando llamó a evitar la tragedia de regresar al pasado, Calderón aclaró que no se refirió “ni a personas ni a partidos, sino a problemas” de impunidad y complicidad que están asociados “con el pasado”.
La delincuencia, expuso, se fue “acomodando muy a todo dar en la complicidad y yo honestamente no podía ni podré ser nunca cómplice”. Yo simplemente “quise contrastar lo que estamos haciendo con lo que encontramos, y sí creo que tenemos que dejar atrás ese pasado de complicidad”.
En la entrevista, ofrecida a dos días de cumplir cuatro años al frente del gobierno, Calderón afirmó que se propone que la elección presidencial de 2012 sea un proceso lo más sensato posible, competido muy intensamente, pero donde la victoria o derrota sea reconocida en un ambiente democrático.
Acerca de la renovación de la dirigencia del PAN, dijo que será la primera vez que estará ausente desde 1984, porque viajará a Buenos Aires, e insistió en que no tiene favorito, que los cinco candidatos “son buenos gallos”.
Y aprovechó para pedir a los consejeros de su partido “que se dejen de filias y fobias”, piensen en quién puede negociar con otros partidos políticos y tener interlocución.
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