Ciudad de México.- Con motivo de la presente temporada invernal a nivel nacional la Secretaría de Salud fortaleció las acciones de vigilancia epidemiológica, prevención, vacunación y atención médica de la población.
Al respecto aseguró que está garantizado el abasto de medicamentos e insumos en todas las unidades de salud, en especial en los estados y municipios que habitualmente presentan defunciones por estas causas.Para lograrlo, la dependencia desplegó el Programa de Acción para la temporada invernal 2010-2011 que tiene como objetivo proteger la salud de la población y evitar infecciones respiratorias agudas y sus complicaciones.
En esa época, subrayó la dependencia, se debe poner énfasis en vacunar a los grupos más vulnerables como los niños y adultos mayores de 60 años a quienes debe protegerse contra la influenza y el neumococo, ambas gratuitas en el sector salud.Sobre la vacuna de la influenza, el secretario de salud, José Ángel Córdova Villalobos ha señalado que la que se aplica este año protege simultáneamente contra los tres tipos de virus de influenza que circulan en el país; "protege al mismo tiempo contra el virus A(H1N1) modelo 2009, el A(H3N2) que está circulando, y la influenza B o estacional", detalló.
El funcionario explicó que es importante prevenir las infecciones respiratorias agudas, pues en esta época aumenta su incidencia en un 25 a 30 por ciento y de complicarse, pueden incluso causar la muerte.Por ello, recomendó que además de vacunarse, abrigarse y evitar cambios bruscos de temperatura, se consuman abundantes líquidos, frutas y verduras ricas en vitamina A y C como zanahoria, naranja, lima, limón, papaya, mandarina, toronja, jitomate y guayaba.Además subrayó la importancia de lavarse las manos con frecuencia, pues ello evita que los gérmenes que trasportan lleguen a la cara, nariz y boca, reduciendo la posibilidad de infección.*
Acciones adicionales de prevenciónAdemás de trabajar en materia de vacunación, la Secretaría de Salud hace esfuerzos para prevenir otros riesgos de la época de invierno como la intoxicación por monóxido de carbono, hipotermia y quemaduras por frío, toda vez que esta son las causas más frecuentes de las defunciones en las temporadas de frío.En cuanto a la intoxicación por monóxido de carbono, la dependencia detalló que esta se da porque al intentar calentarse, la población se expone de manera prolongada a este gas que genera la combustión de gas, petróleo, leña, estufas, calentadores de agua, anafres y chimeneas en espacios cerrados sin ventilación.
Antes de ser mortal, ocasiona piel enrojecida, dolor de cabeza, respiración rápida o dificultad para respirar y deglutir, náusea y vómito, además de confusión y trastornos de la conciencia.Si la exposición es prolongada puede ocasionar daño cerebral, coma e incluso la muerte. Por ello, la Secretaría hizo un llamado a que al presentar los primeros signos de alarma acudan a la unidad de salud más cercana.Asimismo, es vital que se tomen las medidas preventivas necesarias y si se usan braceros o calentadores, colocarlos en lugares ventilados y apagarlos antes de dormir.
Precisó que una solución alterna para el uso prolongado de braseros y calentadores, es proteger puertas y ventanas con papel periódico para mantener la temperatura.Dado que otra de las causas frecuentes de fallecimiento es la hipotermia o disminución excesiva de la temperatura corporal, recomendó abrigarse con ropa seca y caliente, protegerse de humedad, viento y consumir bebidas calientes.Explicó que los síntomas de la hipotermia suelen comenzar lentamente.
A medida que aumenta, las habilidades para pensar y moverse a menudo se van perdiendo poco a poco por lo que la persona con hipotermia tal vez no sea consciente de la necesidad de tratamiento médico de emergencia.Los síntomas son confusión, somnolencia, debilidad y pérdida de coordinación, piel pálida y fría, disminución del ritmo respiratorio y frecuencia cardiaca y temblor incontrolable, aunque si bien, con temperaturas corporales extremadamente bajas el temblor puede cesar.De no recibir tratamiento oportuno, se puede presentar letargo, paro cardiaco, shock y coma.
Al respecto aseguró que está garantizado el abasto de medicamentos e insumos en todas las unidades de salud, en especial en los estados y municipios que habitualmente presentan defunciones por estas causas.Para lograrlo, la dependencia desplegó el Programa de Acción para la temporada invernal 2010-2011 que tiene como objetivo proteger la salud de la población y evitar infecciones respiratorias agudas y sus complicaciones.
En esa época, subrayó la dependencia, se debe poner énfasis en vacunar a los grupos más vulnerables como los niños y adultos mayores de 60 años a quienes debe protegerse contra la influenza y el neumococo, ambas gratuitas en el sector salud.Sobre la vacuna de la influenza, el secretario de salud, José Ángel Córdova Villalobos ha señalado que la que se aplica este año protege simultáneamente contra los tres tipos de virus de influenza que circulan en el país; "protege al mismo tiempo contra el virus A(H1N1) modelo 2009, el A(H3N2) que está circulando, y la influenza B o estacional", detalló.
El funcionario explicó que es importante prevenir las infecciones respiratorias agudas, pues en esta época aumenta su incidencia en un 25 a 30 por ciento y de complicarse, pueden incluso causar la muerte.Por ello, recomendó que además de vacunarse, abrigarse y evitar cambios bruscos de temperatura, se consuman abundantes líquidos, frutas y verduras ricas en vitamina A y C como zanahoria, naranja, lima, limón, papaya, mandarina, toronja, jitomate y guayaba.Además subrayó la importancia de lavarse las manos con frecuencia, pues ello evita que los gérmenes que trasportan lleguen a la cara, nariz y boca, reduciendo la posibilidad de infección.*
Acciones adicionales de prevenciónAdemás de trabajar en materia de vacunación, la Secretaría de Salud hace esfuerzos para prevenir otros riesgos de la época de invierno como la intoxicación por monóxido de carbono, hipotermia y quemaduras por frío, toda vez que esta son las causas más frecuentes de las defunciones en las temporadas de frío.En cuanto a la intoxicación por monóxido de carbono, la dependencia detalló que esta se da porque al intentar calentarse, la población se expone de manera prolongada a este gas que genera la combustión de gas, petróleo, leña, estufas, calentadores de agua, anafres y chimeneas en espacios cerrados sin ventilación.
Antes de ser mortal, ocasiona piel enrojecida, dolor de cabeza, respiración rápida o dificultad para respirar y deglutir, náusea y vómito, además de confusión y trastornos de la conciencia.Si la exposición es prolongada puede ocasionar daño cerebral, coma e incluso la muerte. Por ello, la Secretaría hizo un llamado a que al presentar los primeros signos de alarma acudan a la unidad de salud más cercana.Asimismo, es vital que se tomen las medidas preventivas necesarias y si se usan braceros o calentadores, colocarlos en lugares ventilados y apagarlos antes de dormir.
Precisó que una solución alterna para el uso prolongado de braseros y calentadores, es proteger puertas y ventanas con papel periódico para mantener la temperatura.Dado que otra de las causas frecuentes de fallecimiento es la hipotermia o disminución excesiva de la temperatura corporal, recomendó abrigarse con ropa seca y caliente, protegerse de humedad, viento y consumir bebidas calientes.Explicó que los síntomas de la hipotermia suelen comenzar lentamente.
A medida que aumenta, las habilidades para pensar y moverse a menudo se van perdiendo poco a poco por lo que la persona con hipotermia tal vez no sea consciente de la necesidad de tratamiento médico de emergencia.Los síntomas son confusión, somnolencia, debilidad y pérdida de coordinación, piel pálida y fría, disminución del ritmo respiratorio y frecuencia cardiaca y temblor incontrolable, aunque si bien, con temperaturas corporales extremadamente bajas el temblor puede cesar.De no recibir tratamiento oportuno, se puede presentar letargo, paro cardiaco, shock y coma.
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