CNNMéxico
CIUDAD DE MÉXICO.— El 2010 ha sido el año más violento desde que inició el actual gobierno de México, hace cuatro años, reconoció el presidente Felipe Calderón en una entrevista con el periodista León Krauze para la emisora W Radio.
Al asumir el poder, en diciembre de 2006, Calderón inició una serie de operativos contra el crimen organizado, en particular contra los cárteles del narcotráfico, que han originado un aumento de la violencia en varios estados del país.
En su ofensiva contra la delincuencia, Calderón no sólo ha recurrido las fuerzas de seguridad pública, sino también al Ejército y la Marina.
“2010 fue el año de mayor número de muertes violentas en el país. ¿Por qué razón? Porque se suscitaron varios conflictos entre cárteles al mismo tiempo”, dijo el mandatario.
De acuerdo con Calderón, la rivalidad entre los cárteles de Sinaloa y de Juárez, o entre el cártel del Golfo y el grupo delictivo de Los Zetas, así como los problemas en el cártel de los hermanos Beltrán Leyva, han dejado una estela de muerte en estados como Chihuahua, Durango, Sinaloa, Nuevo León, Tamaulipas, Michoacán y Guerrero.
A mediados de diciembre pasado, el gobierno reconoció que en cuatro años se han registrado más de 30,000 muertes violentas.
De ellas, unas 10,000 ocurrieron en 2010 y, de ese total, más de 3,000 en Ciudad Juárez, en el estado Chihuahua, en el norte de México.
Las autoridades sostienen que la estrategia gubernamental para combatir al crimen va en la dirección correcta y que 90% de las muertes corresponden a personas relacionadas de alguna forma con actividades delictivas.
Además, afirman que han logrado dar duros golpes a las organizaciones criminales, como las muertes de los capos Arturo Beltrán Leyva, El Barbas; Ignacio Nacho Coronel; Arturo Ezequiel Cárdenas Guillén, Tony Tormenta, y Nazario Moreno González, El Chayo.
Calderón, quien en su mensaje de Año Nuevo se comprometió a continuar combatiendo a los delincuentes, admitió en la entrevista que el país aún necesita fortalecer las instituciones de seguridad y justicia, en especial en los niveles estatal y municipal.
Esta semana, en entrevista con CNN, el experto en seguridad Jorge Chabat dijo que los resultados en la materia comenzarán a verse a largo plazo, si las autoridades consiguen construir instituciones eficaces.
Al referirse a las personas que han enfrentado a la delincuencia por su cuenta, el presidente aplaudió “el valor de un ciudadano en circunstancias tan adversas”, pero aclaró que el deber de brindar seguridad corresponde al Estado.
Por ello, llamó a la ciudadanía a colaborar con las autoridades a través de acciones como la denuncia de delitos.
El año pasado, Calderón encabezó una serie de foros públicos con distintos sectores sociales para discutir los elementos que debe incluir una política de Estado en materia de seguridad.
Al asumir el poder, en diciembre de 2006, Calderón inició una serie de operativos contra el crimen organizado, en particular contra los cárteles del narcotráfico, que han originado un aumento de la violencia en varios estados del país.
En su ofensiva contra la delincuencia, Calderón no sólo ha recurrido las fuerzas de seguridad pública, sino también al Ejército y la Marina.
“2010 fue el año de mayor número de muertes violentas en el país. ¿Por qué razón? Porque se suscitaron varios conflictos entre cárteles al mismo tiempo”, dijo el mandatario.
De acuerdo con Calderón, la rivalidad entre los cárteles de Sinaloa y de Juárez, o entre el cártel del Golfo y el grupo delictivo de Los Zetas, así como los problemas en el cártel de los hermanos Beltrán Leyva, han dejado una estela de muerte en estados como Chihuahua, Durango, Sinaloa, Nuevo León, Tamaulipas, Michoacán y Guerrero.
A mediados de diciembre pasado, el gobierno reconoció que en cuatro años se han registrado más de 30,000 muertes violentas.
De ellas, unas 10,000 ocurrieron en 2010 y, de ese total, más de 3,000 en Ciudad Juárez, en el estado Chihuahua, en el norte de México.
Las autoridades sostienen que la estrategia gubernamental para combatir al crimen va en la dirección correcta y que 90% de las muertes corresponden a personas relacionadas de alguna forma con actividades delictivas.
Además, afirman que han logrado dar duros golpes a las organizaciones criminales, como las muertes de los capos Arturo Beltrán Leyva, El Barbas; Ignacio Nacho Coronel; Arturo Ezequiel Cárdenas Guillén, Tony Tormenta, y Nazario Moreno González, El Chayo.
Calderón, quien en su mensaje de Año Nuevo se comprometió a continuar combatiendo a los delincuentes, admitió en la entrevista que el país aún necesita fortalecer las instituciones de seguridad y justicia, en especial en los niveles estatal y municipal.
Esta semana, en entrevista con CNN, el experto en seguridad Jorge Chabat dijo que los resultados en la materia comenzarán a verse a largo plazo, si las autoridades consiguen construir instituciones eficaces.
Al referirse a las personas que han enfrentado a la delincuencia por su cuenta, el presidente aplaudió “el valor de un ciudadano en circunstancias tan adversas”, pero aclaró que el deber de brindar seguridad corresponde al Estado.
Por ello, llamó a la ciudadanía a colaborar con las autoridades a través de acciones como la denuncia de delitos.
El año pasado, Calderón encabezó una serie de foros públicos con distintos sectores sociales para discutir los elementos que debe incluir una política de Estado en materia de seguridad.
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