CNNMéxico
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) rompió el silencio de dos años para lamentar la muerte del obispo Samuel Ruiz García y para advertir que se avecina una maniobra para dividir la diócesis de San Cristóbal de las Casas, con el objetivo de diluir su trabajo a favor de los grupos desposeídos.
El obispo católico y su equipo diocesano arriesgaron la vida y la libertad, para tratar de cambiar la situación de miseria y marginación de los pueblos originarios de Chiapas, manifestaron el subcomandante Marcos y el teniente coronel Moisés, en un comunicado fechado este miércoles.
"Aunque no fueron pocas ni superficiales las diferencias, desacuerdos y distancias, hoy queremos remarcar un compromiso y una trayectoria que no son sólo de un individuo, sino de toda una corriente dentro de la iglesia católica", expresaron a nombre del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN.
"Incluso desde mucho antes de nuestro alzamiento en 1994, la diócesis de San Cristóbal padeció el hostigamiento, los ataques y las calumnias del Ejército federal y de los gobiernos estatales en turno".
El Ejército Zapatista cuestiona también a los políticos que desfilaron ante el cuerpo de Samuel Ruiz mientras era velado en la catedral de la Paz.
"En el EZLN militan personas con diferentes credos y sin creencia religiosa alguna, pero la estatura humana de este hombre (y la de quienes, como él, caminan del lado de los oprimidos, los despojados, los reprimidos, los despreciados), llama a nuestra palabra", expresaron, refiriéndose a dos años de silencio: su último pronunciamiento fue en enero de 2009.
El grupo insurgente, que se alzó en armas en enero de 1994, reconoció a Samuel Ruiz como un hombre que practicó su religión con los desposeídos católicos y no católicos.
"No sólo se preocupó por la grave situación de miseria y marginación de los pueblos originarios de Chiapas, también trabajó, junto con un heroico equipo de pastoral, por mejorar esas indignas condiciones de vida y muerte", refirió el EZLN.
El Ejército Zapatista fustigó contra los gobernadores que participaron en las ofensivas contra el obispo Samuel Ruiz y su equipo pastoral. Mencionaron al padre del actual gobernador, Juan Sabines Gutiérrez, recordado por la masacre perpetrada por caciques armados y policías, en la comunidad de Wolonchan, municipio de Sitalá, en 1980.
También señalaron al general Absalón Castellanos Domínguez, a quien en enero de 1994 el EZLN lo detuvo para hacerse un juicio popular por las acciones cometidas contra los grupos indígenas. Hablan de Patrocinio González Garrido, quien en enero de 1994 ya había pasado de gobernador de Chiapas a secretario de Gobernación del gobierno federal.
Añaden en su lista a Elmar Setzer, Eduardo Robledo Rincón, Julio César Ruiz Ferro, que cuando fue gobernador sucedió el asesinato de los 45 indígenas de Acteal en 1997. Y por último, critican a Roberto Albores Guillén, quien orquestó una campaña de falsas deserciones de miliciano del EZLN.Todos estos gobernadores "hostigaron a quienes en la diócesis de San Cristóbal se opusieron a sus matanzas y al manejo del Estado como si fuera una hacienda porfirista", advirtió el EZLN.
El subcomandante Marcos y el teniente coronel Moisés aprovecharon para criticar a los ex presidentes priistas Ernesto Zedillo y Carlos Salinas de Gortari.
"Obsesionado con la idea de acabar con Don Samuel, el entonces presidente de México (Ernesto Zedillo), y ahora empleado de trasnacionales, aprovechó la alianza que, bajo la tutela de Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernández de Cevallos, se había forjado entre el PRI y el PAN", señalaron.
"La alianza PRI-PAN (a la que luego se unirían en Chiapas el PRD y el PT) en contra de la iglesia católica progresista no se detuvo ahí. Desde los gobiernos federal y estatal se apadrinaron ataques, calumnias y atentados en contra de los miembros de la diócesis".
El obispo católico y su equipo diocesano arriesgaron la vida y la libertad, para tratar de cambiar la situación de miseria y marginación de los pueblos originarios de Chiapas, manifestaron el subcomandante Marcos y el teniente coronel Moisés, en un comunicado fechado este miércoles.
"Aunque no fueron pocas ni superficiales las diferencias, desacuerdos y distancias, hoy queremos remarcar un compromiso y una trayectoria que no son sólo de un individuo, sino de toda una corriente dentro de la iglesia católica", expresaron a nombre del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN.
"Incluso desde mucho antes de nuestro alzamiento en 1994, la diócesis de San Cristóbal padeció el hostigamiento, los ataques y las calumnias del Ejército federal y de los gobiernos estatales en turno".
El Ejército Zapatista cuestiona también a los políticos que desfilaron ante el cuerpo de Samuel Ruiz mientras era velado en la catedral de la Paz.
"En el EZLN militan personas con diferentes credos y sin creencia religiosa alguna, pero la estatura humana de este hombre (y la de quienes, como él, caminan del lado de los oprimidos, los despojados, los reprimidos, los despreciados), llama a nuestra palabra", expresaron, refiriéndose a dos años de silencio: su último pronunciamiento fue en enero de 2009.
El grupo insurgente, que se alzó en armas en enero de 1994, reconoció a Samuel Ruiz como un hombre que practicó su religión con los desposeídos católicos y no católicos.
"No sólo se preocupó por la grave situación de miseria y marginación de los pueblos originarios de Chiapas, también trabajó, junto con un heroico equipo de pastoral, por mejorar esas indignas condiciones de vida y muerte", refirió el EZLN.
El Ejército Zapatista fustigó contra los gobernadores que participaron en las ofensivas contra el obispo Samuel Ruiz y su equipo pastoral. Mencionaron al padre del actual gobernador, Juan Sabines Gutiérrez, recordado por la masacre perpetrada por caciques armados y policías, en la comunidad de Wolonchan, municipio de Sitalá, en 1980.
También señalaron al general Absalón Castellanos Domínguez, a quien en enero de 1994 el EZLN lo detuvo para hacerse un juicio popular por las acciones cometidas contra los grupos indígenas. Hablan de Patrocinio González Garrido, quien en enero de 1994 ya había pasado de gobernador de Chiapas a secretario de Gobernación del gobierno federal.
Añaden en su lista a Elmar Setzer, Eduardo Robledo Rincón, Julio César Ruiz Ferro, que cuando fue gobernador sucedió el asesinato de los 45 indígenas de Acteal en 1997. Y por último, critican a Roberto Albores Guillén, quien orquestó una campaña de falsas deserciones de miliciano del EZLN.Todos estos gobernadores "hostigaron a quienes en la diócesis de San Cristóbal se opusieron a sus matanzas y al manejo del Estado como si fuera una hacienda porfirista", advirtió el EZLN.
El subcomandante Marcos y el teniente coronel Moisés aprovecharon para criticar a los ex presidentes priistas Ernesto Zedillo y Carlos Salinas de Gortari.
"Obsesionado con la idea de acabar con Don Samuel, el entonces presidente de México (Ernesto Zedillo), y ahora empleado de trasnacionales, aprovechó la alianza que, bajo la tutela de Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernández de Cevallos, se había forjado entre el PRI y el PAN", señalaron.
"La alianza PRI-PAN (a la que luego se unirían en Chiapas el PRD y el PT) en contra de la iglesia católica progresista no se detuvo ahí. Desde los gobiernos federal y estatal se apadrinaron ataques, calumnias y atentados en contra de los miembros de la diócesis".
No hay comentarios:
Publicar un comentario