DIARIO
Distrito Federal— El lunes por la mañana, una llamada telefónica de Aarón Arturo Ginés Becerril, ‘El Contador’ y uno de los más cercanos colaboradores de Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie”, alertó a la Policía Federal, que le pisaba los talones desde el 9 de agosto.La señal telefónica ubicó un punto en el poblado de Salazar, en el municipio mexiquense de Lerma, donde el ex jefe de sicarios de los Beltrán Leyva —acusado de traficar mensualmente una tonelada de cocaína y de un número aún no preciso de asesinatos— fue detenido tras 14 meses de persecución, junto con seis integrantes de su círculo más cercano: dos mujeres y cuatro hombres.
La operación de captura incluyó acciones simultáneas en Guerrero, Morelos y el sur de la Ciudad de México. Un cerco del que Ginés Becerril intentó escapar, sólo para caer abatido en la Avenida Periférico Sur, antes de hacer la llamada que reveló el escondite de su jefe.En sus primeras declaraciones, Valdez Villarreal reconoció que el 16 de diciembre de 2009, día de la muerte de Arturo Beltrán Leyva, éste le pidió apoyo para escapar, pues estaba rodeado por la Marina, “a lo que ‘La Barbie’ le sugirió que se entregara”, informó Ramón Pequeño García, jefe de la División Antidrogas.De acuerdo con el testimonio de “La Barbie”, referido por el funcionario, su relación con Héctor Beltrán, “El H”, se fracturó a raíz de la muerte de Arturo, pues sus hermanos lo acusaron de haberlo traicionado.“La Barbie” dijo que Arturo Beltrán ordenó asesinar a altos mandos de la corporación, entre ellos a Édgar Millán, en represalia por los cateos a su casas de seguridad y la detención de colaboradores.Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, era responsable de ejecutar esas acciones, afirmó Pequeño García en conferencia.
“La Barbie” también reconoció haber participado —a mediados de 2007— en una reunión en Cuernavaca, Morelos, entre los líderes de los cárteles de Sinaloa, Juárez, Golfo y “Los Zetas” para pactar el término de las agresiones.
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