Pretender que sean los gobernadores, o el secretario de Seguridad Pública Federal o el Congreso quienes tomen las medidas y las decisiones de impacto local "es una gran estupidez que ya nos ha costado mucho y que todavía nos puede costar más", advirtió el senador Ramón Galindo Noriega, respecto de un Mando Único Policial, además, de expresar que la autonomía municipal es una entelequia.
El legislador explicó ampliamente el por qué la negativa de muchos parlamentarios a la aprobación de la Iniciativa tal como fue presentada por el Ejecutivo. Esta pretendía reformar los artículos 21, 73, 115, 116 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El objetivo de la propuesta era establecer el Mando Único Policial en todos los municipios del país, con la finalidad de reorganizar y fortalecer los mecanismos de coordinación, recuperar la confianza ciudadana y asegurar las condiciones mínimas que salvaguarden los derechos, y el pleno ejercicio de las libertades.
También refería que la prevención y reacción inmediata en contra de los delitos será corresponsabilidad de las policías federales, estatales, del Distrito Federal y, en su caso, de las policías municipales o metropolitanas acreditadas.
w La inexistente autonomía
En la entrevista efectuada el pasado jueves, después de la reunión que sostuvieron los legisladores de diversas comisiones con el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, el senador Galindo Noriega también refirió la intención del funcionario de tomar en cuenta los argumentos de los legisladores.
* Pero antes...
-Pareciera que la Iniciativa tal y como está, produciría tensión y hasta confrontaciones entre los representantes del poder Ejecutivo, es decir, de los gobernadores y de los presidentes municipales. ¿Deben los presidentes municipales estar supeditados a los gobernadores? ¿De alguna manera habría desestabilización y rebeldías en los Estados y en lugar de resolver un grave problema se crearían otros?
-Es por ello que debe existir el concepto de la petición de parte del hecho facultativo, para que se de una unificación de mando policiaco es tan importante. Esto es lo que evitaría una relación agresiva de parte de los gobernadores hacia los municipios y permitiría convenios más de conveniencia y de propósitos que de relaciones autoritarias y unilaterales.
"Creemos que en efecto -abundó- debe de mejorarse la actuación policiaca con dos cosas: con una relación subsidiaria entre los órdenes públicos, municipios, estados y federación; y mediante la evaluación policiaca, que es otro de los grandes flancos frágiles de la Iniciativa. Deseamos que realmente haya una policía confiable, pero simplemente fortalecerla con mayores facultades, con mandos únicos o con presupuesto para que hagan lo mismo que están haciendo, no es suficiente. Necesitamos una nueva policía, no solamente que se integre de una manera diferente, ni que únicamente establezca mayores niveles de corresponsabilidad en todos los órdenes públicos sino, además, y muy importante, que su actuación esté evaluada por órganos autónomos y confiables. De manera que todos estos esfuerzos adicionales políticos o administrativos o fiscales o tributarios, estén siendo un empeño para que vaya en el sentido no sólo de más policía, sino de mejor policía".
-¿Existe esa autonomía municipal o sólo está en el papel?
-No hay autonomía municipal. Tan no la hay que en estos momentos los propios gobernadores, sin iniciativa, sin ningún cambio a la ley, ya están absorbiendo las policías municipales. No hay libertad municipal. Y, además, con ese tipo de iniciativas menos aún. Por eso es que nos preocupa ver todo el problema policial en un contexto amplio, integral, no solamente policiaco, sino de redefinición y rediseño de las relaciones institucionales entre los Ayuntamientos, los estados y la federación.
Consideró que hay alcaldes que están realizando un esfuerzo muy grande: están evaluando sus policías, están midiendo su desempeño y están despidiendo a malos elementos. "Borrar eso de una pincelada, simplemente para decir que ahora los estados serán los encargados de la seguridad pública en esos municipios, me parece que es una falta de respeto", recalcó.
* Y enseguida...
"Por supuesto que no hay autonomía municipal y lejos de avanzar para que exista estamos limitando más los espacios con propuestas como esta".
-¿Ustedes los senadores van a aprovechar esta iniciativa para reforzar el artículo 115 constitucional y darle fuerza a los municipios?
-Esta es mi posición y la comenté hoy por la mañana con el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, en el sentido de que debemos ver toda la película completa, todo el panorama. Los municipios ciertamente no pueden con la seguridad pública, pero tampoco pueden con otras cosas. Lo que tenemos que ver es cómo hacemos para que sí puedan, porque si la reacción y la respuesta de la clase política ante una evidente falta de capacidad de las policías municipales para combatir a la delincuencia es quitarle la facultad, entonces ya podemos irles quitando todas las facultades, hasta para recoger la basura, para poner las lámparas del alumbrado público y pavimentar, etcétera.
-¿Quedarían como simples empleados?
-No tendría caso alguno tener procesos electorales para decidir quien recoge la basura. El reto que tenemos en el Senado, sobre todo, es revisar el tipo de instrumentos con los que cuentan los Ayuntamientos. No solamente quitarles los espacios con la pretensión vana de que otros entes públicos podrán hacerlo mejor, cuando no lo han hecho, sino ver como le hacemos para que realmente puedan dar los resultados que hoy no están dando los Ayuntamientos.
Comentó también: "Esta puede ser una buena oportunidad para ver todas las iniciativas, fiscal, política y del ámbito administrativo, de manera que fortalezcan a los Ayuntamientos y a las comunidades municipales para que tengan mejores resultados, en lugar de debilitarlos aún más como se pretende ahora".
w Las enormes diferencias
En la reciente reunión de los senadores con los alcaldes el senador Galindo Noriega señaló entre otras cosas que la pretensión del presidente Calderón y seguramente de algunos gobernadores era buena en el sentido de poder potenciar todos los instrumentos que tienen a su cargo para combatir el crimen, pero le parecía que no es conveniente debilitar al Ayuntamiento y pretender que es lo mismo Guadalajara y Monterrey que Parral, Chihuahua o algún otro. Así se lo dijimos, antes de preguntarle:
-¿Considera que no debe haber el mismo rasero para todos los municipios puesto que las condiciones son muy diferentes?
-No debe haberlo. El problema es que se está aplicando una medida en forma genérica. Una medida que tenga un impacto, al menos en la pretensión, en espacios que son tan brutalmente diferentes. Esto será necesario en muchos municipios y puede ser que en todos, pero debemos dejar abierta la puerta, para que cuando el municipio esté listo retome la facultad.
-Hay municipios muy grandes y fuertes -se le dijo-, con autoridades evidentemente fuertes, sólo hay que pensar en las confrontaciones que sobrevendrán con el gobernador del partido que fuere...
-¡Claro! ¡Claro! Un municipio por grande o chico que sea, cómo se enfrenta a la maquinaria pública del Estado cuando este quiera absorber las funciones locales. Cuándo podría un municipio recuperar espacios que hoy estuviera dispuesto a ceder, si la ley no establece la manera de hacerlo. ¡No lo recuperaría nunca! Cualquier espacio que se ceda hoy, sin dejar clara la forma como podría ser depuesta dicha facultad, lo que va a generar es que nunca más regrese y que en los municipios de 500 habitantes y los grandotes de uno o de dos millones, sean Ayuntamientos que solamente se dediquen a labores cosméticas que no modifican nada de fondo.
"Lo más grave -añadió- es que se desaprovecha el talento local de ser una mejor comunidad. Eso es lo que hemos venido haciendo durante 200 años. Estamos en la misma dinámica centralista, en lugar de empezar a ver como les entregamos un acta de nacimiento en donde reconozcamos que son adultos, que quieren a su tierra, a sus familias y están listos para tomar decisiones aun cuando puedan equivocarse al hacerlo.
"Lo importante aquí no es que tan malas o tan buenas decisiones tomamos -precisó- sino que tengamos la madurez para aprender de nuestros errores y si a los Ayuntamientos no les permitimos ni siquiera equivocarse, entonces siempre vamos a tener una relación de empleados y patrones, de padres e hijos, de dependientes y centralistas que deciden todo de forma unilateral. Eso es lo que nos tiene como un país pobre. Al final de cuentas, el camino de la debilidad local, es el camino de la debilidad nacional".
Insistió: "En la medida en que nuestros municipios sean pobres, nuestro país será pobre; en la medida en que nuestros municipios tengan espacios de libertad, tendremos posibilidades de ser un país más desarrollado. Pretender que sean los gobernadores, o el secretario de Seguridad Pública Federal o el Congreso quien venga a tomar las medidas y las decisiones de impacto local es una gran estupidez que ya nos ha costado mucho y que todavía nos puede costar más".
El legislador explicó ampliamente el por qué la negativa de muchos parlamentarios a la aprobación de la Iniciativa tal como fue presentada por el Ejecutivo. Esta pretendía reformar los artículos 21, 73, 115, 116 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El objetivo de la propuesta era establecer el Mando Único Policial en todos los municipios del país, con la finalidad de reorganizar y fortalecer los mecanismos de coordinación, recuperar la confianza ciudadana y asegurar las condiciones mínimas que salvaguarden los derechos, y el pleno ejercicio de las libertades.
También refería que la prevención y reacción inmediata en contra de los delitos será corresponsabilidad de las policías federales, estatales, del Distrito Federal y, en su caso, de las policías municipales o metropolitanas acreditadas.
w La inexistente autonomía
En la entrevista efectuada el pasado jueves, después de la reunión que sostuvieron los legisladores de diversas comisiones con el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, el senador Galindo Noriega también refirió la intención del funcionario de tomar en cuenta los argumentos de los legisladores.
* Pero antes...
-Pareciera que la Iniciativa tal y como está, produciría tensión y hasta confrontaciones entre los representantes del poder Ejecutivo, es decir, de los gobernadores y de los presidentes municipales. ¿Deben los presidentes municipales estar supeditados a los gobernadores? ¿De alguna manera habría desestabilización y rebeldías en los Estados y en lugar de resolver un grave problema se crearían otros?
-Es por ello que debe existir el concepto de la petición de parte del hecho facultativo, para que se de una unificación de mando policiaco es tan importante. Esto es lo que evitaría una relación agresiva de parte de los gobernadores hacia los municipios y permitiría convenios más de conveniencia y de propósitos que de relaciones autoritarias y unilaterales.
"Creemos que en efecto -abundó- debe de mejorarse la actuación policiaca con dos cosas: con una relación subsidiaria entre los órdenes públicos, municipios, estados y federación; y mediante la evaluación policiaca, que es otro de los grandes flancos frágiles de la Iniciativa. Deseamos que realmente haya una policía confiable, pero simplemente fortalecerla con mayores facultades, con mandos únicos o con presupuesto para que hagan lo mismo que están haciendo, no es suficiente. Necesitamos una nueva policía, no solamente que se integre de una manera diferente, ni que únicamente establezca mayores niveles de corresponsabilidad en todos los órdenes públicos sino, además, y muy importante, que su actuación esté evaluada por órganos autónomos y confiables. De manera que todos estos esfuerzos adicionales políticos o administrativos o fiscales o tributarios, estén siendo un empeño para que vaya en el sentido no sólo de más policía, sino de mejor policía".
-¿Existe esa autonomía municipal o sólo está en el papel?
-No hay autonomía municipal. Tan no la hay que en estos momentos los propios gobernadores, sin iniciativa, sin ningún cambio a la ley, ya están absorbiendo las policías municipales. No hay libertad municipal. Y, además, con ese tipo de iniciativas menos aún. Por eso es que nos preocupa ver todo el problema policial en un contexto amplio, integral, no solamente policiaco, sino de redefinición y rediseño de las relaciones institucionales entre los Ayuntamientos, los estados y la federación.
Consideró que hay alcaldes que están realizando un esfuerzo muy grande: están evaluando sus policías, están midiendo su desempeño y están despidiendo a malos elementos. "Borrar eso de una pincelada, simplemente para decir que ahora los estados serán los encargados de la seguridad pública en esos municipios, me parece que es una falta de respeto", recalcó.
* Y enseguida...
"Por supuesto que no hay autonomía municipal y lejos de avanzar para que exista estamos limitando más los espacios con propuestas como esta".
-¿Ustedes los senadores van a aprovechar esta iniciativa para reforzar el artículo 115 constitucional y darle fuerza a los municipios?
-Esta es mi posición y la comenté hoy por la mañana con el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, en el sentido de que debemos ver toda la película completa, todo el panorama. Los municipios ciertamente no pueden con la seguridad pública, pero tampoco pueden con otras cosas. Lo que tenemos que ver es cómo hacemos para que sí puedan, porque si la reacción y la respuesta de la clase política ante una evidente falta de capacidad de las policías municipales para combatir a la delincuencia es quitarle la facultad, entonces ya podemos irles quitando todas las facultades, hasta para recoger la basura, para poner las lámparas del alumbrado público y pavimentar, etcétera.
-¿Quedarían como simples empleados?
-No tendría caso alguno tener procesos electorales para decidir quien recoge la basura. El reto que tenemos en el Senado, sobre todo, es revisar el tipo de instrumentos con los que cuentan los Ayuntamientos. No solamente quitarles los espacios con la pretensión vana de que otros entes públicos podrán hacerlo mejor, cuando no lo han hecho, sino ver como le hacemos para que realmente puedan dar los resultados que hoy no están dando los Ayuntamientos.
Comentó también: "Esta puede ser una buena oportunidad para ver todas las iniciativas, fiscal, política y del ámbito administrativo, de manera que fortalezcan a los Ayuntamientos y a las comunidades municipales para que tengan mejores resultados, en lugar de debilitarlos aún más como se pretende ahora".
w Las enormes diferencias
En la reciente reunión de los senadores con los alcaldes el senador Galindo Noriega señaló entre otras cosas que la pretensión del presidente Calderón y seguramente de algunos gobernadores era buena en el sentido de poder potenciar todos los instrumentos que tienen a su cargo para combatir el crimen, pero le parecía que no es conveniente debilitar al Ayuntamiento y pretender que es lo mismo Guadalajara y Monterrey que Parral, Chihuahua o algún otro. Así se lo dijimos, antes de preguntarle:
-¿Considera que no debe haber el mismo rasero para todos los municipios puesto que las condiciones son muy diferentes?
-No debe haberlo. El problema es que se está aplicando una medida en forma genérica. Una medida que tenga un impacto, al menos en la pretensión, en espacios que son tan brutalmente diferentes. Esto será necesario en muchos municipios y puede ser que en todos, pero debemos dejar abierta la puerta, para que cuando el municipio esté listo retome la facultad.
-Hay municipios muy grandes y fuertes -se le dijo-, con autoridades evidentemente fuertes, sólo hay que pensar en las confrontaciones que sobrevendrán con el gobernador del partido que fuere...
-¡Claro! ¡Claro! Un municipio por grande o chico que sea, cómo se enfrenta a la maquinaria pública del Estado cuando este quiera absorber las funciones locales. Cuándo podría un municipio recuperar espacios que hoy estuviera dispuesto a ceder, si la ley no establece la manera de hacerlo. ¡No lo recuperaría nunca! Cualquier espacio que se ceda hoy, sin dejar clara la forma como podría ser depuesta dicha facultad, lo que va a generar es que nunca más regrese y que en los municipios de 500 habitantes y los grandotes de uno o de dos millones, sean Ayuntamientos que solamente se dediquen a labores cosméticas que no modifican nada de fondo.
"Lo más grave -añadió- es que se desaprovecha el talento local de ser una mejor comunidad. Eso es lo que hemos venido haciendo durante 200 años. Estamos en la misma dinámica centralista, en lugar de empezar a ver como les entregamos un acta de nacimiento en donde reconozcamos que son adultos, que quieren a su tierra, a sus familias y están listos para tomar decisiones aun cuando puedan equivocarse al hacerlo.
"Lo importante aquí no es que tan malas o tan buenas decisiones tomamos -precisó- sino que tengamos la madurez para aprender de nuestros errores y si a los Ayuntamientos no les permitimos ni siquiera equivocarse, entonces siempre vamos a tener una relación de empleados y patrones, de padres e hijos, de dependientes y centralistas que deciden todo de forma unilateral. Eso es lo que nos tiene como un país pobre. Al final de cuentas, el camino de la debilidad local, es el camino de la debilidad nacional".
Insistió: "En la medida en que nuestros municipios sean pobres, nuestro país será pobre; en la medida en que nuestros municipios tengan espacios de libertad, tendremos posibilidades de ser un país más desarrollado. Pretender que sean los gobernadores, o el secretario de Seguridad Pública Federal o el Congreso quien venga a tomar las medidas y las decisiones de impacto local es una gran estupidez que ya nos ha costado mucho y que todavía nos puede costar más".
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