EL UNIVERSAL
El crimen organizado utiliza las mismas rutas de distribución de Petróleos Mexicanos (Pemex) para vender el combustible que sustrae de ductos, terminales de almacenamiento y refinerías.
De acuerdo con información reservada de la Gerencia de Seguridad Física de Pemex, con fecha de mayo de 2010, el hampa opera en instalaciones estratégicas donde ha extendido una red de distribución hacia todos los puntos del país, con la finalidad de llegar a la cartera de clientes de Pemex, incluyendo centrales privadas de generación de energía.
Documentos, a los cuales tuvo acceso EL UNIVERSAL, revelan la existencia de operaciones ilegales en las terminales de Salina Cruz, Oaxaca, y Tuxpan, Veracruz, de donde salen los productos que abastecen todas las terminales portuarias del litoral del Pacífico y para exportación hacia Estados Unidos, así como las zonas del norte de Puebla y Veracruz, y Centro y Altiplano (Bajío).
Información de inteligencia de Pemex sobre del despacho de productos petrolíferos y petróleo crudo que sale de la terminal de Salina Cruz, Oaxaca, hacia el mercado del litoral del Pacífico, refiere posibles filtraciones que llegan a las terminales portuarias de Acapulco, Lázaro Cárdenas, Manzanillo, Mazatlán, Topolobampo, Guaymas, Puerto Libertad, La Paz, San Carlos, Santa Rosalía, Isla Cedros, Ensenada y Rosarito, ruta de distribución de la paraestatal.
En estos lugares operan otras células del crimen organizado encargadas de sustraer los productos de ductos y de los mismos tanques de almacenamiento y reparto, aprovechando la falta de monitoreo y control en tiempo real de las operaciones de descarga y distribución.
En cada uno de estos puntos, según los reportes entregados a la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Seguridad Pública, Pemex reconoce que los sistemas de medición “no cuentan con información centralizada, de manera tal que puedan llevar a cabo una toma de decisiones más adecuada y pronta ante eventualidades en la operación o situaciones anómalas, como pueden presentarse en la operación o bombeo desde buques, monoboyas, la conexión de mangueras en muelles, la operación de cabezales y líneas, el almacenamiento en tanques o pérdidas de contención en los ductos”.
La Residencia de Operaciones Portuarias Manzanillo, Colima, que es uno de los principales puntos de la ruta que siguen los productos en el litoral del Pacífico, y considerada instalación estratégica en las operaciones de almacenamiento y distribución de productos petrolíferos para los estados de Colima, Jalisco y Michoacán, padece el mismo problema de la falta de automatización de sus operaciones, la cual es necesaria para una mayor eficiencia y garantía en sus niveles de seguridad.
Este punto de recepción se encuentra ubicado en la bahía de Manzanillo, Colima, en la parte suroeste del puerto.
En el lugar se reciben buquetanques con importaciones de combustóleo. A través de ella se abastece de combustibles Magna, Premium y Diesel a la Terminal de Almacenamiento y Reparto Manzanillo, así como combustóleo pesado a las instalaciones de la CFE.
Actualmente, la residencia opera de forma manual la mayoría de sus procesos y operaciones. Aunque otras instalaciones de la misma terminal operan con sistemas automatizados, “la información se encuentra dispersa en los distintos sistemas de medición o automatización, lo que no facilita una toma de decisiones ágil e informada. Los operadores del centro de trabajo requieren consultar las condiciones operativas de las distintas áreas de la residencia, lo que provoca la pérdida de tiempo valioso, particularmente en caso de situaciones anómalas o de emergencia como el robo de combustible” a Pemex.
De acuerdo con información reservada de la Gerencia de Seguridad Física de Pemex, con fecha de mayo de 2010, el hampa opera en instalaciones estratégicas donde ha extendido una red de distribución hacia todos los puntos del país, con la finalidad de llegar a la cartera de clientes de Pemex, incluyendo centrales privadas de generación de energía.
Documentos, a los cuales tuvo acceso EL UNIVERSAL, revelan la existencia de operaciones ilegales en las terminales de Salina Cruz, Oaxaca, y Tuxpan, Veracruz, de donde salen los productos que abastecen todas las terminales portuarias del litoral del Pacífico y para exportación hacia Estados Unidos, así como las zonas del norte de Puebla y Veracruz, y Centro y Altiplano (Bajío).
Información de inteligencia de Pemex sobre del despacho de productos petrolíferos y petróleo crudo que sale de la terminal de Salina Cruz, Oaxaca, hacia el mercado del litoral del Pacífico, refiere posibles filtraciones que llegan a las terminales portuarias de Acapulco, Lázaro Cárdenas, Manzanillo, Mazatlán, Topolobampo, Guaymas, Puerto Libertad, La Paz, San Carlos, Santa Rosalía, Isla Cedros, Ensenada y Rosarito, ruta de distribución de la paraestatal.
En estos lugares operan otras células del crimen organizado encargadas de sustraer los productos de ductos y de los mismos tanques de almacenamiento y reparto, aprovechando la falta de monitoreo y control en tiempo real de las operaciones de descarga y distribución.
En cada uno de estos puntos, según los reportes entregados a la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Seguridad Pública, Pemex reconoce que los sistemas de medición “no cuentan con información centralizada, de manera tal que puedan llevar a cabo una toma de decisiones más adecuada y pronta ante eventualidades en la operación o situaciones anómalas, como pueden presentarse en la operación o bombeo desde buques, monoboyas, la conexión de mangueras en muelles, la operación de cabezales y líneas, el almacenamiento en tanques o pérdidas de contención en los ductos”.
La Residencia de Operaciones Portuarias Manzanillo, Colima, que es uno de los principales puntos de la ruta que siguen los productos en el litoral del Pacífico, y considerada instalación estratégica en las operaciones de almacenamiento y distribución de productos petrolíferos para los estados de Colima, Jalisco y Michoacán, padece el mismo problema de la falta de automatización de sus operaciones, la cual es necesaria para una mayor eficiencia y garantía en sus niveles de seguridad.
Este punto de recepción se encuentra ubicado en la bahía de Manzanillo, Colima, en la parte suroeste del puerto.
En el lugar se reciben buquetanques con importaciones de combustóleo. A través de ella se abastece de combustibles Magna, Premium y Diesel a la Terminal de Almacenamiento y Reparto Manzanillo, así como combustóleo pesado a las instalaciones de la CFE.
Actualmente, la residencia opera de forma manual la mayoría de sus procesos y operaciones. Aunque otras instalaciones de la misma terminal operan con sistemas automatizados, “la información se encuentra dispersa en los distintos sistemas de medición o automatización, lo que no facilita una toma de decisiones ágil e informada. Los operadores del centro de trabajo requieren consultar las condiciones operativas de las distintas áreas de la residencia, lo que provoca la pérdida de tiempo valioso, particularmente en caso de situaciones anómalas o de emergencia como el robo de combustible” a Pemex.
El crimen organizado utiliza las mismas rutas de distribución de Petróleos Mexicanos (Pemex) para vender el combustible que sustrae de ductos, terminales de almacenamiento y refinerías.
De acuerdo con información reservada de la Gerencia de Seguridad Física de Pemex, con fecha de mayo de 2010, el hampa opera en instalaciones estratégicas donde ha extendido una red de distribución hacia todos los puntos del país, con la finalidad de llegar a la cartera de clientes de Pemex, incluyendo centrales privadas de generación de energía.
Documentos, a los cuales tuvo acceso EL UNIVERSAL, revelan la existencia de operaciones ilegales en las terminales de Salina Cruz, Oaxaca, y Tuxpan, Veracruz, de donde salen los productos que abastecen todas las terminales portuarias del litoral del Pacífico y para exportación hacia Estados Unidos, así como las zonas del norte de Puebla y Veracruz, y Centro y Altiplano (Bajío).
Información de inteligencia de Pemex sobre del despacho de productos petrolíferos y petróleo crudo que sale de la terminal de Salina Cruz, Oaxaca, hacia el mercado del litoral del Pacífico, refiere posibles filtraciones que llegan a las terminales portuarias de Acapulco, Lázaro Cárdenas, Manzanillo, Mazatlán, Topolobampo, Guaymas, Puerto Libertad, La Paz, San Carlos, Santa Rosalía, Isla Cedros, Ensenada y Rosarito, ruta de distribución de la paraestatal.
En estos lugares operan otras células del crimen organizado encargadas de sustraer los productos de ductos y de los mismos tanques de almacenamiento y reparto, aprovechando la falta de monitoreo y control en tiempo real de las operaciones de descarga y distribución.
En cada uno de estos puntos, según los reportes entregados a la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Seguridad Pública, Pemex reconoce que los sistemas de medición “no cuentan con información centralizada, de manera tal que puedan llevar a cabo una toma de decisiones más adecuada y pronta ante eventualidades en la operación o situaciones anómalas, como pueden presentarse en la operación o bombeo desde buques, monoboyas, la conexión de mangueras en muelles, la operación de cabezales y líneas, el almacenamiento en tanques o pérdidas de contención en los ductos”.
La Residencia de Operaciones Portuarias Manzanillo, Colima, que es uno de los principales puntos de la ruta que siguen los productos en el litoral del Pacífico, y considerada instalación estratégica en las operaciones de almacenamiento y distribución de productos petrolíferos para los estados de Colima, Jalisco y Michoacán, padece el mismo problema de la falta de automatización de sus operaciones, la cual es necesaria para una mayor eficiencia y garantía en sus niveles de seguridad.
Este punto de recepción se encuentra ubicado en la bahía de Manzanillo, Colima, en la parte suroeste del puerto.
En el lugar se reciben buquetanques con importaciones de combustóleo. A través de ella se abastece de combustibles Magna, Premium y Diesel a la Terminal de Almacenamiento y Reparto Manzanillo, así como combustóleo pesado a las instalaciones de la CFE.
Actualmente, la residencia opera de forma manual la mayoría de sus procesos y operaciones. Aunque otras instalaciones de la misma terminal operan con sistemas automatizados, “la información se encuentra dispersa en los distintos sistemas de medición o automatización, lo que no facilita una toma de decisiones ágil e informada. Los operadores del centro de trabajo requieren consultar las condiciones operativas de las distintas áreas de la residencia, lo que provoca la pérdida de tiempo valioso, particularmente en caso de situaciones anómalas o de emergencia como el robo de combustible” a Pemex.
De acuerdo con información reservada de la Gerencia de Seguridad Física de Pemex, con fecha de mayo de 2010, el hampa opera en instalaciones estratégicas donde ha extendido una red de distribución hacia todos los puntos del país, con la finalidad de llegar a la cartera de clientes de Pemex, incluyendo centrales privadas de generación de energía.
Documentos, a los cuales tuvo acceso EL UNIVERSAL, revelan la existencia de operaciones ilegales en las terminales de Salina Cruz, Oaxaca, y Tuxpan, Veracruz, de donde salen los productos que abastecen todas las terminales portuarias del litoral del Pacífico y para exportación hacia Estados Unidos, así como las zonas del norte de Puebla y Veracruz, y Centro y Altiplano (Bajío).
Información de inteligencia de Pemex sobre del despacho de productos petrolíferos y petróleo crudo que sale de la terminal de Salina Cruz, Oaxaca, hacia el mercado del litoral del Pacífico, refiere posibles filtraciones que llegan a las terminales portuarias de Acapulco, Lázaro Cárdenas, Manzanillo, Mazatlán, Topolobampo, Guaymas, Puerto Libertad, La Paz, San Carlos, Santa Rosalía, Isla Cedros, Ensenada y Rosarito, ruta de distribución de la paraestatal.
En estos lugares operan otras células del crimen organizado encargadas de sustraer los productos de ductos y de los mismos tanques de almacenamiento y reparto, aprovechando la falta de monitoreo y control en tiempo real de las operaciones de descarga y distribución.
En cada uno de estos puntos, según los reportes entregados a la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Seguridad Pública, Pemex reconoce que los sistemas de medición “no cuentan con información centralizada, de manera tal que puedan llevar a cabo una toma de decisiones más adecuada y pronta ante eventualidades en la operación o situaciones anómalas, como pueden presentarse en la operación o bombeo desde buques, monoboyas, la conexión de mangueras en muelles, la operación de cabezales y líneas, el almacenamiento en tanques o pérdidas de contención en los ductos”.
La Residencia de Operaciones Portuarias Manzanillo, Colima, que es uno de los principales puntos de la ruta que siguen los productos en el litoral del Pacífico, y considerada instalación estratégica en las operaciones de almacenamiento y distribución de productos petrolíferos para los estados de Colima, Jalisco y Michoacán, padece el mismo problema de la falta de automatización de sus operaciones, la cual es necesaria para una mayor eficiencia y garantía en sus niveles de seguridad.
Este punto de recepción se encuentra ubicado en la bahía de Manzanillo, Colima, en la parte suroeste del puerto.
En el lugar se reciben buquetanques con importaciones de combustóleo. A través de ella se abastece de combustibles Magna, Premium y Diesel a la Terminal de Almacenamiento y Reparto Manzanillo, así como combustóleo pesado a las instalaciones de la CFE.
Actualmente, la residencia opera de forma manual la mayoría de sus procesos y operaciones. Aunque otras instalaciones de la misma terminal operan con sistemas automatizados, “la información se encuentra dispersa en los distintos sistemas de medición o automatización, lo que no facilita una toma de decisiones ágil e informada. Los operadores del centro de trabajo requieren consultar las condiciones operativas de las distintas áreas de la residencia, lo que provoca la pérdida de tiempo valioso, particularmente en caso de situaciones anómalas o de emergencia como el robo de combustible” a Pemex.
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