EL MILENIO
El CESOP de la Cámara de Diputados señala que en Tamaulipas hay graves problemas de ordenamiento urbano, y un ejemplo de ello es el riesgo en que viven familias de la zona que habitan áreas vulnerables.
Es impostergable la revisión de las políticas de vivienda que se están poniendo en práctica en la entidad, pues no parece que se estén resolviendo los fuertes problemas de demanda, rezago y calidad de vivienda en Tamaulipas, lo que dificulta la convivencia y sano desarrollo de la población.
A esa conclusión se llegó en el análisis denominado “Situación de la vivienda en el Estado de Tamaulipas 2005-2030”, realizado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados.
El diagnóstico habitacional, refiere haberse observado en el estado, graves problemas de ordenación del territorio y dotación de servicios y equipamiento. Encontraron que en Altamira y Tampico se enfrentan riesgos importantes, porque se permitió habitar zonas vulnerables.
De entrada, se visualizó que en el norte, las fuertes corrientes migratorias conforman asentamientos donde domina la producción de vivienda construida de manera progresiva, generalmente sin autorización y sin la intervención de mecanismos de crédito formal y con amplia disponibilidad de suelo. Esto se ha traducido en un incremento de viviendas de mala calidad y deficitarias.
A lo anterior se agrega que existen asentamientos cuya regularización no es viable porque se encuentran en zonas de riesgo, expuestas a inundaciones y deslaves.
Pero también, añade el estudio, “hay riesgos de origen químico, como en Altamira en donde existen 44 mil metros de ductos que pasan por zonas urbanas y rurales del territorio municipal y 23 empresas químicas y pozos de PEMEX, además del transporte frecuente de materiales tóxicos y productos químicos por las carreteras y caminos del municipio”.
En Reynosa, está también el ducto de PEMEX, que va de Cadereyta a Estados Unidos y que prácticamente la atraviesa de surponiente o nororiente del municipio, adicionalmente se tiene la cercanía de la cuenca Burgos donde hay explotación de gas natural.
Apunta que en Tampico, el crecimiento urbano acelerado generó asentamientos en las márgenes de cuerpos de agua e incluso la ocupación de terrenos lacustres o ganados al mar, con lo cual se ha incrementado la vulnerabilidad a riesgos. En Madero existe la amenaza constante de huracanes.
Ante este panorama, se destaca la importancia de establecer reservas territoriales para los futuros crecimientos de las ciudades tamaulipecas que cuenten con las condiciones para el desarrollo urbano. Se hace ver que un diagnóstico de vivienda, es un insumo fundamental para la elaboración de programas de gobierno. Se espera que para los próximos 20 años, la población siga creciendo y aumentando la demanda habitacional.
Se prevé que los problemas de vivienda, tanto los referidos a calidad como a necesidades y rezago, se mantendrán al menos en el mediano plazo si no se llevan a cabo acciones de política más agresivas para atender a los sectores con mayor vulnerabilidad social.
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