En el diálogo por la Seguridad, Hacia una Política de Estado, donde se habló sobre la regulación del consumo de drogas, el presidente Felipe Calderón consideró que este debate medular debe darse en una pluralidad democrática y analizarse los convenientes e inconvenientes a profundidad, porque los argumentos de unos y otros son fundamentales.Así, manifestó que por un lado hay quienes alegan que la legalización implicaría un aumento enorme del consumo en varias generaciones de mexicanos, en parte por el efecto económico mismo de la disminución de precio y por la disponibilidad de los enervantes, como por la idea que se genera de que es aceptable y socialmente bueno, y hasta medicinal su uso.Esto implica que un país tome la decisión de dejar a riesgo varias generaciones de jóvenes y adolescentes; pero por otro lado, tiene efectos de valor económico importante, en el sentido de reducir flujos importantes para la criminalidad.En el segundo día de Diálogo por la Seguridad, Hacia una Política de Estado, ahora con académicos, investigadores, especialistas y analistas políticos, el Jefe del Ejecutivo refirió que si el mejor argumento a favor de una legalización es que la reducción del precio de los narcóticos en el mercado negro va a generar beneficios y si son productos que su precio no se determina nacionalmente "y a nuestro lado está el mayor consumidor de drogas en el mundo, lo que hagamos nosotros en materia del precio va a ser irrelevante y sólo vamos a pagar todas las consecuencias negativas y muy poco o nada de las positivas".Y tomó nota, además, de que con el mismo argumento, cualquier acción que en ese respecto se tome en el ámbito internacional y, particularmente en Estados Unidos, va a tener una repercusión en México "que nos obliga siempre y en todo momento a hacer ese análisis".
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