CNN MÉXICO
La violencia contra la que luchaba la estudiante universitaria Gabriela Pineda, desde las aulas de un jardín de niños en el norteño estado de Nuevo León fue la causa de su muerte.
Ahí, rodeada de menores expuestos al conflicto y la marginación, la joven de 22 años trabajaba como practicante en un programa de equidad y género que fomenta la cultura de paz.
A poco más de un mes de que la pasante de la carrera de psicología por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) muriera atropellada por la patrulla de un policía de la capital del estado, Monterrey, acribillado mientras la conducía, las autoridades todavía no encuentran al responsable que ocasionó el accidente.
"Que tengan memoria", exige a las autoridades quien fuera su novio por casi un año, Rubén Tamez, "finalmente en este país todo lo que va ocurriendo tiende a irse dejando en el olvido".
La muerte de Gabriela culminó una jornada violenta el pasado 5 de abril, cuando en total 13 personas fallecieron y 14 más fueron detenidas en diferentes sucesos relacionados con el combate a la delincuencia organizada a lo largo del área metropolitana de Monterrey.
"No me gustaría decirlo así, pero yo no sé qué muerte es la que se necesite para que alguien tome acción", dice la amiga de la víctima, Gabriela Llanas.
"El que calla también tiene la culpa", clamó la también egresada de la Facultad de Psicología de la UANL, durante las manifestaciones del 6 de abril en Monterrey porque, explica, la sociedad neolonesa olvida con rapidez las muertes de inocentes.
Seis estudiantes universitarios han muerto en el estado desde 2010 a la fecha, en enfrentamientos entre bandas del crimen organizado o de éstas con autoridades civiles o militares. Además de Gabriela, murieron Lucila Quintanilla y Raúl Javier Villarreal, de la UANL, y los alumnos de posgrado del Tecnológico de Monterrey, Jorge Antonio Alonso y Javier Francisco Arredondo.
El estudiante de Comunicación de la Universidad Metropolitana de Monclova, del norteño estado de Coahuila, Luis Emmanuel Ruiz, fue secuestrado en Monterrey el pasado 24 de marzo junto con el animador de televisión José Luis Cerda, de quien al día siguiente apareció su cuerpo.
En total, 33 civiles no vinculados con la delincuencia murieron a lo largo de 2010 en Nuevo León, de acuerdo con el vocero de seguridad de la entidad, Jorge Domene Zambrano, pero la Procuraduría General de la República (PGR) detalla en un informe que en el estado murieron 16 civiles entre 2007 y la primera semana de marzo pasado.
La versión oficial es que la creciente violencia en la entidad se debe a la disputa entre el cártel del Golfo y su ex brazo armado, Los Zetas, por las rutas de tráfico de droga hacia Estados Unidos; pero la agencia de inteligencia privada Stratfor la atribuye a una lucha entre estos últimos con una coalición de organizaciones criminales denominada Nueva Federación.
Los estudiantes y la violencia
Las primeras muertes de estudiantes anunciaron el inicio de un episodio violento para el estado de Nuevo León, una entidad que acumuló casi el 2.8% de las más de 34,600 muertes oficiales ocurridas entre diciembre de 2006 y 2010 asociadas con el combate a la delincuencia organizada.
"Vivimos en una ciudad violenta, pero nunca me imaginé que me iba a tocar tan de cerca la violencia que estamos viviendo", confiesa Llanas.
496 homicidios dolosos se registraron en Nuevo León en los primeros cuatro meses de 2011, es decir, 54% más que en el mismo periodo de 2010 y un 46% superior al total de asesinatos en 2009, según cifras de la procuraduría estatal.
"(Después de la muerte de Gabriela) se sigue sintiendo un ambiente de tensión en la facultad", cuenta Ernesto González, un joven psicólogo egresado de la UANL y amigo de la estudiante fallecida.
Ante las recientes muertes de estudiantes, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), creó en abril pasado el Manual de Seguridad para Instituciones de Educación Superior.
Por otro lado, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, aseguró el pasado 26 de enero, en una comparencencia ante legisladores federales, que en todo México habían fallecido 111 ciudadanos en operativos de fuerzas policiacas y militares.
El recuerdo de Gabriela
Tamez confiesa que él y Gabriela planeaban la posibilidad de formar una familia y estudiar juntos una maestría en el extranjero, además de emprender proyectos sociales en zonas marginadas.
"Era una persona preocupada por el bienestar de los demás y muy optimista", recuerda, "un sueño que teníamos Gaby y yo era el de cambiar las cosas, con nuestro granito de arena".
"Ella era la mujer perfecta", añora el joven egresado de la carrera de psicología por la UANL, quien cumpliría 11 meses como pareja de Gabriela el pasado 15 de abril.
Tamez se despidió de su novia el día en que murió frente a la Facultad de Psicología, mientras esperaba un camión. Aquella noche se enteró por la familia de ella que había sufrido un accdeinte, y después confirmó con dos amigos de la universidad el fallecimiento.
"Te encantaba desde que la conocías y yo creo que es por esa personalidad, por la que a muchos, aún sin conocerla les pegó tanto el hecho de su partida", dice por su cuenta Llanas. Ella se enteró de la muerte de su amiga a través de las redes sociales y los medios de comunicación locales.
La joven profesionista señala que Gabriela era entregada a su escuela y familia, en especial a su hijo, de muy apenas un año y nueve meses de edad.
"Se le va a recordar por su alegría y simpatía", cuenta González, "siempre te sonreía, siempre la veías con una sonrisa en la cara".
Ahí, rodeada de menores expuestos al conflicto y la marginación, la joven de 22 años trabajaba como practicante en un programa de equidad y género que fomenta la cultura de paz.
A poco más de un mes de que la pasante de la carrera de psicología por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) muriera atropellada por la patrulla de un policía de la capital del estado, Monterrey, acribillado mientras la conducía, las autoridades todavía no encuentran al responsable que ocasionó el accidente.
"Que tengan memoria", exige a las autoridades quien fuera su novio por casi un año, Rubén Tamez, "finalmente en este país todo lo que va ocurriendo tiende a irse dejando en el olvido".
La muerte de Gabriela culminó una jornada violenta el pasado 5 de abril, cuando en total 13 personas fallecieron y 14 más fueron detenidas en diferentes sucesos relacionados con el combate a la delincuencia organizada a lo largo del área metropolitana de Monterrey.
"No me gustaría decirlo así, pero yo no sé qué muerte es la que se necesite para que alguien tome acción", dice la amiga de la víctima, Gabriela Llanas.
"El que calla también tiene la culpa", clamó la también egresada de la Facultad de Psicología de la UANL, durante las manifestaciones del 6 de abril en Monterrey porque, explica, la sociedad neolonesa olvida con rapidez las muertes de inocentes.
Seis estudiantes universitarios han muerto en el estado desde 2010 a la fecha, en enfrentamientos entre bandas del crimen organizado o de éstas con autoridades civiles o militares. Además de Gabriela, murieron Lucila Quintanilla y Raúl Javier Villarreal, de la UANL, y los alumnos de posgrado del Tecnológico de Monterrey, Jorge Antonio Alonso y Javier Francisco Arredondo.
El estudiante de Comunicación de la Universidad Metropolitana de Monclova, del norteño estado de Coahuila, Luis Emmanuel Ruiz, fue secuestrado en Monterrey el pasado 24 de marzo junto con el animador de televisión José Luis Cerda, de quien al día siguiente apareció su cuerpo.
En total, 33 civiles no vinculados con la delincuencia murieron a lo largo de 2010 en Nuevo León, de acuerdo con el vocero de seguridad de la entidad, Jorge Domene Zambrano, pero la Procuraduría General de la República (PGR) detalla en un informe que en el estado murieron 16 civiles entre 2007 y la primera semana de marzo pasado.
La versión oficial es que la creciente violencia en la entidad se debe a la disputa entre el cártel del Golfo y su ex brazo armado, Los Zetas, por las rutas de tráfico de droga hacia Estados Unidos; pero la agencia de inteligencia privada Stratfor la atribuye a una lucha entre estos últimos con una coalición de organizaciones criminales denominada Nueva Federación.
Los estudiantes y la violencia
Las primeras muertes de estudiantes anunciaron el inicio de un episodio violento para el estado de Nuevo León, una entidad que acumuló casi el 2.8% de las más de 34,600 muertes oficiales ocurridas entre diciembre de 2006 y 2010 asociadas con el combate a la delincuencia organizada.
"Vivimos en una ciudad violenta, pero nunca me imaginé que me iba a tocar tan de cerca la violencia que estamos viviendo", confiesa Llanas.
496 homicidios dolosos se registraron en Nuevo León en los primeros cuatro meses de 2011, es decir, 54% más que en el mismo periodo de 2010 y un 46% superior al total de asesinatos en 2009, según cifras de la procuraduría estatal.
"(Después de la muerte de Gabriela) se sigue sintiendo un ambiente de tensión en la facultad", cuenta Ernesto González, un joven psicólogo egresado de la UANL y amigo de la estudiante fallecida.
Ante las recientes muertes de estudiantes, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), creó en abril pasado el Manual de Seguridad para Instituciones de Educación Superior.
Por otro lado, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, aseguró el pasado 26 de enero, en una comparencencia ante legisladores federales, que en todo México habían fallecido 111 ciudadanos en operativos de fuerzas policiacas y militares.
El recuerdo de Gabriela
Tamez confiesa que él y Gabriela planeaban la posibilidad de formar una familia y estudiar juntos una maestría en el extranjero, además de emprender proyectos sociales en zonas marginadas.
"Era una persona preocupada por el bienestar de los demás y muy optimista", recuerda, "un sueño que teníamos Gaby y yo era el de cambiar las cosas, con nuestro granito de arena".
"Ella era la mujer perfecta", añora el joven egresado de la carrera de psicología por la UANL, quien cumpliría 11 meses como pareja de Gabriela el pasado 15 de abril.
Tamez se despidió de su novia el día en que murió frente a la Facultad de Psicología, mientras esperaba un camión. Aquella noche se enteró por la familia de ella que había sufrido un accdeinte, y después confirmó con dos amigos de la universidad el fallecimiento.
"Te encantaba desde que la conocías y yo creo que es por esa personalidad, por la que a muchos, aún sin conocerla les pegó tanto el hecho de su partida", dice por su cuenta Llanas. Ella se enteró de la muerte de su amiga a través de las redes sociales y los medios de comunicación locales.
La joven profesionista señala que Gabriela era entregada a su escuela y familia, en especial a su hijo, de muy apenas un año y nueve meses de edad.
"Se le va a recordar por su alegría y simpatía", cuenta González, "siempre te sonreía, siempre la veías con una sonrisa en la cara".
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